El importante ejemplo del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras ante el silencio encubridor de las autoridades de la UBA y sus agrupaciones estudiantiles.
Facundo Gomez @FacundoGomezG
Domingo 3 de septiembre de 2017
Ya hace más de un mes que la Gendarmería Nacional se llevó a Santiago Maldonado en la feroz represión al pueblo mapuche del 1 de agosto. Desde ese día cientos de miles, millones de personas en todo el país preguntan "¿Dónde está Santiago?" y exigen, junto a sus familiares y amigos, que el Estado asuma su responsabilidad.
Las respuestas, parecen burlas para un pueblo que conoce los manuales de impunidad que han aplicado durante tantos años los gobiernos de todos los colores políticos: “Santiago no estaba ahí”, “Se fue a Entre Ríos”, “Está en Chile”, etc.
Ningún funcionario se atrevió a asegurar, por ahora, que le falten “pruebas de que no esté en la casa de la tía”, pero no sorprende que cuando se trata de desligar la responsabilidad del Estado, las respuestas nos suenen conocidas.
Por el contrario, en muchos lugares de trabajo y de estudio, trabajadores y estudiantes de todo el país hacen escuchar su voz exigiendo la aparición con vida de Santiago. En ese marco nos preguntamos ¿Qué se está haciendo en la UBA por Santiago?
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Con más de 300.000 estudiantes y miles de trabajadores docentes y no docentes, la UBA se ubica como la segunda universidad más grande de América Latina. Sorprendería que esta enorme institución, que tiene cientos de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, no esté a la cabeza de la campaña por la aparición con vida de Santiago Maldonado, si no fuera porque actualmente es gobernada por funcionarios radicales y peronistas afines al gobierno de Cambiemos.
El silencio cómplice de las autoridades
Tuvieron que pasar 25 días desde la desaparición forzada de Santiago para que el Consejo Superior de la UBA (órgano máximo de co-gobierno) pronunciara una tibia “preocupación” por el hecho que conmueve al país entero y que abrió una crisis al gobierno de Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
Se entiende que el actual Rector de la Universidad, Alberto Barbieri, quién hubiera sido ministro de educación si Daniel Scioli hubiera sido electo presidente en 2015, no quisiera contribuir a esta crisis luego de haber declarado hace unos meses que está “trabajando muy bien con el gobierno nacional”. En el portal oficial de la UBA recién se menciona a Maldonado en una nota publicada el 29 de agosto.
En las Facultades más numerosas de esta Universidad, donde las autoridades también son afines a Cambiemos, se comprueba la misma línea política: En Ciencias Económicas también el 29 de agosto el Consejo Directivo solo manifestó “preocupación”.
En Psicología las autoridades, junto con las agrupaciones que componen la mayoría estudiantil en el Consejo Directivo –El Impulso- decidieron aplazar 15 días la discusión por el contenido de la declaración presentada por la agrupación En Clave Roja.
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En Derecho directamente se negaron a tratar el proyecto presentado por la Izquierda en Derecho con apoyo de cientos de estudiantes, que exige la aparición de Santiago.
En la Facultad de Veterinarias, según informa el Centro de Estudiantes en su cuenta oficial de Facebook, se presentó un proyecto de declaración que no se aprobó para ser tratado en el momento.
En Medicina, Farmacia, Odontología, Ingeniería y Arquitectura aún guardan silencio…
Por su parte la Facultad de Agronomía publicó una declaración del Grupo de Estudio y Trabajo QOM (GET Qom), mientras que Exactas y Sociales adhirieron públicamente a la movilización del 1 de septiembre.
En Filosofía y Letras las autoridades también adhirieron a la convocatoria y aceptaron la propuesta de la conducción del centro de estudiantes para no computar faltas, pero se negaron a pronunciarse sobre la desaparición de Jorge Julio López.
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El rol de los centros de estudiantes
El objetivo de quienes gobiernan la universidad es mantener dormido al gigante de la UBA. ¿Qué pasaría si el conjunto de la comunidad educativa se pusiera en movimiento, de manera unificada, por Santiago Maldonado? Es la pregunta que no quieren ni hacerse estos funcionarios. Basta solo imaginarlo para comprender que, si el viernes 1 de septiembre fuimos más de 250.000 personas en Plaza de Mayo, con la UBA a la cabeza, el movimiento por “Aparición con Vida YA” tomaría una dimensión aún más impresionante.
Pero para que esto ocurra es necesario que los Centros de Estudiantes se propongan una verdadera coordinación. Esto es lo que no viene sucediendo en aquellas facultades donde estas organizaciones están en manos de Franja Morada, pata estudiantil de Cambiemos, que actúan en sintonía con el Rector.
Pero tampoco en las que conducen el kirchnerismo y el PJ. En Ciencias Sociales (CECSo) con las agrupaciones UES y Nuevo Encuentro, las iniciativas no han estado a la altura de las circunstancias, y en Psicología (CEP) con La Mella directamente han sido cómplices de las autoridades de esa facultad.
Por eso el ejemplo del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL), es de gran importancia en este momento. Allí la agrupación En Clave Roja (Juventud del PTS e Independientes) desde la Presidencia del CEFyL, dio una verdadera muestra del rol que pueden jugar las organizaciones estudiantiles ante hechos de magnitud: propusieron en asamblea, donde se votó por unanimidad, parar la facultad por Santiago; extendieron la propuesta a los gremios docentes y no docentes que se sumaron a la iniciativa; y organizaron los cursos para que toda la comunidad educativa se encuentre en el patio para realizar un acto. El resultado fue un verdadero hecho político, “histórico” según C5N, sin precedentes en la Universidad de Buenos Aires.
Como planteó Brenda Hamilton, presidenta del CEFyL, en el acto por Santiago: “Nosotros tenemos esa fuerza, que puede cambiar la situación”. Con esa ambición, la red de agrupaciones En Clave Roja en el Frente de Izquierda se propone redoblar la campaña por Aparición con Vida de Santiago Maldonado en las calles y en todas las facultades de la UBA, invitando a los miles de estudiantes a ser parte de esta pelea.
