Apuntes Militantes. Que miles de trabajadores y jóvenes den un paso a la militancia

Con Nicolás del Caño, Myriam Bregman y otros compañeros referentes del PTS y del FIT hemos estado en estas últimas semanas en charlas-debate y actos dando la posición de la izquierda frente al gobierno de Macri. En algunos casos estas actividades fueron parte de la inauguración de nuevos locales del PTS-FIT, como me tocó estar el viernes en Hurlingham y a Nicolás en Ensenada. Entre las que me tocó participar, primero en Córdoba y después en Tucumán las charlas-debate fueron muy concurridas, con la presencia de compañeros, sobre todo jóvenes (a pesar que aún no comenzaron las clases universitarias), que por primera vez venían a una actividad de nuestra organización, varios de ellos desilusionados del kirchnerismo. Se percibía la inquietud no solo de venir a escuchar sino de sumarse a “hacer algo”, a realizar una experiencia militante con la izquierda de muchos de los participantes.

Todo el ciclo electoral de 2015 mostró sin dudas una consolidación del Frente de Izquierda en el tablero político nacional, con más de 800 mil votos a la fórmula presidencial encabezada por Nicolás Del Caño y Myriam Bregman (la cifra más alta obtenida en esta categoría por la izquierda desde 1983) y más de 1 millón en la categoría diputados nacionales.

La intervención en los medios en los distintos debates políticos de los referentes del FIT es mayor que en ningún momento anterior, así como la presencia en el Congreso Nacional y en varias legislaturas provinciales. Para un sector de la clase obrera, minoritario aún pero creciente, la existencia del FIT ha favorecido un innegable paso adelante en su conciencia política, dejando de apoyar variantes patronales. La referencia en el FIT supera hoy a la suma mecánica de los tres partidos que lo componemos (el PTS, el PO e IS). Desde el PTS vemos al FIT como un medio para favorecer la puesta en pie de un gran partido revolucionario de la clase obrera.

Pero, cuando todavía no existen procesos de radicalización política revolucionaria, creemos que ya mismo tenemos el desafío de tratar de alentar el salto a una militancia activa de miles de los compañeros que han votado o han colaborado ocasionalmente en las elecciones con el Frente de Izquierda, que se identifican con el mismo aún sin decidirse por alguno de los partidos que lo integramos o sin comprender del todo las diferencias que tenemos entre nosotros. Frente al ajuste y la entrega del gobierno de Macri no hay tiempo que perder.

Hay que organizar la resistencia de los trabajadores y la juventud, apoyando en primer lugar cada uno de los conflictos en curso. Con este objetivo, les estamos proponiendo a quienes comparten el programa y la perspectiva de independencia política de los trabajadores contra todas las variantes patronales que defiende el Frente de Izquierda impulsar agrupaciones comunes tanto entre los trabajadores como en el movimiento estudiantil y en el movimiento de mujeres, donde impulsamos la Agrupación Pan y Rosas.

En distintos gremios existen estas agrupaciones conformadas por militantes del PTS y otros compañeros que no tienen militancia partidaria, como por ejemplo la Agrupación Bordó de la Alimentación, Gráficos y Jaboneros, la Violeta en Telefónicos o la Marrón en estatales y docentes, por solo mencionar algunas. Pero frecuentemente su funcionamiento es discontinuo, centralmente frente a campañas electorales en los sindicatos (como hay ahora en la alimentación, gráficos y jabones, donde hay decenas de compañeros organizando las listas y haciendo campaña) y de comisión interna, o ante a conflictos particulares. Queremos desarrollar mucho más estas experiencias, transformándolas en agrupaciones sindicales-políticas (por su referencia al Frente de Izquierda), con reuniones regulares y direcciones votadas por el conjunto de sus integrantes, de la que sean parte conjuntamente compañeros del PTS y compañeros que no son militantes partidarios.

Por supuesto que para las luchas impulsamos el frente único de las organizaciones de trabajadores, independientemente de la identificación política de cada una de ellas, así como la unidad de acción por distintos puntos. Las agrupaciones son una organización superior, con una clara delimitación política en torno al programa del FIT. Para los compañeros que vienen de tener ilusiones en el kirchnerismo implica asumir que no hay salida a los problemas de los trabajadores en los marcos de organizaciones políticas cuyo fin es la administración del estado y que defienden la conciliación de clases entre los patrones y los trabajadores, que terminan por esto siempre adaptándose a la derecha (como los sectores que se reivindican progresistas del kirchnerismo en el FPV y el PJ).

En el movimiento estudiantil, nos proponemos recrear en todas las universidades donde estamos la experiencia que fue la Agrupación En Clave ROJA (independientemente del nombre que tenga), donde los miembros de la Juventud del PTS sean una minoría en su dirección, para mostrar nuestra vocación de convencer y no imponer nuestras posiciones a los compañeros que se inician en la militancia, también con una definición política alrededor del Frente de Izquierda. Lo mismo entre los estudiantes secundarios y terciarios.

Tomamos en nuestras manos el desafío de transformar en nueva fuerza militante parte del muy importante caudal electoral conquistado por el FIT. Es una tarea esencial, ya que sin esa organización militante creciente en lugares de trabajo y estudio no podremos derrotar el ajuste en curso ni, en perspectiva, lograr nuestro objetivo estratégico: un gobierno de trabajadores que termine con la explotación capitalista.