Desde su comienzo como Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET) en 1969, que interconectaba unos pocos sitios, hoy se predice que Internet interconectará 50.000 millones de objetos para el año 2020.
Viernes 28 de julio de 2017 15:41
Para poder entrar en materia es importante aclarar que la World Wide Web (o web) es una capa de aplicaciones que opera sobre la superficie de Internet. Ésta ha evolucionado en diferentes etapas posteriores al comienzo del proyecto ARPANET, hasta la etapa en que nos encontramos: la web "social" o de "experiencia" como Facebook y Twitter. Por su parte, Internet es la capa física, o la red compuesta de switches, routers y otros equipos, que opera como medio de transmisión de la web. Así, actualmente vivimos la primera etapa evolutiva del internet.
El término “Internet de las Cosas” nació a finales de los años 90, en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), cuando se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red (RFID) y las tecnologías de sensores, dispositivos muy importantes para el desarrollo del IdC.
Según el Grupo de soluciones empresariales basadas en Internet (IBSG, Internet Business Solutions Group) de Cisco, IdC es sencillamente el punto en el tiempo en el que se conectaron a Internet más “cosas u objetos” que personas.
Cisco IBSG estima que IdC “nació” en algún punto entre 2008 y 2009.
El crecimiento explosivo de los smartphones y las tablets PC se elevó a 12,500 millones de dispositivos conectados a Internet en 2010. En tanto que la población mundial aumentó a 6,800 millones, por lo que el número de dispositivos conectados por persona es superior a 1 por primera vez en la historia.
IdC hace referencia a una transición tecnológica: la capacidad de conectar objetos que antes no se conectaban, de manera que puedan comunicarse a través de la red; incluye todos los tipos de objetos, aun los objetos y los dispositivos que no se conectaban tradicionalmente. De hecho, Cisco calcula que en algún momento del futuro el 99% de los objetos físicos tendrán conexión.
Los smartphones, tablets y smartwatches ya son objetos comunes en nuestras vida diaria. Próximamente podrían serlo también los Google Glass, una computadora que se lleva puesta en forma de anteojos con una pantalla minúscula que muestra información al portador de modo similar a la pantalla de visualización frontal (HUD) de los pilotos de combate.
Otras de sus aplicaciones
Muchos de los sistemas del hogar, como la iluminación, los controles de climatización, los sistemas de seguridad, detección de fuego y gas se pueden supervisar y configurar en forma remota con un dispositivo móvil.
Por medio de la nueva tecnología de etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) se pueden identificar y comunicar objetos y productos para hacer un seguimiento de estos desde su fabricación hasta su vida útil.
Es posible conectarnos al IdC por medio de tarjetas de desarrollo y aprendizaje, como Raspberry pi y/o Arduino, usando sensores para recabar información del mundo físico conectarlo a internet y poder monitorear y hasta controlar variables como la temperatura ambiente y la humedad.
Puedes consultar un proyecto aquí.
La transición del IdC aportará enormemente a la siguiente gran evolución del internet, el Internet de Todo (IdT), el cual integraría las conexiones entre las personas, los procesos, los datos y los objetos. Sin duda, se aproximaría una gran evolución que cambiara nuestras vidas como jamás lo habíamos imaginado.
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