×
×
Red Internacional
lid bot

Santa Fe. ¿Qué hay detrás del apriete de Macri contra el gobierno de Santa Fe?

Macri atacó al gobierno de Miguel Lifschitz y desde el Socialismo no tardaron en responderle. ¿Cuál es el trasfondo de esta disputa?

Octavio Crivaro

Octavio Crivaro @OctavioCrivaro

Jueves 21 de julio de 2016

En lo estrictamente coyuntural, el ataque premeditado de Mauricio Macri al gobierno santafesino no debe haber caído mal entre los espadachines socialistas. Acaso haya caído bien. En un mundo político donde todo es una campaña electoral permanente, quizá para Bonfatti, Lifschitz y cía., el “mensaje mafioso” del presidente al Socialismo santafesino brindó una oportunidad para ensayar, sobreactuándolo, el perfil progresista, un disfraz ya olvidado entre los sucesores de Estebez Boero.

Las acusaciones del Macri y Cambiemos, aunque con fines proselitistas, no dejaron de ser una balacera agresiva. Lo más duro no vino en boca de Presidente sino del diputado nacional del Pro, Federico Angelini, quien acusó de que hace dos meses se enviaron 55 millones de pesos para los afectados por las inundaciones, que nunca se despositaron a los afectados. Una “guerra sucia” que comenzó el radical intendente de Santa Fe, José Corral, y en la que los contendientes se proponen usar lo más duro para manchar al otro: verdades.

Ciciliani, Bonfatti y el pequeño batallón de socialistas que salió a repeler las críticas macristas no se limitó, justamente, a defenderse. Ellos también aprovecharon para exagerar y autoasignarse un halo de “combate”. Hablaron de la necesidad de que el Gobierno central devuelva la plata de Anses, se refirieron a un socialismo preocupado por los problemas provinciales, hasta apelaron a la defensa del “federalismo”. Toda una puesta en escena de un gobierno provincial que, como hemos dicho, defiende los intereses más concretos de los sectores más concentrados de los empresarios. Igual que Cambiemos.

Socialista bueno, Socialista malo

Lejos de las estridencias tuiteras, en un programa de radio en La Ocho el gobernador Miguel Lifschitz fue mucho más suave y contemplativo, haciendo exclusivo eje en la defensa de su voluntad de cooperación con Macri. “fue una expresión desafortunada”, dijo. Una caricia después de una piña de Macri.

La cautela del Gobernador tiene que ver con una contradicción que va más allá de la coyuntura: estirar la cuerda con Macri y criticar su política servicial ante los empresarios y hostil hacia los derechos de los trabajadores, es algo que a cualquier dirigente que se precie de progresista le gustaría y le convendría hacer con miras a las elecciones legislativas del 2017. Pero los socialistas, y particularmente Lifschitz, saben que estirar esa soga puede hacer que se corte a la altura de sus aliados radicales. Los socialistas temen a ese escenario como a la muerte misma y de hecho, no son cosas muy distintas, en este caso. Por eso las quejas hacia Macri no pasan de un “agarrame que lo mato”, donde los de Lifschitz quieren más que los agarren que matar.

Un Frente Progresista con los amigos del derechista Gerardo Morales

Los muchachos socialistas exageran teatralmente sus disidencias con un gobierno de Macri al que le votaron el oprobioso pago a los fondos buitres, entre otras medidas. Pero, sobre todo, las diferencias con Cambiemos son poco serias porque su principal aliado, la UCR, es parte nacional de Cambiemos. Una bisagra entre la supuesta centroizquierda y la derecha.

No solamente: es una parte destacada de Cambiemos. Derechistamente destacada. Miremos si no cómo actúa uno de los dos gobiernos radicales realmente existentes, el de Jujuy. La provincia del Norte, conducida por el dirigente radical Gerardo Morales, es la capital nacional de la represión y los ataques a los trabajadores, siendo que ganó en un frente apoyado por el PS.

Allí han metido presa a Milagro Sala con fundamentos insólitos, han despedido a delegados de ATE de manera ilegal y vienen de reprimir con dureza, a pedido de la genocida familia Blaquier, a los trabajadores de los ingenios. El mismo partido derechista que encabeza eso, aparentemente es progresista en Santa Fe. Así se entiende que los socialistas estén disputando a los radicales con la derecha del PRO, que quiere hacer Cambiemos en Santa fe. Así se entienden, también, los sonoros silencios de los de Lifschitz frente a la política reaccionaria de Morales y los suyos en Jujuy. Entre bomberos no se pisan las mangueras.

El tamaño de la prepotencia patronal

No solamente con Macri ni solamente en Jujuy las patronales inflan el pecho y se agrandan frente a los trabajadores, infladas por la complicidad gubernamental. En Santa Fe también. Así habrá pensado COTO que confirmó que puede desconocer las leyes, violar conciliaciones obligatorias, echar ilegalmente trabajadores y movilizar patotas porque el gobierno de Lifschitz se lo permite. Así lo habrán entendido los empresarios de los call centers, que mantienen ejércitos de trabajadores precarios y sin derechos. Así lo sienten los empresarios metalúrgicos que violan las ya limitadas normativas laborales, para maximizar ganancias a costa de la salud y, en muchos casos, las vidas de los trabajadores. Así lo sentirán los empresarios que deciden cerrar fábricas y despedir masivamente sin que reciban una condena, una multa, ni qué decir una expropiación, por parte del gobierno provincial.

La izquierda no balconea ni simplemente denuncia esta situación. El PTS y el Frente de Izquierda denuncian esta realidad mientras somos parte de las luchas de los trabajadores, del movimiento estudiantil y del movimiento de mujeres contra cada derecho atacado y contra cada agravio en la que la derecha se agranda sobre los hombros de la resignación del progresismo.

Con gritos de guerra o con gestos conciliadores el Frente Progresista no solamente no ha sido un freno para la derecha, sino que directamente ha sido su puerta de entrada en Santa Fe. A la izquierda le toca avanzar en influencia y en construcción sobre ese repliegue del progresismo, para convertirnos en una fuerza con peso popular y entre los trabajadores.


Octavio Crivaro

Sociólogo, dirigente del PTS y candidato nacional por el Frente de Izquierda-Unidad en Santa Fe.

X