La infraestructura hospitalaria y los servicios de salud en México son insuficientes y empeorarán de continuar la actual tendencia de inversión pública, mostrando avance hacia la privatización del sector salud.
Miércoles 12 de julio de 2023

Distintos medios advierten que la infraestructura hospitalaria y servicios de salud en México serán insuficientes debido a la falta de inversión pública, según un informe titulado "Manifiesto Prospectiva del Hábitat Postpandemia", emitido por la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana.
Destaca que la infraestructura hospitalaria y los servicios de salud en México serán insuficientes en los próximos años si se mantiene la actual tendencia de inversión pública.
Esto es muy cierto y no sólo para nuestro futuro, sino ahora en el presente, pues la población pobre y trabajadora en México, ya enfrentamos graves problemas para acceder dignamente a nuestro derecho a la salud. Más allá de las promesas y discursos oficiales de la 4T, el avance de la privatización de la salud pública junto con las crisis del ISSSTE, el IMSS, INSABI y las secretarías de salud estatales, debido al desmantelamiento y la precarización han propiciado una situación muy crítica de la salud pública en todos sus ámbitos y a nivel nacional.
El negocio de la salud privatizada
En un escenario hipotético basado en la tendencia actual, el informe describe que en 2030 el gasto público en salud será del 2.4 por ciento del PIB, lo cual limitará la capacidad de atención ya de por si deficiente y con muchas carencias. Además, se calcula que el número de camas hospitalarias se reducirá de 0.93 por cada mil habitantes en 2020 a 0.8 por cada mil habitantes en 2030.
Además, preveen que el porcentaje de camas del subsistema privado crecerá del 24 por ciento, del que se tenía en 2020 al 35 por ciento en 2030. Esto significa que se estará avanzando con la privatización de los sistemas de salud pública y la injerencia de las empresas en los hospitales, para lucrar con la necesidad y emergencia de familias y pacientes de la clase trabajadora ante su agonía y desesperación por recibir atención médica.
También la noticia recientemente sobre la cancelación de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en Salud es un gran golpe para la población trabajadora y abre las puertas hacia el avance de su la privatización. Cada vez se orilla más a la población a atenderse en hospitales y laboratorios privados con un costo económico variable y de acuerdo a la clase social, siendo que el derecho a la salud es elemental y no debería producir un gasto catastrófico para las familias, sino un derecho que el Estado debería garantizar.
Sobre la cancelación de las NOM, las autoridades sanitarias en voz de Hugo López Gatell dicen que “no son necesarias”. La otra cara de la moneda es que, con esta decisión se incrementarán enfermedades crónicas como cáncer de mama, cáncer de próstata, hipertensión, diabetes y otras debido a la falta de prevención, tratamiento, seguimiento, regularización y control.
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Ayer y hoy, la salud pública en crisis
La crisis en el sector salud es un problema que ha afectado a miles de personas y familias de la clase trabajadora y sectores populares. El desmantelamiento del sector salud comenzó décadas atrás con los gobiernos del PRI, PAN y PRD, y continúan ahora en el gobierno de la "Cuarta Transformación" .
Aunque el presidente López Obrador prometió un sistema como el de Dinamarca, la política sanitaria de su gobierno esta muy cuestionada por la comunidad médica y de salud. Esto debido a que se eliminó el INSABI, un proyecto del actual gobierno que terminó en fracaso y del cual todavía no se dan cuentas claras de qué fue lo que paso.
La nueva apuesta ahora, es por el nuevo organismo descentralizado , IMSS-Bienestar. Se trata de una ambiciosa empresa con la cual nos prometen dar atención médica y de salud a la población sin seguridad social, pero que destina más recursos a programas asistencialistas -que después son utilizados como base clientelar y electoral de MORENA-, que a infraestructura hospitalaria, investigación y contratación de personal con plenos derechos.
El IMSS Bienestar además, seguirá funcionando en base a la precarización laboral del personal de salud, pues aunque el gobierno prometió la basificación, en los hechos lo que se está viviendo en los hospitales son despidos y rebajas salariales, además de que en casos como los de enfermería y otros, no se reconoce la profesionalización en los tabuladores salariales.
Este deterioro de los sistemas de salud públicos en nuestro país se debe en gran medida, a la implementación de reformas propias del neoliberalismo, ocasionando que se destine menos presupuesto en materia de salud y otras necesidades elementales como la educación y cultura, mientras que destinan miles de millones de pesos a la Guardia Nacional, el ejército y la militarización del territorio.
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Luchemos por el derecho a la salud
El Manifiesto Prospectiva del Hábitat Postpandemia propone destinar un porcentaje mayor del PIB y construir nuevos hospitales, pero lo cierto es que esto no sucederá por los discursos y la buena voluntad del gobierno. Como se vio en el sexenio de López Obrador, más allá de los discursos en la mañanera, sus intereses y trabajo están destinados a dar más presupuesto para el fortalecimiento de la Guardia Nacional, la militarización y la construcción de los Mega Proyectos como el Tren Maya, olvidándose de las necesidades elementales como la salud, educación, vivienda y otros para la población.
No podemos esperar pasiva y calladamente a que los sistemas de salud terminen de colapsar y se siga deteriorando aún más la salud del pueblo pobre y trabajador. Es urgente aliarnos sectores de la clase trabajadora como el sector educativo y de salud, poniendo al frente la pelea el derecho a la salud digna, gratuita y de calidad para toda la población. Tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas para conquistar este derecho, pero solo siendo miles en las calles podemos lograrlo.