La consejera de la ciudad de Los Ángeles, la latina y miembro del Partido Demócrata, Nury Martinez, renunció luego de que se filtrara un audio de ella y otros políticos del ayuntamiento de esa ciudad haciendo comentarios abiertamente racistas contra negros y latinos.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Martes 11 de octubre de 2022
En días recientes, un audio se filtró a redes sociales. En él se escucha a la presidente del consejo del ayuntamiento de Los Ángeles (California), Nury Martínez, que es miembro del Partido Demócrata, burlarse junto con algunos de sus compañeros políticos de miembros de las comunidades negra y latina. El escándalo llevó a que en los últimos días renunciara.
Martínez fue grabada diciendo que un miembro del consejo, Mike Bonin, un blanco y también miembro del Partido Demócrata, manejaba a su hijo negro como un accesorio y que "parece changuito", adjetivo comparativo que históricamente en Estados Unidos tiene una fuerte connotación racista.
La conversación fue entre Martínez, Kevin de León y Gil Cedillo. Todos son miembros del Partido Demócrata. De León agregó que Bonin traía a su hijo como si fuera una bolsa de Lous Vuitton. También se expresaron denostando al fiscal general del distrito de Los Ángeles, George Gascón, exclamando "que se joda, está con los negros".
Asimismo, señalaron con extrañeza el mestizaje entre oaxaqueños y coreanos en el barrio coreano de la ciudad (Koreatown). Martínez dijo que ve "mucha gente pequeña y morena". Cedillo agregó que "son oaxqueños-coreanos. Ni siquiera como Kevin [De León], sino chaparros". En medio de carcajadas, Martínez dijo que "No sé de qué aldea vinieron o cómo llegaron aquí. ¡Están feos!".
Posterior a la filtración, Martínez se "disculpó" diciendo que "en un momento de intensa frustración y rabia, dejé que la situación se apoderara de mí y me hago responsable de estos comentarios. Por eso lo siento". Muy extraña frustración y rabia la que provoca carcajadas a expensas de personas de ascendencia coreana y oaxaqueña (y por tanto, mexicana).
A tan sólo un mes de las elecciones intermedias, en las que el gobierno de Biden busca enfrentar tanto al Partido Republicano como a su ala trumpista de ultraderecha, que va ganando más adeptos en las elecciones primarias de ese partido, los políticos de Los Ángeles demuestran que son tan racistas como sus contrincantes republicanos. No sorprende: son miembros de un partido imperialista que, mediante políticas de identidad, cooptan a miembros de comunidades oprimidas para canalizar el descontento, de ahí que sea apodado como "el cementerio de los movimientos sociales".
Las políticas de identidad por lo general sugieren que la elección de determinados representantes hará que legislen en favor de sus comunidades. Bajo esta óptica, una mujer o una persona de ascendencia latina legislaría en favor de las mujeres o los latinos, un negro actuaría en beneficio de la comunidad negra, etc.
Pero las declaraciones racistas de Martínez y su séquito de demócratas, considerado el partido "progresista" y falsamente asociado con la izquierda estadounidense, demuestran que eso es falso: los intereses materiales priman por encima de la representación identitaria. Los lobbies del complejo militar que financian a los demócratas tienen más peso que los intereses de las comunidades que supuestamente Martínez et al representan.
Ante ello, las mujeres, latinos, comunidades indígenas y negros no pueden confiar en ese partido imperialista que tras bambalinas se comporta igual que aquel que llevó a un racista magnate a la presidencia con la promesa de construir un muro en la frontera con México. Partido que también incide en México ya sea con los burócratas de la AFL-CIO en los sindicatos o con nexos en los partidos políticos mexicanos al servicio de los empresarios tanto de México como de Estados Unidos.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana