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Red Internacional
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Tribuna Abierta. ¿Qué significa un ejército de reserva como el mexicano?

Si sumamos los mexicanos desempleados a los que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) consideraba en “condiciones críticas de ocupación” durante el segundo trimestre de 2016 resultan 9.9 millones.
Como el total de trabajadores es de 53.5 millones tenemos que uno de cada cinco (20 %) serían parte de lo que Marx llamó “ejército industrial de reserva”: un contingente que puede trasladarse muy fácilmente a la producción donde el capitalismo requiera crecer y sea más conveniente. (1)

Jueves 1ro de septiembre de 2016

Sin embargo, muchos de ellos no les queda otra alternativa que esperar indefinidamente sin encontrar un empleo asalariado o desistir de buscarlo porque no lo han encontrado a pesar de su esfuerzo. Desempleados y precarios tienen una función dentro de capitalismo: facilitar el crecimiento capitalista; y a la vez sirven para presionar para que los empleados acepten condiciones más duras de trabajo, como explicamos acá y acá.

Hay un freno que obliga a que haya trabajadores disponibles o sobrantes para la acumulación capitalista: no puede haber pleno empleo de la fuerza de trabajo. ¿Hay otro que límite ese ejército de reserva? La teoría burguesa habla cínicamente de “tasa natural” de desempleo y hoy nos dice que es creciente.

En realidad, los precarios hacen que el trabajo sobrante sea más del 20% pues hay 11.4 millones de trabajadores cuenta propia que en su mayoría son parte del ejército de reserva del capitalismo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que los trabajadores por cuenta propia y quienes trabajan sin percibir un ingreso monetario (los trabajadores familiares) son trabajadores “vulnerables” pues en la mayoría de los casos no tienen atención médica garantizada y pensiones de retiro. En todo el mundo el 46%, unos 1,500 millones de trabajadores fueron “vulnerables” en 2015 según el informe citado (2).

La producción capitalista se hace para obtener ganancias. Si hay una medicina que cura una enfermedad y otra que tan sólo alivia los síntomas, las empresas farmacéuticas ocultan la primera y sólo producen la segunda. Hay un foco que tiene más de un siglo encendido sin fundirse. Se sabe cómo producir focos que funcionen decenas de años y aparatos electrónicos muy duraderos y fáciles de reparar. Sin embargo el capitalismo produce estableciendo la vida útil de sus productos: obsolescencia programada se llama. Ello para seguir ganando.

¿Por qué el capitalismo tiene un ejército de reserva de cerca de la mitad de la fuerza de trabajo mundial? ¿Por qué un enorme contingente que no produce ganancias? Una posible (aclarar si habrá aquí o en dónde una segunda o tercera) respuesta es que el capitalismo tiene todavía muchos años de vida por delante. El abandono del llamado “socialismo real” en lo que fue la Unión Soviética y en China parecen confirmar la idea de un capitalismo en expansión.

La realidad es más compleja y difícil de predecir. Muchos de los trabajadores por cuenta propia fueron obligados por el desarrollo capitalista a dejar el campo y no pudieron ser integrados al trabajo asalariado. Un estudio (3) de McKinsey Global Institute, una empresa dedicada a impulsar el desarrollo del capitalismo, constata que unos 500 millones de trabajadores de los países ricos se han empobrecido durante los últimos 10 años. El desempleo para el mismo período en EUA y en la Unión Europea ha sido muy alto. Además, en ambas regiones una parte importante de los trabajadores está con empleos precarios como en los países de menor ingreso.

El enorme ejército de reserva de nuestros días quizás ya no podrá ser integrado a la explotación capitalista. Tan enorme masa de trabajo sobrante significa que el capitalismo es ya un régimen caduco. Lo sobrante no es el trabajo sino el capitalismo.

A los problemas económicos ocasionados por el capitalismo del siglo XXI se han sumado otros dos no menos importantes: a) la crisis ecológica que amenaza no sólo a la humanidad sino a la vida misma en el planeta y b) la crisis social en todo el orbe.

