Hasta el día jueves se contabilizaban más de 250 personas intoxicadas, Según el Gobierno la responsabilidad es de Enap Ventanas, desde donde se habrían liberado derivados de hidrocarburo, por lo que se ordenó la suspensión de sus faenas.
Domingo 26 de agosto de 2018
Enap fue señalada como responsable por el gobierno, la empresa se defiende y descarta esta acusación e incluso advierte que de comprobarse, en la investigación que lleva adelante el Ministerio Público con la PDI, de que ellos no son los culpables, iniciarán acciones legales por haber dañado su reputación, mientras cientos de vecinos salieron a protestar contra el gobierno y los empresarios.
Esta situación no es una excepción ni una casualidad, es política del gobierno para destrabar inversiones “flexibilizando las exigencias ambientales”, no es la única ciudad de Chile donde la contaminación está intoxicando a la población, en Antofagasta, la presencia de Arsénico, Plomo Cobre entre otros metales viene afectando de forma permanente a los habitantes de la ciudad.
En abril de este año (2018) los datos técnicos obtenidos por el Instituto de Salud Pública (2014) y el Colegio Médico de Chile (2016), permitieron concluir que en la ciudad de Antofagasta existen altos niveles de arsénico, cadmio, cobre, molibdeno, plomo y zinc, y que la contaminación de este material es mayor cerca de las instalaciones del puerto de Antofagasta (Tapia et al., 2018). Por lo tanto, se logró comprobar científicamente que el material tóxico presente se origina en actividades productivas. Los cuales han sido relacionados, con el galpón propiedad del grupo Luksic entre otras actividades.
Los empresarios se niegan a dejar de contaminar
Los empresarios se niegan a una producción baja en contaminación, distintas empresas hablan de sustentabilidad y de responsabilidad social empresarial, entre otras formas de limpiar una imagen que cada vez ensucia más el medioambiente, pero esta imagen choca drásticamente con los hechos dramáticos de intoxicaciones, de altos índices de cáncer en Antofagasta, de una población cuya salud se deteriora al ritmo de que aumentan las ganancias de los empresarios.
Una respuesta desde los trabajadores
Pero son las familias trabajadoras, los pobladores de sectores más empobrecidos, quienes son los principales habitantes de las zonas contaminadas, quienes se encuentran más expuestos.
Es necesario que los trabajadores puedan incidir en las políticas ambientales y laborales de las empresas, es que los sindicatos puedan cuestionar las políticas ambientales de las empresas y denunciar, sin poner en riesgo su trabajo ni la de sus compañeros, las prácticas contaminantes contra sus familias y las del conjunto de la población, sea esto en Antofagasta o en Quinteros. Uniendo así las luchas laborales y ambientales como viene haciendo los trabajadores despedidos del Ferro (FCAB), que en el siguiente video unen la lucha contra la contaminación y la de terminar con los despidos.