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Red Internacional
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Conurbano Bonaerense. ¿Qué pasa cuando los intendentes manejan los programas sociales como propone Cristina?

Un repaso por las experiencias de quienes en La Matanza, Merlo y Morón tienen que trabajar precarizados para el municipio como contrapartida de la “ayuda social” que reciben. Un modelo que, desde el Estado, naturaliza la precarización y la asistencia, mientras reproduce la pobreza y la falta de trabajo genuino.

Sábado 2 de julio de 2022 14:49

Los intendentes y Cristina de un lado, el reclamo de trabajo genuino del otro

En el acto de la CTA de la semana pasada, Cristina volvió a atacar a los movimientos sociales, planteando el traspaso de los programas sociales bajo la órbita del Estado y administrado por intendentes y gobernadores. Desde La Izquierda Diario hablamos con Carla, cooperativista de Morón, Edith y Laura que trabajan para el municipio de Merlo a cambio del “Potenciar Trabajo” y analizamos el trabajo precario de los cooperativistas en el área de salud en La Matanza. Un modelo que naturaliza los ingresos de indigencia y la precarización – y que CFK pretende generalizar - y la necesidad de enfrentarlo en las calles, como propone el FITU para este 9 de Julio.

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Potenciar trabajo… precarizado para los intendentes

Carla es cooperativista en Morón y sostiene un comedor. Ella ya había denunciado la utilización de mano de obra barata de los cooperativistas por parte del intendente Lucas Ghi de Nuevo Encuentro, y ahora nos cuenta: “pasar la asistencia social a los intendentes es seguir haciendo el manoseo de los precarios. Lo primero que tiene que hacer el gobierno es reconocernos como trabajadores, y dejar de decir que somos planeros, ya que nos usan para tener trabajadores, con baja remuneración y ahorrando en empleo genuino. No somos planeros, somos precarizados a lo largo y a lo ancho del país: mujeres en merenderos o comedores, en salitas barriales, en las calles haciendo barridos”.

Una situación similar es la que vive Laura trabajando en Hospital Eva Perón de Merlo: “a mi nadie me hizo ningún contrato, ni por un mes, tres o seis. A nosotros nos pagan $19.500 por trabajar cuatro horas de lunes a viernes. Y a los que trabajan 8, les pagan el doble: 35 o 40 mil”. Es decir, que trabajando 8 horas y 5 dias a la semana, cobran ¡una cuarta parte! de lo que los trabajadores del INDEC señalaron como el mínimo que necesita una familia de 2 mayores y 2 menores.

Edith es una de las “beneficiarias” del Plan Potenciar Trabajo en Merlo “¿Quién nos asegura que vamos a tener trabajo genuino como primera medida, o sólo es más precarización y luego perder la tarjeta Plan Trabajo en manos de los intendentes o gobernadores y encima que nos callen en nuestras necesidades y luchas por trabajo genuino, salud, educación, vivienda digna? No lo veo viable, ni confío en las palabras e intenciones de Cristina. Como en su momento que propusieron el Plan Empalme y era más explotación y precarización al trabajador en su necesidad genuina, en manos de empresas encima, con parte de esa paga al obrero, subsidiado por el Estado beneficiando a los dueños que sólo nos explotan avalados por el gobierno. Lo venimos reclamando en las calles: trabajo genuino para desocupados, ocupados y precarizados” .

En La Matanza - donde gobierna Fernando Espinoza pero reina la precariedad de la vida - hay hospitales municipales como el Teresa Germani de Laferrere donde trabajadoras cooperativistas se encuentran trabajando hace más de 10 años. “Cobran un sueldo de aproximadamente $20.000. Cuando hay faltante del personal del hospital, los llevan a trabajar allí cumpliendo diversas tareas por disposición del propio Municipio de La Matanza”, denuncia Natalia Hernández Concejala del PTS-FITU.

“Somos trabajadores precarizados, no somos ‘planeros”

Carla continúa contándonos indignada: “Que no se hagan los estúpidos porque en las redes sociales de cada movimiento que existe muestran sus trabajos; pero bueno… en un departamento de la Recoleta y sentada en un sofá cualquiera habla por boca de ganso, menospreciando el esfuerzo y el trabajo de cada compañero cooperativista. Quieren hacernos creer que ellos nos hacen un favor al pagarnos la mitad de un salario mínimo; yo voy a seguir insistiendo no somos planeros, somos el ahorro de las intendencias y la mano de obra barata del Estado. Mientras nosotros seguimos con una baja remuneración, perseguidos por ellos mismos que nos quieren mansitos. El mensaje de ambos fue claro: decirnos ´no rompan la bolas y agradezcan lo poco que se les da!”.

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Edith, por su parte, agrega: “Les importa un bledo que somos seres humanos. El laburante está cada vez con menos trabajo, el ocupado explotado sin derechos y todos empobrecidos sin oportunidad de nada. Hemos bancado la olla popular como mejor pudimos, hasta con la mala mercadería que envían los municipios y el Estado, que no nutre, ni alimenta a un ser humano. Hemos cocinado hasta buscando en los galpones verduras para entregar rica comida en las viandas y que sea apetecible, y hoy solo nos chicanean y nos llaman planeros cuando nos hemos solventado, acompañado y mantenido entre pobres atendiendo nuestras necesidades”.

