La Academia cayó por 1-3 ante el Granate y suma otra derrota que aumenta la bronca de los hinchas.
Lunes 8 de septiembre de 2014 08:42
Tras la derrota en el clásico, nada mejor que un gol al minuto para dejar atrás el sabor amargo. Centurión la empujó adentro del área, casi cayéndose, tras un gran pase de Hauche. “Chau malaria”, pensaron algunos hinchas. Nada de eso. Si la salida por lesión de Hauche promediando el primer tiempo era en sí una mala noticia, todo empeoró luego.
A los 33 un penal “zidanezco” de Romero, y luego un fierrazo de Silvio González a los 44 le permitieron a Lanús dar vuelta el partido antes del descanso.
En el segundo tiempo, Racing fue a buscarlo pero se encontró primero con la seguridad de Marchesín, luego con la falta de puntería, y finalmente con su propia frustración, expresada en la expulsión de Centurión. Para colmo de males, cuando el partido moría, una contra muy bien resuelta por Romero sentenció el 1-3 final.
Es cierto que el árbitro no cobró un claro penal para Racing cuando el partido estaba 1-0, error que sumado a algunos otros redondearon un mal arbitraje de Merlos. Pero de poco sirve escudarse detrás de los errores arbitrales. Tras un buen comienzo de torneo, la derrota ante Independiente y este nuevo golpe ante Lanús dejaron una importante herida abierta, sobre todo en la confianza de los hinchas hacia el DT Cocca.
En la séptima fecha Racing tiene que visitar nada menos que la Bombonera para enfrentar a un Boca en alza. Una inmejorable oportunidad para revertir la mala racha.
