¿Qué es perder el tiempo en los marcos de este sistema?¿Por qué nuestro tiempo tiene que ser meramente productivo? Reflexiones de una trabajadora de la salud.
Viernes 30 de septiembre de 2022 15:16
Imagen: Lucía Bellingeri
Qué difícil es luchar por el tiempo, tiempo para organizarse. Suena la alarma del despertador y automáticamente abrimos los ojos pensando cómo organizar nuestro tiempo, a veces por semanas, a veces por días. Hay agendas, hay despertadores, relojes inteligentes y minutos que no nos sobran.
¿Qué es perder el tiempo en los marcos de este sistema?¿Por qué nuestro tiempo tiene que ser meramente productivo? ¿Quién se beneficia del tiempo que perdemos los trabajadores en poner en funcionamiento los hospitales, el transporte, las escuelas, las changas, los comedores y el trabajo de reproducción en las casas? ¿Acaso la clase trabajadora no ha luchado históricamente por su tiempo?
En esta ocasión acercamos algunas dudas de lo que podemos empezar a pensar, un recorte de cómo ese olvidarse de que nuestro tiempo que materialmente nos pertenece afecta también a nuestra salud, a nuestros vínculos y a nuestras maneras de ver el mundo.
Tic tac tic tac y sigue corriendo… las condiciones de vida son cada vez peores y muchas veces entre que vas de un laburo a otro, terminás comiendo en el bondi. En ese transcurrir de las horas, escuchamos música, vemos series, oímos la radio. De pronto alguien se sube al tren, toca unos temas pasando a ser parte del paisaje cotidiano y te modifica tu rutina con alguna nota que suena. Y seguís pensando en el tiempo, en que llego tarde, en que los nenes que salen de la escuela, que el lavarropas, que me van a descontar.
Ahora bien entre tanto pensar en cómo no nos alcanza el tiempo y la plata. Cuánto nos detenemos a pensar que ese tiempo es nuestro y que está en disputa constantemente, retomando esas banderas que nombrábamos antes.
La pelea por el ocio es un derecho. Mientras más se nos desdibuje eso, más ganan ellos, los poderosos, los que tienen la máquina que condiciona nuestro tiempo y nuestras elecciones. Y no solo las nuestras, sino también las de nuestras infancias y nuestros adultos mayores ¿ Cuál es el tiempo de calidad que podemos brindarles?
Durante el año, el tiempo que más queremos es un día de franco, no tener que usar despertador, no tener que correr y acceder al derecho de las vaciones. Cuando llega ese momento ¿ qué es lo que pasa? Tenes una pausa en tu rutina laboral, donde los dueños del tiempo, ya no deciden sobre tu tiempo, entonces te sentís libre de hacer y deshacer tu rutina, ves a tu familia, tus amigos, tenes sexo,salís al parque, donde te reís y podés llorar sin tiempo. ¿Acaso esto podría ser no solo en vaciones? Acaso los trabajadores podríamos pensar que no sea una excepción anual, sino la regla?
El tiempo es una constante en disputa con el poder y para disputar ese poder del tiempo es que nos organizamos. Porque tenemos derecho a divertirnos, a disfrutar de una vida que merezca ser vivida. Pelear por el derecho a tener tiempo, es también para el arte porque la cultura es parte de nuestras vidas y es algo vetado en nuestra cotidianidad.
Desde la entrada a un cine, hasta producir una canción o participar en una obra de teatro, no debiera ser un privilegio, porque también el acceso a la cultura, al aspecto subjetivo de la humanidad, a lo que nos conmueve es un aspecto muy importante de conquistar. No solo para nosotros, sino también para las futuras generaciones. El arte hace a la salud como la salud hace al arte y no podemos regalarle las múltiples representaciones que son parte de nosotros a un puñado dueños del reloj.
Peleamos por una vida distinta. Donde todes tengamos acceso a viajar, ir a museos a conocer, a explorar, a transformar, como parte de una necesidad humana. Pelear por nuestro tiempo, arrancarle a los capitalistas el reparto de las horas de trabajo, sin reducción salarial es solo un primer paso. Pero vamos por mucho más, un mundo y un sistema social, donde el tiempo no sea expropiado a una clase y que podamos disfrutarlo plenamente.