“Muchos compas no han tenido oportunidades por diferentes cuestiones. Carecen de educación, salud, ni hablar de vivienda. Hacemos lo que nos sale: panadería, costura, apoyo escolar, de mano de compañeros con estudio. Muchos son feriantes. En su mayoría somos mujeres con changas que también estudiamos o hacemos cursos. Mujeres solas con hijes que la luchan y se arreglan como pueden se organizan en sus días para poder cumplir con el trabajo y estar con sus hijes para poder llevarlos y traerlos del colegio y también muchas compañeras con violencia de género.”

Por su parte Laura afirma sobre su situación: “19 mil pesos no te alcanzan para nada. No tenemos que estar en negro, sino en blanco, con un contrato y cobrando un sueldo que nos alcance para nuestra familia. Así como está no va”

“El gobierno quiere desarticular la protesta mientras mantiene la precariedad y la pobreza, nosotros queremos trabajo genuino”

Sobre cómo sería el manejo de la ayuda social desde los intendentes, Edith de Merlo nos dice “Al intendente de Merlo no lo veo administrando el trabajo de compañeros y compañeras trabajadores con planes sociales.” Y agrega: “Para mí es una manera de sacarnos de las calles, no tener voz, ni derechos a poder reclamar al gobierno y las y los funcionarios que hoy nos quieren sacar los planes sociales por el ajuste de la mano del FMI .Y me surge otra pregunta ¿los gobernadores e intendentes peronistas y de derecha que administren los planes, ¿serían sin bandera política? No lo creo”

Y en cambio propone: “La mejor manera de organizarlo: me parece que es que todos y todas las compañeras y compañeros desocupados sean sujeto en sus asambleas se charlen como queremos trabajar”

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Por su parte la concejal Natalia Hernández agrega: “Este es el modelo que defiende y busca profundizar Cristina: salarios miserables, con las mismas tareas desde hace años, ningún derecho laboral y una absoluta precarización bajo las órdenes de los intendentes. Junto a trabajadores y trabajadoras municipales de salud del Germani, Equiza, el Hospital del Niño y el Policlínico de San Justo elaboramos un proyecto de Ordenanza municipal que pone en foco el pase a planta de todos, también de los cooperativistas, como parte de acompañar su lucha y poner nuestra banca al servicio de las y los trabajadores. Seguiremos en las calles acompañando esta pelea y apoyando su organización. Este 9 tenemos que llevar esta pelea también”.

Para otra muestra de cómo tratan los intendentes a los desocupados, la semana pasada en Merlo desalojaron la feria de Mariano Acosta. David Maidana, concejal del PTS-FITu en Merlo al hacerse presente para acompañar el reclamo de los feriantes dijo: “En Merlo son miles las familias que se encuentran en la absoluta pobreza, peleando para llegar a fin de mes. Mientras intentan sobrevivir como pueden, reclaman trabajo genuino. La respuesta del gobierno de Kicillof y Menéndez es mandarles la policía ¿A esos intendentes que tienen un absoluto desprecio por las y los laburantes es a quienes quiere darle aún más poder, avasallando los movimientos sociales?”

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Jorgelina Esteche, referente del FITu en Morón planteó: “En el país hay 17 millones de pobres, y es el propio gobierno armado por Cristina el que garantiza ganancias exponenciales a las grandes empresas como a la alimenticia Arcor que en 2021 tuvo una ganancia de $19.900 millones. Pero ella no habla de como generar trabajo genuino. Incluso dijo que habia que reducir los planes sociales porque ya había trabajo. Y claro ¡Si no considera como desempleado a quien cobra $19.000 de un programa del gobierno!”

Por eso, para atacar de raíz el problema de la desocupación propone: “Junto a Nicolás del Caño venimos planteando la necesidad de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, con un salario no menor a la canasta básica. Se podrían crear más de 1 millón de fuentes de trabajo, atacar la precarización, la desocupación, y trabajar todos! Tenemos que dar esta pelea en las calles, uniendo nuestras luchas y demostrandoles al gobierno, la derecha y los empresarios que buscan avanzar más en nuestras condiciones de vida y derechos de la mano del FMI, que vamos a enfrentarlos. Por eso, este 9 de julio tenemos que ser miles y ganar las calles en contra del ajuste que nos quieren imponer, del ataque a los movimientos sociales opositores que están peleando por trabajo digno y por el triunfo de todas las luchas en curso como Bagley en Córdoba y la del neumático!”

Carla, dejó un planteo importante frente a esta situación: “Si las patronales son abusivas no hay forma de enfrentarlas más que nos organizándonos nosotros como cooperativistas y trabajadores exigiendo lo que nos corresponde, y eso se logra en las calles”.