Se está llevando a cabo el juicio para esclarecer el acontecimiento por el cual la policía de Neuquén le disparó por la espalda a Raúl Godoy. Pongo "LA" policía de Neuquén, pero el juicio no es contra la fuerza, que quede claro, sino que está centrado en determinar qué tipo de responsabilidad le cabe al escopetero Sergio Palominos, la persona de esa fuerza que efectuó el disparo en contra de Raúl a quemarropa y por la espalda.
Sábado 25 de septiembre de 2021 12:24
Los testimonios se apilan y en las últimas jornadas -desprendiéndose de las declaraciones de los policías que estuvieron allí, más los que no estuvieron pero igual fueron citados por las partes a raíz de sus jerarquías- quedó bien en claro que la fuerza policial en bloque respalda y brega por la inocencia de su representante en esta causa. Y en otras, claro, lo hemos visto en reiteradas oportunidades.
Los testimonios que se han escuchado en tres jornadas tienen "argumentos" de defensa en favor de Palominos que son de lo más subjetivos y disparatados. Uno de los policías, por ejemplo, llegó a declarar bajo juramento que Raúl los tiene hartos, a todos, a toda la fuerza, porque está en todas y cada una de las manifestaciones (¡lo dijo sin que se le cayera una pestaña!) Una suerte de "ella se lo buscó", ¿no? Algo que recordamos con amargura en estos días en los que los Estados nacional y provincial pidieron disculpas por su accionar vergonzoso en la causa Ivana Rosales, a quien acusaron de lo mismo: habérsela buscado.
Las actitudes vergonzosas fueron muchas más, solo hay que guglear y mirar un rato las audiencias públicas. A veces da hasta vergüenza ajena.
Por ejemplo: la policía llevó al juicio el video del registro de aquella represión (que ellos mismos filmaron) todo editado y cortado a conveniencia. El perito Prueguer lo analizó y -literalmente- lo demolió como prueba. La defensa del policía llegó a llevar a un arquitecto que armó una reconstrucción en 3D con un programa de arquitectura, mostrando como supuestamente habían sido las cosas, pero luego de haber proyectado en la sala aquella película de excéntrica calidad, y parado allí, en el estrado, el arquitecto confesó que él no había estado en el lugar de los hechos, que había armado aquello según narración de la fuerza, que no era perito calificado y que a él le parecía que todo lo que pasó, había sido así (¿?).
Es muy improbable que a esta altura de los acontecimientos, con el curso de las declaraciones ya efectuadas y con el devenir lógico de la exposición de ambas partes, el policía que disparó pueda demostrar que lo que hizo -su acción concreta: ¡bang! el disparo- vaya más allá de una licencia de pulsión asesina que se tomó aquel día.
Nada indica que pueda demostrar inocencia. Nada.
Mas lo que no hay que perder de vista es que de aquí, con todas las confesiones de parte escuchadas, surge material muy preciso y concreto como para demandar a la fuerza entera, una actora no ya crítica de estas acciones criminales, sino amiga expresa de los escopetazos en contra de quien se manifiesta. Si en en el estrado lo admiten con tanta soltura ¿por qué no hacerlo valer como prueba en su contra en tribunales muy pronto? No es mala idea, ¿no?
La justicia deberá hacer lo suyo, esperemos que con altura y ecuanimidad. Tiene todos los elementos como para determinar qué tan grave es lo que Palominos hizo en 2017 en contra de Raúl.
La opinión pública, la de las personas que habitan la sociedad regional, espera.
Algunos medios disparan otra vez, a través de colegas que toman el micrófono o escriben excrecencias sobre que en el fondo Raúl (o cualquiera que se manifieste, claro) se merece un buen cohetazo. Todas esas musarañas de la comunicación (con el perdón de aquella especie) están buscando que la opinión pública vire hacia el nicho del odio y que todo el mundo piense como ellos, que sí, que hay que disparar por la espalda, porque eso sería lo que "cuida los intereses de la sociedad en su conjunto". No sé si lo lograrán, pero que lo van a intentar, lo van a intentar.
Entonces estemos atentos y atentas a todo lo que circunda este juicio, porque de aquí surgirán herramientas muy valiosas para imaginar un mundo y una sociedad más justa. Deberemos usarlas a futuro.
Sería buenísimo que cada participante de la vida social y política de esta provincia (y por qué no de otras) de su punto de vista sobre este episodio con claridad. Qué lindo que sería ¡Y tan útil!
Termino este posteo tan largo agradeciéndote que lo hayas leído todo y con atención.
Voy a poner una foto de Raúl medio vieja, porque me encanta como sonríe en ella. Raúl tiene una de las sonrisas más pulenta que conozco y que he visto en mi vida. Demás está decir que a pesar de que lo cagaron de un corchazo, sigue riéndose así, como en la foto.
Que haya justicia, y que este acontecimiento sirva para profundizar el análisis serio que hay que hacer sobre la participación coordinada de las fuerzas de seguridad en hechos de represión y acción criminal contra las personas.
Aguante Raúl.