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Red Internacional
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Paro de maestrxs. ¿Qué significa la protesta docente en Tamaulipas para el magisterio nacional?

A más de dos semanas, el paro docente de las maestras y maestros en Tamaulipas muestra que el abandono a la educación pública va más allá de los libros de texto. Tanto el PRIAN como Morena en los gobiernos estatales y federal sostienen una política de excepción laboral y precarización del servicio educativo.

Miércoles 13 de septiembre de 2023

Desde inicios de este mes, miles de maestros agrupados en la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Tamaulipas tomaron de forma simultánea oficinas del Centro Regional de Desarrollo Educativo (CREDE) en Ciudad Victoria, Matamoros y Tampico. Estas tomas iniciaron debido a la profunda inconformidad del magisterio tamaulipeco, no solo por el retraso de los pagos y las cuestiones salariales relacionadas con cómo se manejan los presupuestos estatales, sino con las propias condiciones del servicio que cada vez es más precario, lo que significa hacer trabajar más a las y los maestros de la entidad.

Las jornadas de lucha comenzaron con un paro en más de 2 mil escuelas de las 6 mil 500 existentes en la entidad, así como con la toma de oficinas administrativas en demanda de los pagos adeudados a más de 600 profesores, transparencia en el manejo de las claves presupuestales, menos estudiantes por grupo y mobiliario para las escuelas, siendo éstas las más destacadas del pliego petitorio de 22 puntos entregado a las autoridades educativas del gobierno estatal, encabezado por el morenista Américo Villarreal.

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El magisterio del estado ha recibido innumerables muestras de apoyo y respaldo de parte de las comunidades escolares, madres y padres de familia, quienes han acudido a los plantones y a las movilizaciones para dejar comida a sus docentes -mentores de sus hijos- y en redes sociales señalan que no conocían el problema que tenían los maestros, pero al saberlo les dieron la razón de protestar por cómo los trata el gobierno, lo cual hace recordar aquellos momentos del 2016 cuando madres y padres de familia en la Ciudad de México, junto a miles de maestros, bloqueamos decenas de vialidades en la capital del país contra la reforma educativa de Peña Nieto.

Libros de texto y la devaluación de la labor del magisterio

A través de este diario hemos dado cuenta de los múltiples abusos por parte de gobiernos estatales, principalmente encabezados por Morena, contra el magisterio, particularmente expresados en la falta de pagos a docentes y las pésimas condiciones en las que se encuentra la mayoría de las escuelas.

Entre los procesos más álgidos de los últimos años tenemos la lucha ante la quiebra del ISSSTEZAC, que dejó en la incertidumbre a miles de docentes y que reclamaban falta de pagos; así mismo, las enormes movilizaciones del magisterio de Nayarit contra el gobernador Miguel Ángel Navarro, a quien inclusive calificaron de “Enemigo público No. 1 del Magisterio Nacional” por las importantes reformas en materia de jubilaciones y pensiones contra lxs trabajadorxs de la entidad.

Durante el sexenio se mantuvo una política de asfixia presupuestal a las nóminas estatales, que se vio reflejada en falta de pagos a miles de docentes en todo el país: el gobierno de Michoacán tuvo adeudos a cientos de docentes de educación indígena, mientras que lxs docentes de Morelos realizaron enormes movilizaciones en su capital y caravanas hacia la Ciudad de México en busca de soluciones. Esto sin contar el permanente estado de incertidumbre de los docentes del Programa Nacional de Inglés (PRONI), a quienes durante años los mantuvieron con pagos esporádicos.

Más recientemente estuvieron también las enormes manifestaciones del magisterio del Estado de México, quienes durante junio mantuvieron bloqueos en las principales arterias de conexión con la CDMX -a solo unas semanas del triunfo de Delfina Gómez- en demanda de pagos atrasados, donde la represión de parte del gobierno saliente del priista Alfredo del Mazo no se hizo esperar, mientras que la virtual nueva gobernadora no se pronunció por los hechos, pese al perfil de “maestra” que aprovechó para hacerse campaña.

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Ahora con la polémica desatada por los libros de texto, mientras el gobierno federal y los gobiernos estatales oficialistas se dicen “defensores de la educación pública contra la derecha y los conservadores” y mantienen una fraseología progresista en los materiales, al mismo tiempo aplican el tipo de medidas anteriormente descritas contra el magisterio, que lejos de revalorar su labor contribuyen a una profunda devaluación del magisterio y de los servicios educativos que brinda el Estado a los más de 36.5 millones de niñxs y adolescentes.

Tanto el gobierno como la oposición no han mostrado una preocupación real por la educación pública y no lo harán porque sus intereses son contrapuestos a quienes realmente deseamos que nuestras niñas y niños tengan un servicio educativo digno.

Es por ello que las y los docentes de esta agrupación no solo nos pronunciamos por el incondicional respaldo a nuestros compañeros en Tamaulipas, si no pensamos también que sus demandas en realidad son las demandas de todo el magisterio.

Opinamos que para llevar hasta el final todas y cada una de estas exigencias es necesario imponerlas por la vía de la movilización, como ya lo están demostrando nuestros colegas, pero al mismo tiempo es fundamental imponerle a la dirección sindical la realización de asambleas de base para discutir y decidir democráticamente los pasos a seguir.

Junto con ello, la solidaridad activa del magisterio nacional, empezando por sus sectores organizados como la CNTE, puede jugar un papel muy importante en el triunfo de las maestras y maestros tamaulipecos, lo cual nos dejaría en mejores condiciones para luchar por la solución a todas nuestras demandas.