En su show del pasado domingo, el comediante inglés radicado en EE.UU., John Oliver de la cadena HBO, hizo una cobertura de las elecciones presidenciales en México y los candidatos en la contienda. ¿Qué expresa esto?
Óscar Fernández @OscarFdz94
Jueves 28 de junio de 2018
En principio, que John Oliver, comediante y presentador inglés, haya abordado el tema de las elecciones en México indica la importancia que tiene para el gigante del norte el resultado de la elección del 1 de julio. En términos geopolíticos, el patio trasero del país imperialista enfrenta unas elecciones no sólo violentas, dada la cantidad de candidatos asesinados en los últimos meses, sino tensas en cuanto a las plataformas de los candidatos.
En segundo lugar, indica también el peso que tiene el tema debido a la cantidad de inmigrantes mexicanos y latinos en ese país. Al ser un sector que literalmente define las elecciones presidenciales en EE.UU., la expectativa que generan los comicios mexicanos se contagia con facilidad. Es en ese sentido que se volvía necesario un reportaje que explicara de manera sintética el panorama electoral mexicano.
Pero lo interesante aquí es la manera en que John Oliver maneja la cobertura de los candidatos. Si bien es cierto que el presentador es también un comediante y la característica definitoria del programa es su tono sarcástico repleto de insultos, lo que en inglés llaman “humor con la lengua en la mejilla” (tongue-in-cheek humour), lo que dice (y no) de las elecciones mexicanas debería ser algo a lo que tendríamos que prestar atención.
El reportaje inicia con una síntesis del sexenio de Enrique Peña Nieto. Quitando los chistes sobre dos bros (hermanos) de vacaciones y Santa Claus (esto por los comentarios irónicos del candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco"), John Oliver resalta que México, más allá de ser un destino turístico, comparte 3,000 kilómetros de frontera, es el tercer país con quien EE.UU. comercia más y que “algo masivo está por suceder”.
Del clip de 20 minutos, 7 los dedica a resumir lo que ha ocurrido en este sexenio, entre los cuales resalta la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los desfalcos de Javier Duarte (exgobernador acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero), así como el llamado “Corruptour” (un turibús que recorría los puntos de mayor corrupción en la Ciudad de México) y aspectos de la vida personal de Enrique Peña Nieto.
Fuera del relato de John Oliver está el hecho de la desaparición misma de los normalistas de Ayotzinapa. Si bien muestra un reportaje de la cadena televisiva CBS que explica su desaparición, éste reproduce la línea del gobierno (la “verdad histórica” mil veces repudiada por la opinión pública) de que presuntamente éstos habrían sido entregados al narcotráfico por la policía de Iguala y posteriormente incinerados en el basurero de Cocula. Hasta la fecha los normalistas continúan oficialmente en calidad de desaparecidos hasta que no se encuentren sus restos, a pesar de los torpes intentos del gobierno para cerrar el caso.
También deja fuera las masivas movilizaciones de miles en México y otros países exigiendo su aparición con vida, así como reducir la toma de camiones por los normalistas como una “excursión”; los normalistas en realidad no iban a una excursión de campo, iban a la marcha que año con año se hace para honrar la memoria de los estudiantes asesinados en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.
Asimismo, John Oliver omite mencionar que Javier Duarte no sólo está acusado de desfalcar dinero, sino también de tener nexos con el crimen organizado y es señalado como responsable de una gran cantidad de desaparecidos y periodistas asesinados en su estado.
A pesar de todo ello, John Oliver resalta la participación directa del Ejército en Ayotzinapa y que, dados los casos de corrupción e impunidad “podrían entender por qué tanta gente le quiere decir a Peña Nieto: ‘chinga tu madre’”. Esto por una serie de clips en los que se muestra a diversos mexicanos dirigiendo insultos al primer mandatario.
Ante esto, John Oliver da un repaso de los candidatos a la presidencia. El primer blanco de su ataque es el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, a quien John Oliver le resta importancia diciendo: “pero no vamos a hablar de él porque no tiene posibilidades de ganar”. Sorpréndase, lector. Más allá del perfil de preparación que Meade pretenda argumentar, no es menor la bofetada: el candidato del PRI, el partido de estado que ha gobernado México durante décadas y cuya plataforma apenas es mencionada por uno de los principales presentadores de EE.UU.
