Junto a los grandes empresarios firmó un papel para no “reducir sus planteles por 90 días”.
Viernes 13 de mayo de 2016 00:03
Mauricio Macri era mi empleador, allá por 1993. Sevel era la compañía. Como presidente hoy promete “mejorar el empleo”, pero un día los obreros tuvieron que tomarle la planta para cobrar el salario trabajado y en fecha.
El compromiso también plantea “no reducir planteles de empleados por 90 días”.
Pero ese mismo señor, aquel año, me despedía junto a 400 contratados.
“Generar planes de inversión”, dice el empresario presidente. Pero su verdadero plan es que trabajemos más, por menos nivel de vida. ¿Y la inversión? Seguro será en mejorar las fuerzas represivas. Porque el plan que está llevando adelante, tarde o temprano enfrentará una fuerza obrera que no está dispuesta a más sacrificios para beneficiar a unos pocos empresarios.
“Mejorar la calidad del empleo” dicen, pero Macri y todos los empresarios sólo han flexibilizado nuestras condiciones de trabajo una y mil veces.
Otro ejemplo
Como diría la Mona Jimenez, hablemos de “Alí Babá” y uno de los cuarenta ladrones.
Cristiano Ratazzi fue uno de los empresarios firmantes del “Compromiso para el empleo”. Fiat anuncia una inversión millonaria para el 2017, pero mientras rajó más de 700 empleados. “Retiros voluntarios” le llaman al paseo en el que el guardia te acompaña de la línea de montaje hasta la oficina de RRHH. Ahí te “convencen” de irte, con algunos mangos más, y la promesa de volver “cuando esto levante”.
Olvidate del SMATA, que dice que “es buena plata” la propuesta de VW para irse. Mientras tanto, en Iveco, en medio del “retiro de decenas de compañeros”, el gremio firma un acuerdo de nuevo sistema de categorías a la baja, siguiendo el camino de Renault.
En las autopartistas, directamente los echan y cierran. En Córdoba hay 7 talleres metalúrgicos menos.
Y así con el resto de los empresarios que se sacaron la foto y pusieron el gancho en el “compromiso”. Arcor, Techint, Coto, IRSA y una larga lista. No tienen cara: Techint viene de despedir en su planta de Valentín Alsina, Coto en Santa Fe y las constructoras tienen el récord.
Sin lucha no habrá “compromiso”
¿Conclusión? El compromiso de Macri y los empresarios, con las cúpulas sindicales como actores de reparto, solo es una cortina de humo para atacar cualquier medida elemental para que frenar los despidos, como la ley que se discute en el Congreso.
Una cortina de humo para que sigan pasando el despido de trabajadores precarizados, en negro (como la inmensa mayoría de los obreros de la construcción) y “despidos voluntarios” en las grandes empresas automotrices. Tenemos que seguir exigiendo a las centrales sindicales un paro nacional por la defensa del trabajo y el salario. Sólo la movilización de la clase obrera podrá imponer la prohibición de los despidos, contra las maniobras parlamentarias o los vetos presidenciales.
El Frente de Izquierda, mientras apoya cualquier medida elemental que frene los despidos y suspensiones, seguirá exigiendo que se prohíban por 2 años, incluyendo los trabajadores contratados y en negro, y que en las empresas “en crisis” se repartan de horas de trabajo sin rebaja salarial.
