Este primero de enero asumió Jair Bolsonaro. Quién es este militar frustrado y político xenófobo, misógino y racista de perfil marginal que terminó ganando la presidencia del gigante sudamericano.

Diego Sacchi @sac_diego
Miércoles 2 de enero de 2019 00:00
El primer día del 2019 el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió la presidencia del país más importante de Sudamérica. En un proceso electoral marcado por las arbitrariedades judiciales, con la detención arbitraria del expresidente y favorito a ganar en las encuestas previas Lula da Silva, el candidato del PSL tuvo un ascenso meteórico coronado por una batería de Fake news (noticias falsas) contra sus adversarios que le permitió obtener la ventaja para la victoria.
Se encuentran con frecuencia comparaciones entre Bolsonaro y el presidente estadounidense Donald Trump, aludiendo a que Bolsonaro es el Trump brasileño, aunque lo cierto es que Trump irrumpió en la escena política sin mucha tradición, fue una especie de outsider, mientras que Bolsonaro comenzó su carrera política en los ’90.
En este artículo repasamos las claves de la carrera de un personaje que pasó de la marginalidad política a la presidencia de Brasil, sorprendiendo al mundo con su discurso misógino, homofóbico, xenófobo y antiobrero.
Jair Bolsonaro, un hombre que hace gala de su convicción antidemocrática, que reivindica abiertamente la dictadura con frases como "el error de la dictadura fue torturar y no matar" o "(el dictador Augusto) Pinochet debería haber matado a más gente" es desde este 1 de enero el 38º presidente de la República Federativa de Brasil.
Nació en 1955 en el interior del estado de San Pablo. En 1973 se metió en el Ejército, primero en la Academia de Cadetes, después en la Escuela Militar, donde se recibió en 1977. Justamente durante los años de la dictadura brasileña, que duró de 1964 a 1985.
Durante estos años seguramente Bolsonaro le fue tomando cariño a los dictadores, pero su carrera en el Ejército no fue "brillante" desde el punto de vista de los méritos militares, sino más bien sobresalió por las acciones golpistas que terminaron en su baja.
Bolsonaro estuvo implicado hacia el final de la dictadura en atentados planificados por algunos oficiales del Ejército, en reclamo por aumento salarial. Bolsonaro lo hacía desde la zona de Rio de Janeiro, y quedó metido en un atentado que iba a ser perpetrado sobre un oleoducto y sobre cuarteles del Ejército.
La idea era poner bombas para mostrar el descontento de esos oficiales. Esto terminó por liquidar la carrera militar de Bolsonaro que nunca llegó a tener mucho mérito. Primero Bolsonaro fue dado de baja, después fue absuelto. Hoy Bolsonaro muestra la absolución como prueba de inocencia.
Antes de llegar al PSL, sigla por la que fue elegido presidente, Bolsonaro pasó por otros siete partidos. Bolsonaro hace 28 años está en la Cámara de Diputados. Durante ese tiempo nunca se destacó por las leyes que impulsó o que dio curso durante su larga trayectorioa, sino más bien lo hizo por las declaraciones con las que ha dejado estupefacta a la sociedad brasileña.
En 1999 aseguró en TV que a través del voto no cambiaría nada en Brasil, y que para que cambie algo habría que hacer el trabajo que el régimen militar no hizo: matar a 30.000 comenzando por el presidente Fernando Henrique Cardoso.
En 2011, en una entrevista a la revista Playboy le preguntaron qué opina de la homosexualidad, a lo que contestó que preferiría tener un hijo muerto en un accidente a que "ande con un bigotudo".
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Bolsonaro se hizo muy conocido con su discurso en la Cámara de Diputados cuando se aprueba el impeachment a Dilma Rousseff. En esa votación, Bolsonaro le dedica su voto al genocida Carlos Ustra. Ustra ya murió, pero se comprobó en un juicio que fue uno de los militares que torturó a Dilma Rousseff cuando estuvo detenida durante la dictadura en Brasil.
Ya en plena campaña electoral para la presidencia brasileña,, y unos antes del atentado que sufrió durante la campaña, Bolsonaro afirmó que iban a fuzilar la "petralhada", que es como llaman despectivamente a los partidarios del PT.
El programa de Bolsonaro es fundamentalmente privatizar todo lo que se pueda, reducir el Estado, tener menos ministerios, un claro programa de ajuste y corte neoliberal. Entre sus afirmaciones muy expresivas de sus intensiones, aseguró a los trabajadores que iban a tener que elegir entre menos derechos y trabajo, o mantener sus derechos y el desempleo.
Desde el punto de vista del régimen, Bolsonaro es la expresión más brutal de las fuerzas que bregan por un salto en la esclavización del pueblo trabajador y en la entrega de los recursos nacionales. Este avance pegó un salto con el golpe institucional gracias a las arbitrariedades de la operación judicial Lava Jato.
Bolsonaro es expresión del descontento de un sector desencantado con el golpe y el Lava Jato, que no lograron recomponer una economía que les permita estar mejor. Tiene un alto componente de rechazo al régimen tradicional, es decir, no necesariamente sus votantes comparten todo su ideología y programa, si no más bien canalizaron en él su odio.

Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.