Ayer lunes se supo las cifras de fallecidos del trágico accidente en uno de los buses de la empresa Tur Bus, un accidente que conmocionó a gran parte de la población el que se registra como el más grande desde hace 13 años. Pero ¿qué hay detrás de este “accidente”?

Martín López Trabajador del Litio
Martes 3 de diciembre de 2019
21 son los muertos producto del bus que se desbarrancó en la cuesta Paposo, ubicada en la ruta B-710, una de las rutas que conecta Antofagasta y Taltal. Las causas del siniestro se siguen investigando, pero algunas hipótesis por parte de las autoridades como la Alcaldesa de Antofagasta Karen Rojo tienen relación al exceso de velocidad y el Alcalde de Taltal asume que el problema es de conducción porque la ruta estaría en buenas condiciones. Lo que aún no se logra dar a conocer por lo que está en proceso de investigación, es que si estas hipótesis tienen relación a fallas mecánicas o como suelen presentar los empresarios para culpar a trabajadores, si es que es falla humana.
Según un comunicado de la empresa Tur Bus, salieron a decir que: “La tripulación se encontraba con todos los cumplimientos legales en norma, tales como días de jornada, horas de descanso entre jornada y tiempos de conducción”, además de que los buses cuentan con sistema de monitoreo, pero "el sector del accidente es una zona que carece de cobertura telefónica para la entrega en línea de estos. Por esta razón, hemos entregado la tarjeta que recopila la información del sistema de datos a las autoridades de la zona".
Más allá de las versiones de las autoridades y la empresa, buscamos tener también la perspectiva de un ex trabajador de Tur Bus, información que da cuenta de problemas ligados al trabajo que ninguna de las autoridades hace referencia, lo que no es sorpresa ya que estos podrían tocar las ganancias que entran a los bolsillos de los empresarios a costa de la vida de los trabajadores y el peligro para la vida de los usuarios.
“Tur Bus es una empresa trucha”
Manteniendo el anonimato de V.C. quien fuese trabajador de la empresa implicada en el trágico accidente, este me comentaba cuestiones que dejan ver los niveles de precarización del trabajo de auxiliares y conductores de buses, partiendo por el problema de los sueldos, los cuales se reducen a la cantidad de ventas de pasajes, porque el sueldo base es insuficiente para los trabajadores “mientras más pasajes venda el bus, más plata era para uno, mientras más viajes mejor. Esto a muchos los llevaba a trabajar más de lo que se debía, pero no es que la empresa no tuviese conocimiento de esto”.
Respecto al comunicado de la empresa que dicen que los trabajadores se encontraban en condiciones nos plantea que “siempre la empresa va a tirar esos comunicados, nunca va a dar a conocer sus yayitas”. Es más, aunque se respetase los descansos entre turnos, la jornada laboral de conductores, es una de las jornadas más adversas a la salud física y mental. Las tripulaciones de buses interurbanos y como lo plantea el Art. 25 del Código del Trabajo, deben cumplir una jornada de 8 horas o más, con descanso de los tripulantes mínimo de 8 horas entre turnos, además de que un conductor no puede conducir más de 5 horas seguidas con un descanso mínimo de dos horas. Ante esto último el ex trabajador abre una pregunta no menor “¿alguien puede creer que eso sea realmente un descanso y que no afecta a quienes van arriba de los buses?”, lo que no es menor, ya está más que comprobado que la rotación de los turnos en días y noches afecta a la salud mental de cualquier persona.
Por otra parte, a partir de una denuncia que apareció en la redes de la posibilidad de que el conductor que se encontraba dentro del bus del accidente fatal no tenía conocimiento de la ruta a la que iba, una ruta que es peligrosa sobre todo de noche, nos comentaba “es una posibilidad, esto no es de extrañarse, recuerdo que cuando yo estaba en la empresa, Tur Bus mandaba a los viejos a rutas que ni siquiera conocían a trabajar con tal de sacar los viajes. Por ejemplo, si yo era del norte había viejos que mandaban para el sur y viceversa, había un compañero que era de Santiago y lo hacían hacer rutas sólo para el norte, y no siempre estaban acompañados por compañeros que conocieran la ruta, a veces se perdían”.
También una de las polémicas que se vuelve a abrir, es que si los buses de dos plantas están en condiciones de hacer viajes largos y sobre todo en carreteras, ya durante mayo de este años en el Parlamento se volvió a poner este tema en cuestión, por otro accidente en bus que tuvo a 6 muertos el 11 de mayo del presente. Y es que en países como Australia en los años 80’ se prohibió que los buses de dos pisos se utilizaran en carretera por la inestabilidad que implica estructuralmente, sólo fueron autorizados para andar en la ciudad con fines turísticos, pero no para tramos largos. Incluso en el marco de esa discusión, Alejandra Valencia, académica de la Escuela de Ingeniería en Transporte de la PUCV hacía notar el riesgo de estos buses por el centro de gravedad más alto que tienen respecto a los vehículos livianos “Entonces, tienden a perder estabilidad en curvas o cuando viajan a exceso de velocidad. Además, la parte superior tiende a mostrar menor estándar. No deberían operar en tramos muy largos”. Actualmente el 58% de los buses interurbanos son de dos plantas.
La única salida real para nuestras vidas es de mano de los propios trabajadores
Pero los empresarios ¿estarán dispuestos a sacar de circulación este tipo de buses?, habría que ver qué pesa más aquí, si las ganancias de estos o las vidas de los trabajadores y usuarios. Creemos que los empresarios no están dispuestos a tocar sus intereses y ganancias, por lo que la única forma de poder desarrollar nuestras labores sin riesgos, con descansos adecuados y contra toda precarización de las condiciones de vida que nos afectan como trabajadores, es que nosotros debemos plantearnos la perspectiva de ser parte activa de cómo se estructura el trabajo, las condiciones, dotación de personas y seguridad. Pero para ello debemos proponernos que el transporte de pasajeros, primero deje de ser privatizado y sea estatal, segundo y más importante que lo podamos gestionar los trabajadores junto a los usuarios, nadie más que nosotros podrá velar por la integridad y condiciones de nuestras vidas, porque nuestras vidas valen más que las ganancias de los capitalistas, quienes son los verdaderos responsables de los trágicos acontecimientos como el descabarranco del bus en Taltal.