La presencia de la tumba del general fascista y de su esposa en la Basílica de la Macarena de la capital andaluza y su posible traslado, sigue generando un gran debate y polémica.
Miércoles 31 de mayo de 2017
Hace ya más de un año, en julio de 2016, con motivo del 80 aniversario del golpe fascista, el pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó, por unanimidad, una moción que condenaba dicho golpe. Sin embargo este consenso político, se rompió cuando se trató el tema del posible traslado de uno de los principales protagonistas del mismo. Con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos, el equipo de gobierno del PSOE, con los votos a favor de Podemos e IU sacó adelante la propuesta de retirar los restos de este militar fascista de la que es una de las principales iglesias de la ciudad.
Entierro y trato de héroe en la ciudad
Queipo de Llano, fallecido en 1951, y su esposa Genoveva Martí están enterrados bajo sendas lápidas en la iglesia que ocupa la Hermandad de la Macarena. Su fajín de general era exhibido hasta en el paso de la Virgen más famosa de la Semana Santa, y en honor del matrimonio se fundaron las hermandades de Santa Genoveva y San Gonzalo (ésta última próxima al barrio en el que vive la presidenta de la Junta, Susana Díaz).
Esta Hermandad de la "Virgen de la Macarena", una de las más importantes de las muchas que hay en la ciudad, es la que con más fuerza se opone al traslado. El Hermano Mayor (jefe) de la misma lo tiene claro: “Nosotros también tenemos memoria histórica, y ese hombre está aquí enterrado, no por ser militar, sino por ser hermano mayor honorario de la Macarena. Esta basílica se hizo gracias a él. Mis antepasados lo enterraron aquí como tributo y en agradecimiento, y yo lo voy a respetar. Si la familia de Queipo o el obispo de Sevilla nos lo piden, entonces no habrá ningún problema en sacarlo de ahí”. Evidentemente tal petición de la familia o el obispado no se ha producido, ni se espera que se produzca.
Un asesino en masa que alentaba a matar a rojos y rojas por la radio
Para comprender mejor lo trágico y repugnante que supone este caso, basta con repasar brevemente la biografía de tan siniestro personaje.
Gonzalo Queipo de Llano fue uno de los principales generarles que se unieron desde el principio al golpe fascista del 18 de julio de 1936. El fue clave en el mismo, al conseguir controlar una ciudad tan importante como Sevilla, quedando ésta como un reducto fascista, rodeado de una Andalucía que en su mayoría se mantuvo fiel a la República.
Tras el golpe inicial, desde Sevilla inició una rápida conquista del suroeste peninsular, donde apenas encontró resistencia. A pesar de ello, llevó a cabo una "feroz represión", siendo el responsable de la matanza de miles de civiles, sólo en Sevilla 14.000 personas. De hecho es considerado por el gobierno andaluz como “un criminal de guerra”.
Sin embargo, la faceta por la que ha pasado a la historia es como incitador radiofónico, de lo que el prestigioso historiador ingles Paul Preston, calificó en un libro como el "Holocausto Español".
Los archivos radiofónicos de Unión Radio Sevilla, hoy la Cadena Ser, conservan algunos discursos del militar poco después del golpe de Estado, en el 36, animando a sus tropas a destruir “a los rojos” y, “de paso”, a violar a sus mujeres. En estos discursos diarios, se le escucha decir cosas como: “Se les perseguirá como a fieras, hasta hacerlos desaparecer a todos. Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”.
Basta de ya de homenajes constantes a los genocidas y asesinos
Como vemos, tras más de un año de aprobada la moción municipal, y después, de que la semana pasada, el alcalde socialista de la ciudad, Juan Espadas, se lo volviera a pedir al obispado de Sevilla, se sigue negando a cumplir la ley. Por lo tanto Queipo de Llano y su mujer, seguirán enterrados con honores e incluso teniendo dos Hermandades a su nombre.
El partido socialista ni siquiera tiene en mente aplicar la ley. Los límites de las instituciones burguesas no solo se muestran a la hora de llevar a cabo políticas para la clase trabajadora, en atajar la corrupción, en atacar las privatizaciones, sino que también los muestra en su incapacidad de redefinir en lo esencial la continuidad del franquismo sobre la que se levantó este Régimen del 78.
Este caso por desgracia no es algo casual, sino que es lo habitual en el Estado español. Al caso de Queipo podemos sumar el de Franco y Primo de Rivera en el Valle de los Caídos, el de Sanjurjo en Melilla y tanto cientos de asesinos fascistas que siguen enterrados con honores por todo el Estado.
Mientras tanto miles de personas, asesinadas por ellos, siguen enterradas en fosas comunes sin que sus familias sepan donde están, o cuando lo saben no puedan sacar sus restos de ellas. De hecho, tenemos el despreciable honor de ser el segundo país del mundo, tras Camboya, con mas desaparecidos.
Como hemos denunciado ya muchas veces, en este mismo diario, solo una ley de memoria histórica, impuesta desde la calle, controlada por las víctimas y con los fondos necesarios podrá acabar con hechos tan lamentables como los descritos. Esto está claro, nunca sucederá mientras se mantenga este régimen del 78, heredero político de la dictadura.