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Red Internacional
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Carrera electoral. ¿Qué significó el acto político de los presidenciables de Morena en Coahuila?

Con el reloj de las elecciones en Coahuila y el Estado de México en cuenta regresiva como trasfondo, las ’corcholatas’ de Morena “coparon” la ciudad de San Pedro, Coahuila, en un mitin político que prepara el terreno para decantar quién será el próximo candidato para presidente de la república de ese partido en 2024.

Miércoles 29 de junio de 2022

La novedad fue que ahora sí estuvo presente Ricardo Monreal, el coordinador del ’Movimiento de Regeneración Nacional’ en el senado y auto candidateado para presidente, luego de los reclamos que hiciera y sus insinuaciones de que podría dejar el partido si se le discrimina, lanzando una amenaza velada al Comité Ejecutivo de Morena y al propio Andrés Manuel López Obrador por segregarlo de los anteriores actos políticos preelectorales del partido.

Esta vez el ausente fue Marcelo Ebrard, quien está en cuarentena por contagiarse de Covid-19.

No es la primera vez que Ricardo Monreal amaga con romper con el lopezobradorismo. En 2018, luego de que fracasara su intento por ser el candidato de MORENA para la Ciudad de México, amenazó con ser abanderado para la capital por otro partido, lo cual hubiera significado la pérdida de un caudal importante de votos clientelares para el actual presidente de la República. Recordemos que Monreal dirige una corriente importante dentro de Morena, con presencia, sobre todo, en la capital y Zacatecas, misma que construyó desde que militaba por el Partido de la Revolución Democrática.

En aquel entonces, AMLO se vio obligado a comprometerse con el zacatecano para que éste obtuviera la dirección de MORENA en el senado, como premio de consolación que exorcizó una temprana ruptura en las filas del partido guinda.

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¿Unidad frágil?

En el mitin de este 26 de junio, bajo la altas temperaturas de Coahuila, cada uno de los tres protagonistas de la tarde –Adán Augusto (Secretario de Gobernación), Claudia Sheinbaum (jefa de gobierno de la Ciudad de México) y Ricardo Monreal (coordinador de Morena en el Senado)— hablaron de la necesidad de unidad dentro del partido para asegurar en el 2023 el triunfo de la ’Cuarta Transformación’ en los últimos dos bastiones que le quedan al Partido Revolucionario Institucional: el Estado de México y Coahuila.

Aunque en efecto, todo parece indicar que en el futuro inmediato y leyendo las encuestas, al partido del presidente le conviene cerrar filas desde ahorita, aprovechando la crisis de legitimidad que está hundiendo a la oposición derechista, nada descarta que a mediano y largo plazo, las luchas fraccionales al interior de Morena se retomen apenas concluyan las elecciones del próximo año.

En el partido que se autodenomina de izquierda reina el pragmatismo por encima de las ideologías y el programa. Por eso, la Cuarta Transformación, más que un cambio radical en la vida política nacional, significa una reconfiguración de los grupos tradicionales de poder nacionales, donde caben conocidísimas figuras del “antiguo régimen” como Marina Vitela, ex priísta de Durango y recientemente ex candidata por Morena a la gubernatura de aquella entidad y presente en el acto de San Pedro.

Mientras, si bien fue una buena jugada (probablemente recomendada por AMLO) realizar desde ahora mítines en los estados que serán los escenarios electorales del próximo año, las ansias de las “corcholatas” de Morena los llevaron a protagonizar la tarde y relegar a segundo plano al elegido por López Obrador para Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, actual Subsecretario de Seguridad del Gobierno Federal.

Morena se prepara para la carrera electoral en Coahuila

Mejía Berdeja proviene del PRI coahuilense, del mismo bloque lagunero priísta del cual surge el actual gobernador Miguel Riquelme. Se sabe que Berdeja está incorporando a su estructura a viejos conocidos que rompieron con el ’’revolucionario institucional’, pero también a otras fichas que sólo están olfateando hueso en el reacomodo político de viejas camarillas políticas que está significando la avalancha morenista.

Las elecciones en el Estado de México y Coahuila no serán tarea sencilla para el partido de la Cuarta Transformación y sus aliados. Se trata de los últimos bastiones del PRI, por lo que éste los defenderá, ni duda cabe, salvajemente.

Sabiendo esto la dirección de Morena, el acto político de unidad en San Pedro, Coahuila, representa un mensaje para los tradicionales grupos del PRI en el estado -que controlan con fuertes dosis de represión e impunidad, así como con un gran colmillo para la mapachería electoral-, de que el partido del presidente tendrá todo el aparato federal y partidario que su vertiginoso ascenso les ha dado, dispuesto contra sus adversarios, en caso de que éstos usen sus ya muy recurrentes y denunciadas estratagemas políticas para conservarse en el poder.

De hecho, el primer aviso ya fue mandado desde Palacio Nacional, con la vinculación a proceso del ex tesorero del ex gobernador, Rubén Moreira, por presuntos desvíos millonarios.

Como conclusión, lo que se espera en los próximos meses es la agudización de la polarización y las disputas que priman en el clima político electoral a nivel nacional y en Coahuila, pues es también probable que las peleas internas surgidas en el PRI coahuilense, dada la crisis nacional en la que se encuentra este partido, se agudicen y eventualmente lleven a rupturas que decanten en nuevas incorporaciones al bando de Mejía Berdeja.