Sigue Jaime Rodríguez Calderón, quien “tampoco tiene posibilidades de ganar, pero de quien sí vamos a hablar en el programa porque es una bola de demolición humana”. No podía pasar desapercibido el perfil extravagante del priísta devenido en “independiente” que pretende “mocharles la mano” a los corruptos y que “odia a Santa Claus”. John Oliver se sorprende ante las oportunidades que le dieron al exgobernador de Nuevo León en el debate de aclarar si no estaba bromeando con la propuesta de amputar miembros para afirmar en todas que iba en serio.
El siguiente en ir al paredón fue el panista Ricardo Anaya, del Partido Acción Nacional (PAN) un “ñoño centroderechista y un poco nerd” que “desesperadamente trata de ser cool” tocando varios instrumentos. Más allá de resaltar las aburridas presentaciones de Anaya en inglés sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el “patético” video del candidato del blanquiazul tocando la flauta que ha desatado “un tsunami de memes”, John Oliver deja por completo de lado su plataforma.
Finalmente, a Andrés Manuel López Obrador, de la coalición entre el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Partido del trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES) le dedica 5 minutos (más tiempo que a cualquier candidato) para explicar la trayectoria del tabasqueño, desde su gestión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), su perfil populista, su plantón en Reforma y finalmente su actual candidatura, en la cual resalta que zigzaguea constantemente debido a su alianza con el evangélico PES. Es precisamente por su perfil populista y su falta de propuestas concretas que Oliver recurre a establecer un simil entre López Obrador, Bernie Sanders y Donald Trump.
Leer: El Washington Post compara a López Obrador con Trump y defiende reformas de Peña
¿Quién es John Oliver?
Es un comediante y presentador inglés radicado en Nueva York. Es, junto a Jon Stewart del Daily Show, Stephen Colbert de The Colbert Report (y actual presentador de The Late Show tras el retiro de David Letterman), y (en su momento) Steve Carell, parte de una generación de presentadores comediantes que introducen temas noticiosos con humor, una modalidad que, sin mucho éxito, intentó replicar Chumel Torres con su Pulso de la República.
John Oliver fue suplente muchas ocasiones de Stephen Colbert en The Colbert Report hasta su cambio a la cadena HBO, donde tiene la libertad de presentar sus rutinas con mayor frecuencia y de decir groserías en sus chistes al ser una cadena de televisión privada. Ahora es presentador del show Last Week Tonight donde, como su nombre lo indica, hace una reseña general de las noticias de la semana en la noche. A una semana de las elecciones presidenciales en México, el tema elegido de John Oliver fue precisamente hacer un curso intensivo en política mexicana.
México no es una noticia frecuente en el show de John Oliver; las únicas veces que ha sido tema han sido con el tema del muro de Donald Trump y por qué era una idea inviable, cuando escapó el Chapo Guzmán y el infame comercial del gobierno federal de #YaChole. Ni siquiera cuando estaba en su cenit la crisis de Ayotzinapa John Oliver le dedicó un segmento en su programa.
Asimismo, John Oliver es de una marcada tendencia liberal-progresista. Esto se nota en la forma en que hace las coberturas de temas controversiales como el pasado Mundial de Futbol de la FIFA en Brasil, donde señaló todas las deficiencias de construcción y casos de corrupción del gobierno de Dilma, así como la cobertura de las pasadas elecciones italianas.
Cabe resaltar que en ese reportaje se expresó de esta manera del candidato de la euroescéptica Liga Norte, Matteo Salvini: Y si se están preguntanto: ‘¡espera! Creo que conozco a alguien que se podría llevar bien con este tipo’, pues no se preocupen. ¡Claro que ya se han conocido! ¡Por supuesto que sí! Oh, lo siento. ¿Creyeron que quizás Trump no aparecería en esta historia? Piénsenlo otra vez. Él es realmente el Forrest Gump de la miseria humana.
Acto seguido mostró una fotografía de Salvini y Trump estrechándose la mano. Minutos antes, el presentador de HBO había resaltado lo negativo que era el crecimiento de la extrema derecha y los políticos filo-fascistas en Italia, algo poco usual en los presentadores estadounidenses el que se hable de un tema tan complejo como lo es el fascismo.
El programa de John Oliver, como muchos otros de su tipo, es la expresión de los sectores progresistas y anti-Trump de EE.UU. No es casual que el show se emita desde la ciudad de Nueva York.
La inviabilidad del PRI y la falta de impulso del PAN sin duda marcaron el tono del reportaje de Oliver, así como el peso que tiene la figura de AMLO incluso en la comunidad migrante, en la cual seguramente impactó su postura en el tercer debate. ¿Será que la burguesía imperialista ya ha aceptado el triunfo del “Peje” en estas elecciones?
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana