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Red Internacional
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Educación. Prueba de Transición Universitaria: El caballito de batalla de la segregación y Educación de mercado

Este lunes 4 de enero comienza la rendición de la PTU para más de 268 mil inscritos a nivel nacional, de los cuales más de la mitad de ellos pertenece a Colegios particulares pagados. Más allá de los cambios cosméticos de esta prueba, continúa demostrando la segregación y el lucro de la educación.

Domingo 3 de enero de 2021

Durante este próximo lunes 4 de enero hasta el viernes 8 se realizará la nueva versión de la PSU a nivel nacional, la llamada Prueba de Transición Universitaria (PTU) en un contexto muy complejo para los 268 mil inscritos para rendir la prueba, puesto que nos encontramos en medio de la pandemia del coronavirus, donde estas últimas semanas han ido aumentando los nuevos contagios repercutiendo en el plan paso a paso de varias comunas a lo largo del país, además de que miles de estudiantes secundarios tuvieron que egresar de la enseñanza media de la educación en diversas condiciones, algunos estudiantes precarios sin siquiera las herramientas para poder llevar adelante un año académico online y mucho menos la preparación de esta prueba segregadora de acceso a las universidades.

En esta nueva versión de la famosa Prueba de Selección Universitaria (PSU), actual PTU, se presentó un total de 268 mil inscritos a nivel nacional, menos que el año 2020, probablemente atribuible a las condiciones de miles de jóvenes estudiantes que tienen que rendir esta prueba, ya sea por el miedo al contagio de ellos o algún familiar factor de riesgo, o bien porque no pudieron prepararse, teniendo en cuenta este año académico online y que además miles de familias se encuentran precarizadas, desempleadas o suspendidas, provocando que estudiantes secundarios no lograsen continuar con sus estudios y teniendo incluso que salir a trabajar para tener qué comer.

De los 268 mil inscritos para rendir la prueba, el 53% de ellos pertenece o son egresados de un Colegio particular subvencionado, un 36% proviene de Establecimientos de Educación Pública y un 11% de un Colegio particular pagado.

Con estas alarmantes cifras se demuestra una vez más lo que significó tanto la PSU todos estos años, como este nuevo instrumento la PTU, dos pruebas estandarizadas, completamente segregadoras al servicio de la educación de mercado, del lucro de la educación, puesto que no es azaroso que más de la mitad de los inscritos provengan de Colegios o instituciones que deben ser pagadas para que los estudiantes puedan recibir el supuesto derecho a la educación.

Este instrumento de evaluación independiente de los cambios cosméticos que recibió producto de las movilizaciones de estudiantes secundarios que exigían el fin a la PSU, deriva irremediablemente en la segregación entre quienes tienen la mejor educación y herramientas para poder acceder a las universidades, versus miles de estudiantes que provienen de un sistema de educación pública profundamente precarizado, sobre todo en este contexto de pandemia, donde se vieron tanto estudiantes como docentes enormemente sobrecargados.

Además, estos mismos estudiantes que provienen de la precarizada educación pública probablemente no tengan para costear sus estudios de enseñanza superior, lo que profundiza aún más la brecha que es impuesta a través de esta prueba, apéndice de la Educación de Mercado en Chile, y que tiene claros defensores con uñas y dientes, el mismo Ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien durante todo el año 2020 insistió en una vuelta a clases presenciales en medio de la pandemia, el mismo que insistió en realizar y llevar a cabo la rendición de la PTU en un contexto complejo, de aumento de contagios y retrocesos a cuarentenas como en el sur del país, es el mismo personaje político del mundo de la educación que es el primer defensor del lucro de la educación.