La jornada de movilización del 28 de mayo convocada por la CONFECH en denuncia a la represión y por la educación, no sólo dejó un positivo balance con una nueva masiva convocatoria a nivel nacional. El Gobierno y los medios masivos de comunicación parecen estar en una guerra con el movimiento estudiantil. En defensa de todos los estudiantes que durante más de cinco años venimos organizándonos en nuestras diferentes casas de estudio cabe hacernos la tan reiterada y bien ponderada pregunta: ¿Quiénes son realmente los violentistas?
Viernes 29 de mayo de 2015
La violencia del saqueo empresarial
En diferentes medios no cesan de hablar de los malos que somos los estudiantes, los de aquí y los de allá, la CONFECH y sus organizaciones, sus muchas organizaciones, que somos culpables de los desmanes, esto y de aquellos. En fin, que somos violentos y que de noche somos peores. La derecha y el Gobierno reproduce este discurso, unos de forma rabiosa y otros de forma responsable, seria, casi creíble, con una facilidad que pareciese reflejar que después de haber demostrado ante todo el país que se hicieron millonarios con las campañas electorales, que robaron y se coludieron con las empresas que los financiaban, después del error involuntario y el raspado de la olla de la casta PENTA, aún les queda ética y moral para hablarnos a los estudiantes.
La hipocresía y la doble moral es algo propio de los burgueses diremos los marxistas, pero lo cierto es que sería prudente que cuando hablen de violencia, estos personajes piensen en lo que sienten miles de trabajadores, dueñas de casas, estudiantes, que ganan 200 mil pesos al mes y que no les alcanza para alimentar a sus hijos, enviarlos a estudiar, vivir el día a día. Para ustedes, la Casta PENTA, es fácil, es cosa de llamar a Luksik y que les salga un crédito millonario, es cosa de llamar a SQM y pedir montos millonarios para sus partidos, es cosa de ser parlamentario y subirse 500 mil pesos el sueldo cuando todos los profesores de Chile no ganan ni eso. Cuando hablen de violencia, acuérdense de que los estudiantes pagan tres o cuatro veces sus carreras universitarias por el solo hecho de que a ustedes, los grandes pensadores de Chile, se les ocurrió hacer de la educación una mercancía.
Acuérdense de las pensiones de los jubilados, del sistema de salud pública, de las condiciones laborales de los subcontratados, del sueldo mínimo que ustedes no conocen más que por la prensa o por sus informes parlamentarios. Acuérdense que Chile es culpa de ustedes, que lo armaron con violencia, a punta de fusil en Dictadura y a punta de privatizaciones en democracia.
La violencia del sistema educativo pinochetista
En los medios parecieran hacernos la guerra al movimiento estudiantil, pero tenemos una lista larga. Y si quieren hablar de violencia, nosotros tenemos buena memoria y no olvidamos lo que sintieron los más de 20 mil estudiantes de la Universidad del Mar cuando el Gobierno y los partidos del régimen los dejaron en la calle. A los estudiantes que eran trabajadores, de diferentes rubros que lo dieron todo para poder estudiar, para que el sistema educativo que ustedes crearon los dejara sin nada y más encima endeudados.
Lo vivimos día a día, la violencia del autofinanciamiento que tienen a liceos y universidades públicas cayéndose a pedazos, la violencia de los resultados SIMCE y PSU que muestran cómo los que tienen menos ni en sus sueños podrán soñar con acceder a la educación superior. La violencia de los estafados por el crédito CORFO, la violencia del profesor que no tiene tiempo ni para comer con sus hijos por la carga laboral que tiene y así, caso a caso el movimiento estudiantil es una suma de historial de violencia, donde ustedes la han ejercido de forma profesional y técnica, desde el Estado. Si van a hablar de violencia sepan que nosotros tenemos buena memoria.
Nuestros muertos y lo que al Gobierno se le olvida
La violencia es también un hecho práctico, nosotros denunciamos, protestamos por nuestros derechos, y salimos a marchar, a veces con alegría, a veces con rabia, nos tomamos las universidades y liceos, no dudamos en quedarnos en la calle aunque quieran sacarnos, porque queremos decirle a todo el país lo que a ustedes no les conviene. Y no nos ha ido tan mal, varios cambios que el conjunto de la población aprueba se vienen planteando gracias a “nuestra violencia”, la de manifestarnos, la de denunciar “su violencia”, la violencia del sistema que ustedes crearon.
Pero, “su violencia” va más allá que meras pancartas, barricadas y tomas. Ustedes asesinaron a Manuel Gutiérrez, acuérdense, el 25 de agosto y lo volvieron a hacer con Rodrigo Avilés que hoy se bate entre la vida y la muerte en Valparaíso. Parece que quienes quieren hablar de violencia se les olvida ese pequeño detalle, el detalle de todos los asesinados en democracia, el detalle de la represión al pueblo mapuche, a los niños mapuche, a las mujeres mapuche, el abuso sexual de Fuerzas Especiales a estudiantes secundarias en los retenes, la violencia en las marchas, imágenes tenemos múltiples. No escupan al cielo que les puede caer en la cara, cuando hablen de violencia acuérdense de nuestros muertos, de todas esas marchas.
Nuestra organización, los estudiantes y el derecho a protestar
Y así terminamos reconociendo, sí, estamos indignados con este sistema que nos violenta día a día. Pero, nuestra violencia no roba, no se enriquece a costa del otro, no asesina a niños, no abusa sexualmente de nadie, nuestra violencia es defender que la educación debe ser igual para todos y de calidad. Si para ustedes eso es ser violento, bueno.
En la prensa es sorprendente cómo buscan dividir entre “encapuchados” y “manifestantes”, la verdad es que queremos quedarnos en la calle, queremos demostrar que no nos pasa inadvertido que hace menos de una semana un estudiante haya resulta herido de tal gravedad que hoy esté al borde de la muerte en el hospital.
Chile los mató
Los desmanes son discutibles, pero este sistema es tan "una suma de desmanes" que ustedes planificaron en contra de nosotros, que el debate daría para mucho. Pero, lo cierto es que con sus discursos, sus leyes represivas como el control preventivo por sospecha, sus llamados a criminalizar la protesta de los estudiantes, entre otros variados aspectos, sólo fomentan que otro jueves por la tarde un tipo sin escrúpulos nos pegue un tiro en la cabeza. A Diego y Exequiel los mato el Chile neoliberal y heredado de la Dictadura del que ustedes se beneficiaron. Así que piensen en eso cuando decidan hacernos esta guerra mediática.
La trampa y el discurso del Gobierno.
Los estudiantes hoy estuvimos en la calle, marchamos, nos tomamos las universidades, armamos barricadas, nos defendimos de la acción de Fuerzas Especiales que nos querían sacar de la calle, luchamos por una educación gratuita y de calidad y porque no queremos que hayan más estudiantes muertos ni heridos por luchar.
Manifestarse es un derecho y lo vamos a hacer valer. El discurso montado que viene generando el Gobierno y los medios de comunicación lo único que busca es deslegitimar al movimiento estudiantil. La Casta PENTA quiere acusarnos a nosotros, criminalizar a los estudiantes haciendo borrón y cuenta nueva, hacernos creer que la represión es necesaria, que Rodrigo Avilés fue un caso fortuito, y en fin, que nuestras demandas no son más que papel mojado.
Alejandra Valderrama
Redacción La Izquierda Diario Chile. Valparaíso, Chile