Tras el comunicado HCU-UMSA del 07/Feb/2018, que “determinó acatar el Paro Civil y Marcha Institucional para el “21F” (exigiendo el respeto al resultado del 21F/2016 y rechazo a la SC 0084/2017”), la UMSA cerró los predios para sumarse a la columna burocrática encabezada por la C.O.B., partidos patronales y curas. ¿Qué Asamblea Estudiantil determinó que la UMSA marchará bajo la bandera del “21F”?
Lunes 26 de febrero de 2018
Foto: La Rarón
El #21F representó un nuevo escenario para que, tanto la oposición patronal como el gobierno, midieran nuevamente fuerzas en un momento donde la derecha se ha fortalecido con la abrogación del Código del Sistema Penal, todos en un escenario nacional “rumbo a las elecciones de 2019”; entre tanto ¿qué pasaba en predios universitarios? Bueno, el Rector de la UMSA, Waldo Albarracín, como vocero de uno de los partidos patronales de oposición no estuvo al margen de ésta pelea:
La UMSA marcho bajo el “21F”, ¿qué Asamblea Estudiantil determinó esta participación? ¡A los estudiantes de base no nos consultaron!
El HCU (presidido por el Rector) transgredió la autonomía universitaria al quebrar la independencia política de la UMSA: posicionaron a la UMSA bajo una bandera ajena a los intereses de los estudiantes y del pueblo trabajador reivindicando una demanda burguesa bajo la consigna populista “democracia sí, dictadura no”, decidiendo la movilizaron del sector estudiantil en el “21F” de manera burocrática, sin la participación y discusión con los estudiantes en asamblea general universitaria. Que hayan impuesto la participación en el “21F” representa tanto el oportunismo marcado por estos parásitos burócratas, cómo su inexistente independencia política respecto a partidos patronales (como la línea burguesa de SOL.BO). ¿Cuándo los estudiantes decidimos marchar bajo estas banderas?
¿Qué intereses se jugaban en el campo del “21F” para las camarillas docente/estudiantil de la UMSA?
Mientras las autoridades universitarias (HCU, HCF, Decanos y Directores de Carrera) y representantes estudiantiles (FUL y Centros de Estudiantes) paralizaron las actividades académicas convocando a asistir al “21F”, en predios universitarios nos preguntábamos ¿qué intereses estudiantiles están siendo representados?:
¿“Defender la Democracia”? Qué pueden entender por democracia éstos quiénes:
• Siguen imponiendo en la universidad el VOTO PONDERADO (donde un voto docente equivale a 60 –o más- de estudiantes).
• Llevan adelante todos los procesos universitarios “públicos” en asambleas entre 4 paredes, controladas y/o con delegados elegidos dentro de sus propios círculos de “amigos”: así como armaron el Pre Congreso en 2016, cuando llevaron adelante un proceso históricamente significativo para todos los estudiantes, desconociendo la decisión de la Facultad de Sociales y las denuncias de estudiantes de las demás carreras de no participar, por desconocer a los supuestos “delegados elegidos al congreso”.
• Elevando la voz de “Autonomía Universitaria” de manera oportunista en espacios electorales, pero controlando toda elección estudiantil y de autoridades con el aparato policial en contra de los estudiantes.
• Determinando la participación de la UMSA bajo el “21F” de manera burocrática; si Waldo Albarracín quería participar como vocero de su línea política patronal es su problema, pero no puede hablar en representación de todos los universitarios a quienes nunca consultó su opinión.
¿Qué entendía a la clase obrera por “defensa de la democracia”, en épocas de dictadura?
• Representaba (y representará) una necesidad del pueblo trabajador que (i) toda persona tenga derecho a participar en y de las decisiones políticas; (ii) el derecho a organizarse con delegados elegidos y revocables (en todo momento) para sus fines políticos.
• En un Estado fascista, los mecanismos de represión social (desaparición forzada, militarización, arrestos arbitrarios y criminalización social, sanción a toda forma de mecanismos democráticos, entre otros) se enmarcan bajo la bandera de dictadura. El pueblo trabajador lucha contra el fascismo “en clave” de defensa de los derechos democráticos, no de la defensa de un régimen democrático burgués (esta última que sólo representa la “sacrosanta paz de la explotación capitalista”).
• En esos años, los estudiantes se manifestaron como brazo de lucha de la clase obrera posicionando “la autonomía universitaria frente al Estado burgués, pero no frente al clase obrera revolucionaria”.
• Los estudiantes de la UMSA han demostrado en su historia el carácter de las universidades públicas como vanguardia de la política anti-imperialista:
Art 6.- La Universidad Pública Boliviana en la realización de su política educativa es nacional, científica, democrática, popular y anti-imperialista, en un proceso dialéctico de vinculación y mutua influencia entre la Universidad y la sociedad (Estatuto Orgánico Universidad Pública).
