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Red Internacional
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UNAM. ¿Qué está pasando en la carrera de antropología de la FCPyS?

El martes 19 de abril se llevó a cabo una asamblea en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales realizada por estudiantes de la carrera de antropología en respuesta al recorte de presupuesto.

Emilia Macías

Emilia Macías @EmiliaMacas1

Miércoles 20 de abril de 2022

Uno de los asuntos que preocupan en torno al recorte de presupuesto a nuestra carrera es lo que esto implica para nuestras prácticas de campo que han sido canceladas por la dirección.

El ataque a la educación no ha cesado. Cada vez somos menos en las aulas porque son menos los y las que pueden seguir pagando por ir a la universidad (aunque sea gratuita), contemplando gastos de transporte, comida, materiales, etc. La pandemia lo empeoró todo, pues la juventud tuvo que trabajar y estudiar al mismo tiempo para aportar en casa porque ya no alcanzaba.

Las clases virtuales fueron impuestas, pues docentes adjuntes y la comunidad universitaria no fueron quienes decidieron cómo y en qué forma se realizarían; además, en ningún momento se garantizó a cada estudiante las condiciones necesarias para continuar con la escuela como un equipo tecnológico o internet.

Ahora hay una nueva normalidad en la que poco a poco regresamos a las aulas. Para las y los estudiantes de antropología significaba que por fin iríamos a nuestra primera práctica de campo, esencial para nuestra formación y experiencia. Pero la universidad nos ha informado que “no hay presupuesto” y, por tanto, si queremos ir tenemos que pagarlo de nuestros bolsillos.

¿Otra vez no hay presupuesto?

No es la primera vez que la dirección universitaria se lava las manos diciendo que no tiene presupuesto para garantizar la educación. Como vimos en el proceso pasado #LaUNAMnoPaga, hubo profesoras y profesores que dejaron de recibir el salario completo o ni siquiera recibir algo. Hubo 27 paros estudiantiles y del profesorado peleando contra la precarización laboral que enfrentaron. Las autoridades sólo buscaron desarticular el movimiento desde el principio dando escusas, sacando pronunciamientos de que se había arreglado ya el problema cuando sabemos que hasta la fecha sigue habiendo irregularidades en los pagos.

Tampoco hubo presupuesto para garantizar gratuitamente pruebas Covid a quien la necesitara, con un número de pruebas al día muy reducido que claramente no se daba abasto con la matrícula de la universidad, ni un sólo peso destinado a todas y todos les que perdimos a nuestras familias por contagiarse.

Aun así, no sabemos dónde quedó todo el dinero que no se utilizó en dos años de pandemia. Si no hubo clases presenciales, no se le pagó debidamente a les profes y trabajadores, si no se garantizó material tecnológico para todes, nos seguimos preguntando ¿a dónde se fue ese presupuesto?

Lo que está de fondo, nuevamente, es la antidemocracia que impera dentro de la universidad, pues es una pequeña cúpula con salarios altísimos la que decide cómo y en qué se gasta el presupuesto; una gestión que queda claro no responde a los intereses de estudiantes, docentes y trabajadores. Mientras el dinero se fuga en esos sueldos de la casta dorada y en gastos innecesarios, hacen falta muchas cosas en nuestras escuelas, iniciando porque el presupuesto para la educación ayude a garantizar el acceso irrestricto.

La cancelación de nuestras prácticas es sólo una prueba más de que ni a la rectoría ni a la dirección de la facultad les interesa realmente nuestro desarrollo académico. Por eso decidimos organizarnos y no sólo arrancarles nuestras prácticas de campo, sino también dejar en claro que ese presupuesto es nuestro.

No sólo de la carrera de antropología, de todas las carreras y toda la comunidad universitaria. Estamos hartes de que sean los de arriba quienes decidan cómo tenemos que estudiar y en qué condiciones.

Sólo los y las estudiantes, trabajador@s y maestr@s sabemos cómo y a qué destinar el dinero porque somos quienes le damos vida a esta universidad.

Es por esto que, este jueves a la 1 de la tarde, frente al auditorio Flores Magón realizaremos una asamblea general de la FCPyS para discutir colectivamente que hacer ante esta situación, exigiendo transparencia en el presupuesto, que seamos nosotras y nosotros quienes decidamos a donde se destina y nuestras prácticas de campo de regreso; sin dejar de lado que este problema sólo refleja el constante ataque a la educación.