El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) nace el 2011 como un bloque político-electoral basado en una alianza de los tres principales partidos de izquierda en Argentina: Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Partido Obrero (PO) e Izquierda Socialista (IS), referenciados en el trotskismo.
Domingo 25 de octubre de 2015
Surgió para enfrentar el intento anti-democrático del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de dejar fuera a los partidos que no superen el 1.5% de la votación. Mediante primarias obligatorias (PASO) buscó limitar el desarrollo de la izquierda clasista, sin embargo, ese mismo año el FIT debutó obteniendo 550.000 votos en las elecciones presidenciales y cerca de 600.000 votos en las parlamentarias. El 2013 logró duplicar su elección previa con 1.260.000 votos a nivel nacional, logrando ingresar tres diputados nacionales al parlamento y decenas de legisladores provinciales y concejales en numerosos municipios. En junio de 2015, Nicolás Del Caño, diputado nacional del PTS y candidato a Presidente por el FIT, alcanzó el 17% en capital de Mendoza en las elecciones a gobernador, mostrando una nueva alternativa emergente de los trabajadores y la juventud.
¿Cuál es el programa del FIT?
En junio del 2013 el Frente de Izquierda y de los Trabajadores elaboró su Declaración Programática, proponiendo un “programa para impulsar la movilización política de los trabajadores y sectores explotados contra el gobierno, las patronales y su Estado.” Se pronuncia por la independencia política de los sindicatos y contra la burocracia sindical. Señala que “la lucha electoral del Frente de Izquierda está al servicio de organizar y elevar a los trabajadores a la lucha por su propio gobierno”.
Desde allí desarrollan un programa de 27 puntos. Luchan por un salario móvil acorde al costo real de la canasta familiar; el fin del impuesto al salario; fin de la precarización laboral; plan de viviendas públicas financiado con impuesto a las grandes fortunas; 82% móvil a los jubilados y un sistema de pensiones gestionado por jubilados y trabajadores; la “Nacionalización -sin indemnización y bajo administración y control de trabajadores-, de la banca y el comercio exterior, la minería y el gran capital agrario e industrial. Por un plan económico gestionado por los trabajadores”. Además, plantean la expropiación de los 4 mil propietarios que concentran la mitad de la tierra de Argentina; monopolio estatal del comercio exterior. Proponen el no pago de la deuda externa.
Dentro de las medidas democrático-radicales plantean “Que todo legislador, funcionario estatal o juez gane lo mismo que un obrero especializado o un maestro. Revocabilidad de todos los mandatos por los propios electores. Abolición del Senado y de la institución presidencial con poderes de monarca. Por una cámara única, con miembros elegidos utilizando el conjunto del país como distrito único”. “Fin a los privilegios de los jueces. Que todo juez gane lo mismo que un docente. Jurado popular”. “Cárcel perpetua y común para todos los genocidas. Anulación de la ley antiterrorista. Fin al espionaje a las organizaciones populares”. Además, luchan por los derechos de las mujeres trabajadoras, “por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por los derechos de la mujer trabajadora. Igual trabajo igual salario. Plena libertad para todas y todos de ejercer la elección de su sexualidad”.
Delimitándose de los fenómenos políticos emergentes de la izquierda en Europa como Podemos en España, que busca gestionar el sistema mediante un programa de reformas, o Syriza, que está aplicando medidas de ajustes neoliberales, o de variantes de colaboración de clases como el chavismo en América Latina; el FIT tiene un programa de independencia política de los trabajadores frente a todos los bloques capitalistas, anti-imperialista, anti-capitalista, socialista y lucha por un gobierno de los trabajadores basado en la movilización como herramienta para llevar adelante su programa.
Nicolás Del Caño y el PTS
El Partido de los Trabajadores Socialistas(cuya organización hermana en Chile es el Partido de Trabajadores Revolucionarios) encabeza la lista nacional del FIT con el joven candidato presidencial Nicolás Del Caño, diputado nacional por la provincia de Mendoza, y Myriam Bregman, diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, candidata a vice-presidenta, abogada defensora de los derechos humanos en conocidos casos contra los genocidas y la impunidad. Fueron ganadores de las “primarias” del FIT en agosto con el lema “Renovar y fortalecer el Frente de Izquierda, con la fuerza de los trabajadores, las mujeres y la juventud”, superando a la lista “Unidad” encabezada por Jorge Altamira (Partido Obrero) y Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista).
El PTS postuló más de 1.500 candidatos trabajadores, referentes del sindicalismo clasista y combativo como Claudio Dellecarbonara, delegado del Subte, Javier “Poke” Hermosilla de la fábrica Kraft, Rubén “Matu” dirigente de la histórica lucha de Lear, Raúl Godoy histórico dirigente de la fábrica Zanon y hoy diputado provincial en Neuquén. También referentes de la lucha de las mujeres con Andrea D´Atri candidata al Parlamento del Mercosur, y de figuras de los derechos humanos como la nieta restituida Victoria Moyano. Fue la única lista que presentó un obrero petrolero de Las Heras, Ramón Cortés, condenado a la cárcel por luchar.
El PTS se pronuncia por una estrategia basada en la clase obrera, por un sindicalismo clasista y combativo, contra la burocracia sindical y los empresarios. Desde el parlamento, denuncian al gobierno y a las instituciones de la “democracia para ricos”, utilizan sus tribunas para la agitación revolucionaria al servicio de la lucha de las masas trabajadoras, las mujeres y la juventud, de su propia organización desde las bases. Rescatan la experiencia de “parlamentarismo revolucionario”. Su perfil de estar “en las calles y en el congreso”, busca organizar y movilizar a cientos de miles en lucha política contra las variantes capitalistas y avanzar hacia la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera, de combate, con una perspectiva anticapitalista. Así, utilizan las elecciones (el terreno central de los partidos burgueses) para conquistar influencia en cientos de millones de trabajadores que empiezan a mirar a la izquierda clasista con nuevos ojos y organizar en las calles, sindicatos, universidades, liceos y barrios a cientos de miles para una política de clase independiente. Como señaló Nicolás Del Caño en el acto de cierre de campaña del FIT:“Nos dicen utópicos, pero claramente nuestro programa es el único que responde a las aspiraciones del pueblo trabajador, tenemos plena confianza de que va a resistir el ajuste, gane quien gane. Y en el fragor de esa lucha tenemos la difícil pero apasionante tarea de construir la fuerza política de la clase trabajadora, que nos va a llevar a la victoria a los explotados y a los oprimidos”.