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Red Internacional
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Afp. Quinto retiro y las mentiras de los bancos y el gobierno: ¿Quienes son los verdaderos dueños de los fondos?

Durante esta semana el debate del quinto retiro sacó ronchas dentro de los partidos de gobierno rechazando la iniciativa, pero respaldando una propuesta que beneficia especialmente a los bancos e instituciones financieras, ¿de qué lado está el gobierno?

Sábado 16 de abril de 2022

Que los fondos son de los trabajadores, que dispara la inflación, que no podemos pagar la crisis con nuestros ahorros, que un quinto retiro es individualista y neoliberal. Estas son algunas de las mentiras con las que los partidos de gobierno y sus representantes se pliegan al discurso dictado por el mercado de capitales, las AFP y los bancos para rechazar un quinto retiro.

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Por el contrario, orgullosamente, impulsan un proyecto que en vez de entregar estos recursos en manos de los trabajadores para paliar el hambre, promueve entregar estos dineros directamente a las instituciones financieras, bancos e isapres.

Nos dicen que los fondos son nuestros, pero nos niegan a valernos de estos para responder a la crisis económica y el alza de precios. Olvidan que nuestros fondos han sido expropiados por las AFP por más de 40 años, en donde se invierten los ahorros de los trabajadores en aventuras de pulpos inescrupulosos que juegan en el mercado financiero con nuestras pensiones, privatizado las ganancias y colectivizando las pérdidas, resultando en pensiones miserables para millones de trabajadores.

Nos dicen que los trabajadores no debemos pagar la crisis, sin embargo no disponen ninguna medida para enfrentar la inflación, asegurando que con un quinto retiro es más difícil reformar el sistema de pensiones.

Acá la mentira es doble. Con la inflación ya estamos pagando la crisis, ya que los empresarios traspasan ese costo a los consumidores, es decir, a millones de familias que necesitan comprar productos de primera necesidad, como azúcar, aceite, carne, harina o pan.

Señalan desde los partidos de gobierno que un nuevo retiro podría dificultar una futura modificación del sistema de AFP. Pero deberían decir abiertamente que no pretenden cambiar el sistema de AFP, de capitalización individual, algo que está fuera del programa de gobierno, sino que lo que quieren es integrar una AFP del Estado, es decir mantener el sistema y sumar un competidor. Pero en ningún caso tocar este fondo de inversión de los capitalistas.

Convenientemente hay un retiro del que no se habla, que favorece especialmente a las grandes empresas transnacionales, la fuga de capitales a paraísos fiscales. Un gran retiro de $50 mil millones de dólares que se van al extranjero a paraísos fiscales, un monto que supera al total de montos retirados de las AFP en los 3 retiros anteriores, con los cuales el peso se debilita ante el dólar, elevando los precios de la importaciones.

Esto es lo que hay detrás del rechazo del Frente Amplio y el Partido Comunista a un quinto retiro, la defensa de las ganancias empresariales, en particular de los bancos y las instituciones financieras, que serían los verdaderos perjudicados en caso de acabarse el sistema de AFP, y lo hacen usando los mismos argumentos que nos daban los economistas neoliberales de Piñera.

Bajo estos argumentos pretenden esconder que están financiando los bancos con la plata de los cotizantes, una medida de tipo subsidio estatal a la empresa privada para que esta no deje de vivir ni pierda ganancias. Esa medida no detendrá la inflación.

La actual crisis no se resuelve con medidas de redistribución de la riqueza, sino que con medidas de fondo. Basta de que nosotros paguemos la crisis. No nos pueden negar los retiros. Hay que acabar con las AFP. Aumentar los sueldos según la inflación y establecer un sueldo mínimo y pensiones de $650 mil pesos.

Mientras se mantenga el sistema de AFP las pensiones seguirán siendo miserables, es necesaria la implementación de un sistema solidario, de reparto, tripartito y democrático, es decir, que los propios trabajadores y jubilados decidan cuando y como se invierte en obras públicas o servicios sociales para que ese ahorro crezca y permita jubilar con pensión digna. Cuán distinto sería si nosotros fuésemos quienes administran esos fondos, cuán distinto serían las prioridades si los trabajadores viéramos en como utilizar esos "ahorros".

Para enfrentar la inflación se requieren medidas de fondo. Además de elevar los salarios y las pensiones, se necesita un control de los precios mediante comités de trabajadores y usuarios, además de la apertura de los registros contables de las grandes empresas y distribuidoras de bienes de primera necesidad, para frenar la especulación con las necesidades básicas de la población. Así mismo, otra medida de fondo sería la nacionalización de bancos y empresas de servicios públicos bajo gestión de trabajadores y usuarios, como así mismo la estatización del comercio exterior, para controlar la entrada y salida de capitales a paraísos fiscales.

Un primer paso para luchar en esta perspectiva es el llamado de alerta de la Unión Portuaria, pero es necesario pasar de la defensa por el quinto retiro a la lucha por un nuevo sistema de pensiones, pero para ello será necesario el concurso más amplio de las principales organizaciones sindicales del país, como el Colegio de Profesores o la CUT, las cuales, por el momento, han guardado silencio para evitar abrirle nuevos flancos a un gobierno que constantemente entrega favores a los grandes empresarios.