Un ejemplo de lo segundo nos lo ofrece la Academia de Ciencias de los EUA, quien alertó del enorme crecimiento del número de presos en ese país. Ese grave problema resulta de la precarización del empleo pero también de que una gran parte del sistema de prisiones es privado y es un gran negocio mantener gente en la cárcel con los impuestos pagados por los trabajadores.

“La población penal de Estados Unidos ha crecido continuamente durante los últimos treinta y seis años. La tasa de encarcelamiento en los Estados Unidos es ahora cuatro veces su promedio histórico y siete veces mayor que en Europa Occidental. Aún más sorprendente –sic– es que el nivel general de encarcelamiento se concentra en los segmentos más desfavorecidos de la población.

Un tercio de los afroamericanos, que no concluyen la enseñanza media, menores de 40 años, están actualmente tras las rejas. Entre todos los hombres afroamericanos nacidos desde mediados de la década de 1960, más del 20% irá a prisión, casi el doble del número que se graduará en la universidad. Este patrón extraordinario de la reclusión penal ha sido llamado ´el encarcelamiento masivo’, “una tasa de encarcelamiento tan alta que afecta no sólo al delincuente en particular, sino también a grupos sociales enteros.” (4)

Una manifestante exige trabajo en lugar de cárcel durante tras una marcha de protesta en 2013 en Washington, DC. Foto tomada del sitio web de Amnistía Internacional.

La crisis ecológica: “El crecimiento exponencial de la contaminación del aire en las grandes ciudades, del agua potable y del medioambiente en general; el calentamiento del planeta, el derretimiento de los glaciales polares, la multiplicación de catástrofes ´naturales´; la destrucción de la capa de ozono; la destrucción, a una velocidad creciente, de los bosques tropicales y la rápida reducción de la biodiversidad por la extinción de miles de especies; el agotamiento de tierras, su desertificación; la acumulación de residuos, principalmente nucleares, imposible de manejar; la multiplicación de accidentes nucleares y la amenaza de un nuevo Chernobyl; la contaminación de la comida, las manipulaciones genéticas, las “vacas locas”, la carne con hormonas. Se encienden todas las alarmas: es evidente que el curso enloquecido de las ganancias, la lógica productivista y la mercantilización de la civilización capitalista/industrial nos conduce a un desastre ecológico de proporciones incalculables.” (5)

Por los graves problemas ambientales, económicos y sociales a los que nos ha conducido el capitalismo, muchos marxistas afirman que el capitalismo no tiene ya posibilidades de expansión aceptable para los trabajadores. Muchos de ellos asientan que el socialismo democrático no sólo es necesario sino urgente. El ascenso de diversos movimientos fascistas, como el de Trump en EUA, nos habla también de dicha urgencia. Las derechas más agresivas y temibles están capitalizando las graves dificultades de amplias capas de la población para nutrir sus bárbaras propuestas.

Creo que debemos discutir y actuar todos los movimientos socialistas y los meramente anticapitalistas para construir soluciones o incluso paliativos para los graves problemas que enfrenta la humanidad en el capitalismo del siglo XXI.

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Notas:

(1) Me había propuesto tratar de qué significa un ejército de reserva demasiado grande y cómo se le produce en el capitalismo de hoy. Aquí sólo se tratará el primer punto: ¿Qué significa un ejército de reserva demasiado grande?

(2) Organización Internacional del Trabajo, Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2016, p. 7. Consultado 25/8/2016.

(3) Dobbs, R. y otros, “Poorer than their parents? A new perspective on income inequality”, julio 2016. Consultado 8/18/2016 1:08 PM.

(4) “The Challenge of Mass Incarceration in America 2008-2010”, The American Academy of Arts and Sciences en https://www.amacad.org/content/Research/researchproject.aspx?d=63

(5) Löwy, M."¿Qué es el Ecosocialismo?", Octubre 2004. Traducción: Andrés Lund Medina. Consultado 27/8/2016.