Algunos le dicen el "Donald Trump" colombiano, tiene una fortuna amasada en la industria de la construcción y se presenta como un outsider, un político independiente ajeno al establishment y a los partidos tradicionales. Pero quién es Rodolfo Hernández.
Lunes 30 de mayo de 2022 09:13
Rodolfo Hernández dio la sorpresa el domingo a la noche al confirmar lo que las encuestas venían diciendo las últimas semanas. Este candidato, que se presentaba como un outsider de la política, creció en simpatías e intención de votos hasta sacar del segundo puesto a "Fico" Gutierrez, el candidato de la derecha tradicional, y disputar el balotage del 19 de junio con el centroizquierdista Gustavo Petro. Pero ¿Quién es Rodolfo Hernandez?
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Este millonario empresario de la construcción de 77 años, que se presenta como un candidato anticorrupción y anti "casta" política, ya había tenido contactos con el uribismo (la derecha clasica colombiana), que ayer a la noche lo salió a apoyar en bloque hacia la segunda vuelta. El exalcalde de Bucaramanga hace uso del exabrupto, combina acusaciones de corrupción, promesas de perfil populista, consignas de derecha y la aparición mediatica verborrágica. Algunos le dicen el "Trump" Colombiano, otros lo comparan con Bukele en El Salvador o con Parisi, el candidato que también se presentó como un outsider y quedó a un paso de entrar a la segunda vuelta en Chile.
Primeros pasos en la política
Rodolfo Hernández Suárez (Piedecuesta, Santander, 1945) estudió ingeniería civil (se hace llamar a sí mismo como “ingeniero Rodolfo Hernández”), y logró hacer una fortuna entrando en el negocio de la construcción de vivienda de interés social (para las familias más pobres) en los años 90. En el marco de la crisis que vivia el país, Hernández ofreció las propiedades en cuotas siendo su propia empresa la constructora y prestamista, y embolsándose los intereses por la financiación. Uno de los primeros negocios redondos que hizo, con las necesidades de los pobres.
Tras décadas de incursionar en esta práctica Hernández se inscribió como candidato independiente de Bucaramanga —una ciudad de unos 500.000 habitantes en el noreste de Colombia. Con su movimiento cívico Lógica, Ética y Estética, y tras prometer millones de casas para las familias más vulnerables, ganó la alcaldía en 2016 con poco más de 77.000 votos. Fueron solo unos miles más que su contrincante más cercano del Partido Liberal.
Pero el alcalde no completó su odisea. Varios escándalos le ocasionaron conflictos con la Procuraduría de Colombia, que le puso varias sanciones disciplinarias. Según reportes, para 2019 Hernández tenía abiertas 34 investigaciones disciplinarias en la Procuraduría.
Para esta campaña presidencial llevó la idea de que bajo su gobierno la corrupción y el robo de dineros públicos se acabará. "Donde nadie roba, la plata alcanza", dice en la presentación de su plan de gobierno.
El "Trump" colombiano
Como parte de su puesta en escena para mostrarse como un político no tradicional y un outsider Hernández se expresa de manera muy coloquial y con frecuencia con groserías.
Durante la campaña ha acusado a sus detractores de "sinvergüenzas", "atracadores", "ladrones", y hasta drogadictos cada vez que tiene oportunidad.
Usa malas palabras e improperios porque es "espontáneo, porque soy natural, porque aquí en las reuniones de amigos hablamos así", dijo en el medio local Minuto 30. También ha golpeado a otros políticos e insultado en cámara.
Por otra parte, en distintas declaraciones a demostrado que no conoce áreas del país como en momento en el que desconoció uno de los departamentos de Colombia: "¿Vichada? ¿eso qué es?", dijo en un video que se volvió viral.
Y en otra de esas declaraciones dijo públicamente ser seguidor de Hitler: "Yo soy seguidor de un gran pensador alemán. Se llama Adolf Hitler", aunque más tarde dijo haberse quivocado con "Albert Einstein".
Investigado por presunta corrupción
En contradicción con su bandera anticorrupción, Hernández tiene a cuestas un escándalo de presunta corrupción, en el que él se ha declarado inocente.
Se trata del caso de Vitalogic en el que la Fiscalía lo acusó formalmente en mayo de 2021 por celebrar un contrato de consultoría con presuntas irregularidades para "implementar nuevas tecnologías para el manejo de basuras en el relleno sanitario de El Carrasco".
Hernández insiste que nunca se ha robado "un peso".
En abril de 2022, en una audiencia probatoria del juicio, Hernández no aceptó cargos como falsedad ideológica, contrato sin cumplimiento de requisitos legales e interés indebido en la celebración de contratos, según la Fiscalía. El caso sigue en curso.
Un outsider político
Sus promesas de campaña son eclecticas y van desde conectar con políticas clásicas de la derecha como la reducción del déficit y el recorte en el Estado hasta la reducción de algunos impuestos, hasta buscar un punto de dialogo con los miles que el año pasado salieron a la calle contra el Gobierno derechista de Iván Duque, en particular con la juventud, que vive altas tasas de pobreza e informalidad. Así propone subsidios para "las personas menos favorecidas", y también habla contra el fracking (aunque mantendría las proyectos actuales) y la legalización de algunas drogas.
A toda vista Hernández se presenta como un personaje polémico, pero a pesar de aparecer como una renovación de la política y un candidato que peléa contra la "casta", acaba de recibir el visto bueno de la derecha tradicional colombiana.
No son pocos los que dicen que ya en las últimas semanas los partidos de la derecha fueron apostando a Hernandez al ver cómo crecía en las encuestas sobre su candidato original "Fico" Gutierrez. Este apoyo no tardó ni una hora el llegar y en la noche del mismo domingo muchas personalidades de la derecha colombiana lo apoyaron hacia la segunda vuelta contra el centroizquierdista Gustavo Petro, que ahora tiene un escenario dificil hacia el 19 de junio.
Hay que desctacar que Hernandez solo tiene 2 bancas en el Congreso, es decir que si llegara a ganar en segunda vuelta la presidencia, con el apoyo de la derecha tradicional, deberá gobernar desde el día cero haciendo acuerdos políticos con lo más rancio de la política colombiana. De hecho, los acercamientos con el uribismo ya los ha venido cultivando.