Esto que se ha traducido en las marchas por la libertad de los presos políticos, en las tomas de predios universitarios por estudiantes contra la policía, en sus marchas estudiantiles en apoyo a los sectores sociales en lucha como en 2012 y 2017 por el conflicto del TIPNIS y otros pueblos indígenas contra la imposición del Proyecto Transnacional del gobierno del MAS, en 2016 por las personas con capacidades diferentes, y en 2017 por Achacachi, que son superiores a representar sólo una “marcha institucional” y que está al margen del apoyo real de la juventud boliviana al pueblo trabajador, campesino, indígena y pobre.
¿Qué fue el “21F” para el pueblo boliviano?, y ¿qué nos corresponder discutir a la juventud estudiantil?
Los trabajadores y trabajadoras nada van a ganar en esta pelea (“21F”) donde el MAS y la “unidad” de partidos de oposición patronal sólo pelean por quién será el próximo administrador del Estado burgués, colocándose una bandera “democrática” para ponerse al servicio de los grandes capitales que no son otra cosa que una lacra que genera grandes riquezas para una minoría a costa de la explotación y opresión de millones de trabajadores.
El 21 de febrero de 2018, vimos muchas “peleas en las calles” con el único fin político pre “elecciones 2019”: no sólo vimos al partido del MAS movilizados con sus agrupaciones juveniles y sociales, sino también coordinadoras y representantes de partidos patronales (como a Félix Patzi promocionando su propuesta del tercer sistema; a Juan del Granado que no descuidó la oportunidad para hacerse ver; a Luis Revilla que flameando la bandera boliviana pedía el respeto a las reglas democráticas cuando él sin dudar un segundo viola los derechos de las trabajadoras como sucedió con los despidos en La Paz Limpia; a representantes de comités cívicos -en diferentes departamentos del país- con discursos vacíos para recuperar la democracia), con la UMSA en convocatoria y en la cola, cientos de estudiantes, profesionales, comerciantes, artistas, intelectuales, colectivos ciudadanos, activistas ecologistas, colectivos feministas (como el de Mujeres Creando), movilizándose junto a la CONADE (formada por partidos patronales, iglesias y burócratas sindicales) y a la COB (que luego de haber estado subordinada durante años a los intereses del gobierno a través de burócratas como Trujillo, Miguel Pérez, Rodríguez, Pedro Montes e incluso Guido Mitma, pasó luego del conflicto de ENATEX nuevamente a tomar un camino alejado de los intereses de los trabajadores) reivindicando el resultado del Referéndum del 2016 cuando ganó el NO a una nueva reelección de Evo Morales y reivindicando un proyecto del capitalismo “democrático” de nada menos que Tuto Quiroga (alumno del ex dictador Banzer quien, junto al Estado Mayor, asesinaron a Marcelo Quiroga), Doria Medina (empresario del cemento y ex ministro del ciclo neoliberal) y de las reaccionarias iglesias católicas y cristianas.
Toda una conglomeración de intereses burgueses y populistas, pero ninguna demanda de la clase trabajadora, porque tanto el aparato estatal del gobierno del MAS como sus mecanismos de control (tanto coercitivos expresados en la policía, como corporativos con la existencia de la burocracia sindical en la COB) no permiten a los trabajadores organizarse como un partido político independiente del gobierno, que luche contra la burguesía y la barbarie del capitalismo internacional.
Los estudiantes de base no tuvimos voz en éste proceso que atañe a la población boliviana en general, y por lo tanto las demandas de los estudiantes no fueron (ni son) representadas en las convocatorias del HCU ni las conferencias que Waldo Albarracín (como otras autoridades universitarias proclamaron) porque tanto nuestros representantes estudiantiles como nuestras “autoridades”, utilizaron sus cargos para obviar nuestra participación: no tuvimos voz en asamblea estudiantil para determinar nuestra posición política como universidad ante el “21F”.
Como juventud boliviana entre tanto no rompamos los mecanismos de control en las aulas y en los predios universitarios (traducidos en las formas “democráticas” de las camarillas docente-estudiantiles) por mantener la independencia política del sector universitario (del gobierno, de los partidos de derecha y toda variante burguesa), pues de lo contrario seguiremos sin tener voz en estos procesos de lucha nacional, seguiremos manipulados por autoridades universitarias y representantes estudiantiles burocráticas, levantando banderas empresariales y violentando la autonomía universitaria.
Como Corriente Estudiantil Revolucionaria OCTUBRE, luchamos por una Universidad crítica, laica y combativa que represente a la vanguardia de la juventud en lucha al lado de los trabajadores, las trabajadoras, los campesinos, los indígenas y el pueblo pobre. Para ese fin debemos luchar en nuestras aulas contra nuestras propias cadenas: las camarillas docentes/estudiantiles, exigiendo asambleas estudiantiles para todos estos procesos políticos logrando que el estudiantado se organice con independencia política.
¡RECHAZAMOS LAS DECLARACIONES Y CONVOCATORIA, DEL HCU Y DE TODA AUTORIDAD UNIVERSITARIA Y REPRESENTANTE ESTUDIANTIL, POR SUMARSE AL “21F” SIN LA VOZ DE LOS ESTUDIANTES!
OCTUBRE Corriente Estudiantil Revolucionaria