Después del derribo de un avión de guerra ruso el 24/11, Putin acusó a Turquía de darle “una puñalada por la espalda”, de “traición” y “complicidad” con el Estado Islámico (EI). Turquía, por su parte, denuncia que Rusia se dedica más a bombardear posiciones de las milicias opositoras moderadas al gobierno de Al Assad, que a combatir al Estado Islámico. El complejo mapa político-militar en Siria se complica aún más con la escalada entre Rusia y Turquía.

Josefina L. Martínez @josefinamar14
Jueves 26 de noviembre de 2015 10:30
Francia: Venía participando de la coalición contra el EI en Irak, pero hace unos meses se involucró directamente en Siria. Después de los atentados en París, ha redoblado su intervención militar con la llegada del portaviones De Gaulle. En estos días busca convencer a Reino unido, EEUU y Alemania de tener una mayor intervención militar contra el EI en Siria. Hollande también se mostró favorable a una mayor colaboración con Rusia contra el EI. El problema es que Rusia sostiene a Al Assad como un actor clave en cualquier transición, mientras Francia y EEUU venían apostando por una transición sin Al Assad. El enfrentamiento entre Turquía y Rusia va en contra de planes de Hollande de una “gran coalición” contra EI.
Estados Unidos: Enfrenta en Siria al EI pero también al gobierno de Al Assad. Obama sostiene que para derrotar al EI es necesario sacar a Al Assad. Durante meses garantizó la transferencia de armas y entrenó a grupos de la oposición en Siria, pero más tarde abandonó este plan ante su fracaso, con la muerte o deserción de la mayoría de los milicianos.
Al Assad: El régimen de Bashar Al Assad cuenta con el apoyo de Irán, Rusia y las milicias de Hezbollah. El levantamiento popular de la primavera árabe en 2011 fue aplastado por la represión de Al Assad y el conflicto se transformó en una guerra civil. Desde entonces, Al Assad ha luchado por mantener en pie su régimen, mediante la represión y bombardeos a la población civil en regiones ocupadas por la oposición.
Turquía: Forma parte de la coalición internacional liderada por EE UU que combate al EI en Irak y Siria. Su mayor implicación en la lucha contra el EI, producto de la presión de EEUU, comenzó en julio de 2015. Desde el comienzo de la guerra, sin embargo, ha apoyado a grupos y milicias opositoras a Al Assad, como el Ejército Libre Sirio y otras formaciones. Sectores de la oposición política turca denuncian la complicidad de Erdogan con el EI, al que dejaría transitar a través de la frontera turco-siria con camiones de petróleo. Es que el Estado Islámico también combate en Siria a un enemigo estratégico de Turquía, las milicias kurdas del norte. Por eso Turquía ha “dejado hacer” al EI.
Rusia: Comenzó sus bombardeos en Siria en septiembre con la excusa de combatir al EI. Sin embargo, numerosas fuentes aseguran que las bombas rusas caen más sobre posiciones ocupadas por las milicias opositoras a Bashar Al Assad, que en los territorios ocupados por el EI. Rusia define como “organizaciones terroristas”, tanto a las milicias del EI como a las milicias de Al Nusra (Al Qaeda en Siria) y a otros grupos opositores armados que combaten contra las fuerzas del gobierno sirio. Algunas de estas milicias son apoyadas por Arabia Saudita, Qatar, Turquía, o recibieron entrenamiento del Ejército norteamericano. Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha sido un respaldo clave para Al Assad. Rusia tiene la base aérea de Tartus en Siria.
Estado Islámico: Combate contra Al Assad así como contra grupos de la oposición. También se enfrenta en el norte con las milicias kurdas de Kobane. Ha declarado una “guerra” contra occidente y contra los infieles dentro del Islam. Su enfrentamiento con los sectores shiíes, Irán y Heezbolah, es fundamental. Por este motivo ha recibido apoyo de potentados saudíes y qataríes, enemigos de Irán.
Irán y Arabia Saudita: Son las dos grandes potencias regionales enfrentadas en la región, actores claves en el conflicto. Irán sostiene a Al Assad, mientras que Arabia Saudita ha financiado a grupos islamistas sunnies como Al Nusra y el Estado Islámico para debilitar al gobierno, aliado clave de Irán.
La oposición siria: La oposición siria está fragmentada en múltiples milicias y grupos. Son conocidos como los “rebeldes” que combaten contra Al Assad, desde el Ejército Libre Sirio (de orientación laica) hasta milicias islamistas y ligadas a Al Qaeda, como Al Nusra. Estos grupos compiten entre sí por el control de territorios o ciudades. Gran parte de estos grupos han recibido financiamiento de Turquía y de acaudalados de las monarquías de Arabia Saudita y Qatar, que los utilizan como parte de su enfrentamiento geopolítico con Irán.

Josefina L. Martínez
Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.