Desde hace ya un mes han habido una serie de asambleas, paros y movilizaciones en la UNAM, IPN y Chapingo; también algunas universidades estatales como la de Querétaro comienzan a movilizarse. ¿Qué pasa en las universidades y que exigen les estudiantes?
Joss Espinosa @Joss_font
Martes 11 de octubre de 2022
Desde finales de agosto diversas escuelas del IPN comenzaron a levantar asambleas e impulsar paros, denunciando corrupción desviasion de fondos, falta de infraestructura como salones y laboratorios para algunas carreras y la saturación en los grupos que impidió que muchos pudieran inscribirse. También se suman demandas contra la violencia de género y denunciando que hay escuelas que no tienen condiciones para continuar con sus clases debido a los sismos como el caso del CECyT 12.
Por su parte en bachilleratos, facultades y escuelas de la UNAM, también comenzaron a organizarse denunciando la falta de recursos para becas, prácticas y comedores, también el hostigamiento a estudiantes que, debido a la precariedad de la vida, comenzaron a vender en sus escuelas diversos productos para sostener sus estudios. También con una fuerte denuncia a la violencia e inseguridad que se vive dentro y fuera de los planteles, señalando intentos de feminicidio, abusos y violaciones en los planteles, a demás de exigir transporte seguro, sobre todo en las escuelas de la periferia como Acatlán y Cuautitlán.
En Chapingo, también levantaron asambleas para exigir mejores condiciones de estudio, comedores y denunciaron el intento de desmantelamiento de sus unidades, así como el autoritarismo y la nula respuesta por parte del rector que recientemente fue destituido por la Asamblea General de dicha universidad.
Al desarrollo de las asambleas, pese a las demandas específicas por escuela, se ha evidenciado que hay un nodo central en esta lucha: por un lado, la defensa de la educación realmente pública y gratuita, lo que necesariamente se traduce en la exigencia de que las autoridades universitarias garanticen las condiciones mínimas para el estudio, antes mencionadas, además de evidenciar la creciente elitización y la falta de presupuesto; y también, vinculado a lo anterior, la denuncia de la antidemocracia que impera en la universidades, pues termina siendo, la casta dorada, con salarios altísimos, la que decide a que y donde se destina el presupuesto, mientras las escuelas se caen a pedazos, no hay condiciones para los estudios y es evidente que a las autoridades universitarias no les interesa el estudiantado.
Al calor de dicho proceso, también se ha denunciado por parte de trabajadores de dicho sector, algo que ha sido denunciado en años anteriores, la precariedad, bajos salarios, inestabilidad laboral, falta de pagos y prestaciones. Es claro que el ataque a la educación afecta no solo a les estudiantes, sino también a trabajadores docentes y administrativos de las diversas instituciones.
Todo esto se da en el marco de un reforzamiento de la militarización a nivel nacional, con un presupuesto irrisorio para las Fuerzas Armadas, con la aprobación del decreto que permite que los militares estén en las calles hasta 2028 y con la reciente filtración de archivos de la Sedena que comprueban que dicho organismo ha realizado espionaje a organizaciones de izquierda, feministas y de Derechos Humanos. Quedan claras las prioridades del gobierno, mayor inversión en la Guardia Nacional y no para las escuelas.
A raíz de este movimiento las autoridades universitarias no han dudado en intentar amedrentar y reprimir a les estudiantes, con señalamientos para exigir la expulsión de sectores que se han sumado al movimiento, así como el hostigamiento vía redes y agresiones directas a compañeres, y contra las compañeras directamente ejerciendo o haciendo alegoría de la tortura sexual, una situación sumamente grave ante lo cual es indispensable golpear como unx solx, contra todo intento de amedrentar, dividir y acallar al movimiento.
Unidad para vencer
Recientemente se realizó una asamblea interuniversitaria en el que logramos confluir estudiantes y docentes de diversas escuelas de la UNAM, UAM, IPN, UACM, Chapingo, Normales de la CDMX, en la que se trazó un plan de acción para poder fortalecer todas las demandas y luchas.
Dicha asamblea fue muy importante, pues, queda claro que la única forma de fortalecer al movimiento es la unidad de todas las escuelas y con los sectores que la componen, estudiantes, docentxs y trabajadorxs; así como buscar la unidad con otros sectores en lucha como la huelga del SUTNotimex próxima a cumplir 1000 días o los trabajadores estatales y de la cultura.
Nuevamente, como en 2018 en el proceso de la UNAM, queda claro que lo que hay de fondo es la antidemocracia que existe en las universidades, así como la falta de presupuesto para la educación que realmente garantice que todes tengan las posibilidades de estudiar, con escuelas suficientes y con los recursos necesarios para que les estudiantes no tengan que decidir entre estudiar y trabajar. Para lo cual exigimos dinero a la educación y no para la Guardia Nacional, aumento al presupuesto educativo. Fuera la casta dorada, que sean les estudiantes, docentxs y trabajadorxs quienes decidamos el rumbo de la universidad.
Que el presupuesto se destine a la creación de comedores subsidiados, transporte seguro y gratuito, así como dormitorios para el estudiantado. También para becas universales que cubran como mínimo la canasta básica personal.
Por universidades libres de violencia, con planes integrales contra la violencia para que las mujeres y disidencias puedan desarrollarse en sus estudios y trabajo, con comisiones de género tripartitas independientes a las autoridades que puedan discutir con el conjunto de la comunidad como hacerle frente a la violencia con protocolos que prioricen la prevención pues no podemos actuar solo cuando una violencia es cometida; esto de la mano con medidas elementales para la crianza con comedores, guarderías, cuartos de lactancia y licencias por maternidad y paternidad.
Esta lucha también es por los derechos laborales del personal educativo, para los cuales se hace urgente la basificación y sindicalización, así como un aumento salarial que cubra el costo de la canasta básica y suba de acuerdo con la inflación.
Para todo esto, es clave fortalecer la organización desde las escuelas, masificando el movimiento y también fortalecer el espacio de coordinación de la Interuniversitaria, además de impulsar la unidad con docentes y trabajadores administrativos de nuestras escuelas llamándolos a sumarse a dicho espacio en el que puedan integrar sus propias demandas; esto sumado a construir la unidad con otros sectores en lucha.
Para fortalecer el movimiento te invitamos a participar del encuentro de la Agrupación Juvenil Anticapitalista por una juventud revolucionaria, el próximo 15 de octubre a las 5 p.m. en el local del SITUAM en Calz. de Tlalpan 1036, Nativitas, Benito Juárez, 03500 Ciudad de México, CDMX. Registrate aquí.