Tribuna Abierta. Radio Residencias: atendida por sus dueños

“Somos Objetivos, no Imparciales. Somos la 96.5. La 750 en Mar del Plata. Atendida por sus dueños”, así reza el mantra de Radio Residencias, la radio cooperativa que gestiona desde el año 2010 un grupo de laburantes de la cultura. Ahora han sido invitados, no tan sutilmente, a dejar las instalaciones. Detrás de la invitación, YPF, Equinor y las voces de las organizaciones que, a través de su programación, se manifiestan en contra de los proyectos extractivistas de explotación offshore y a favor de la agroecología en la Costa Atlántica.
Radio Residencias

Algunos arrancaron por allá en los 90´ cuando el auge menemista consolidaba a Mar del Plata como la ciudad de La Movida del Verano de Juan Alberto Mateyko y los desfiles de Giordano hacían pendular cabezas en la pasarella de La Feliz. En ese entonces, la radio era parte de una serie de proyectos financiados por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) ligado al Partido Comunista y al Banco Credicoop presidido por un Carlos Heller aun no kirchnerista. Funcionaba en una zona rural, camino a Miramar, cerca de las colonias de Chapadmalal, en un balneario en la ruta 11, pero al año se trasladó a la Ciudad. Otros, se sumaron a partir del 2003. Para el 2010, inserte ironía aquí, después de militar activamente la Ley de Medios, fueron despedidos por una “reestructuración”.

Además del pago de las indemnizaciones, les ofrecieron poder seguir utilizando las instalaciones que se encuentran en un edificio céntrico, en Hipólito Yrigoyen al 1500, a media cuadra de la municipalidad. Para sostener la programación, que ha ido perdiendo anunciantes por su posicionamiento frente a conflictos socioambientales y económicos en la Ciudad, la mayoría tiene otros trabajos.

“Radio Residencias es un medio de comunicación como pocos hay en la ciudad de Mar del Plata. Siempre estuvo cerca de la gente y nos enorgullece, se nos infla el pecho al decir que hemos perdido auspiciantes por ponernos del lado de los trabajadores de esas empresas que anunciaban en la radio. Hemos tenido importantes marcas de acá de la ciudad de Mar del Plata: el caso más emblemático es el de un supermercado que auspiciaba en la radio y cuando hubo que estar del lado de los trabajadores estuvimos ahí y nos cancelaron directamente la pauta”, comenta Luca Barrionuevo, que es el coordinador de los contenidos de la radio y columnista de Un Cross a la Mandíbula, programa que sale al aire de lunes a viernes de 18 a 19. Su tarea consiste en ser el “nexo” entre la cooperativa y las producciones de cada programa, para que haya “cohesión en la agenda”, no sean “islas individuales entre sí” y Residencias pierda su marca identitaria.

Radio-resistencias

Algo así debieron entender los directivos de YPF y Equinor: para transmitir e interpelar con un mensaje y que sea efectivo, hay que crear una marca de identidad. Radio Residencias, representa un desafío a esa marca que, además de la contaminación y el saqueo, los proyectos extractivistas que están aterrizando en La Feliz -y en todo el país- van a dejar. “Tiene un vínculo muy fuerte con la comunidad, no así con el poder político que nos mira con un poco de recelo y eso se traduce en falta de apoyo económico”, comenta Javier Andrada, periodista y conductor de Un Cross a la Mandíbula, tal vez uno de los programas con mayor posicionamiento frente a los temas que hoy busca imponer el lobby de las corporaciones.

La noticia les llega –¿coincidentemente?– la misma semana que el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos permitiera hacer uso de un salón (en las mismas instalaciones de la radio) a un grupo de asambleas. La convocatoria al conversatorio sobre Delitos Ambientales con el fiscal general ante la Cámara Federal de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, Antonio Gustavo Gómez, quien recorre el país explicando con tutoriales sobre cómo iniciar una querella penal contra los delitos ambientales, tuvo que suspenderse porque Miguel Ángel Ratti, presidente del IMFC desautorizaba el uso de la sala.
Marcela Paterlini, que es integrante de la Asamblea Paren de FumigarNos, nos cuenta que la llamó Ratti personalmente y le dijo que “de arriba le habían dicho que ellos acordaban con el proyecto de las petroleras y que entonces no iban a permitir una charla en donde una de las agrupaciones que organizaran sea la asamblea en contra de las petroleras, entonces dos días antes tuvimos que salir a buscar otro lugar”.
La charla organizada por No a las Petroleras, Asamblea Luna Roja, Paren de FumigarNos, Eco Asamblea Parque Camet y Asamblea Félix U fue finalmente realizada en la Biblioteca Popular Juventud Moderna, un espacio abierto a las resistencias. Una semana después, en Radio Residencias recibían la notificación: tienen que dejar las instalaciones. Los motivos: “van a darle otro uso al edificio”.

Negociaciones mediante, consiguieron una prórroga hasta abril. Hoy, con tiempo de descuento, están acondicionando el nuevo espacio, para poder seguir informando como siempre: “tenemos en claro a quién le hablamos y qué es lo que es lo que nos motiva a hacer esto y eso es justamente estar ahí, donde tenemos que estar”, dice Luca que sostiene el optimismo, a pesar del desencanto.

La vocación se siente en cada programa. En el caso de Luca, empezó cuando chico en los noventa, cuando de noche jugaba a presentar las canciones que sonaban en la radio en su reproductor musical. A Javier le llegó por el lado de la redonda: su preocupación era cómo ser jugador en la selección y relatar el partido al mismo tiempo. Podían ser partidos imaginarios o los que jugaban sus compañeros en el colegio. También se dormía escuchando la radio, con la portátil bajo la almohada.

Como las de Luca y Javier, son varias las historias y las voces, pero también los posicionamientos en torno a las offshore. “En general la línea editorial que hemos mantenido es una línea de alerta, de mantenernos atentos a lo que pueda pasar. Tenemos compañeros que están absolutamente en contra y tenemos compañeros que están a favor. La postura de la radio siempre fue en este y en otros temas la de la libertad a la hora de poder expresar sin ningún tipo de limitación cualquier opinión. Incluso dentro de los de los mismos programas hay divergencias a nivel profesional”.

Sin embargo, a pesar de la variedad, entre noticias de inseguridad locales, notas sobre espectáculos y eventos meteorológicos, algunos temas se vuelven ineludibles en la programación y, a favor o en contra, se discuten. Entonces se habla de las regalías irrisorias que dejará la empresa noruega en el país y se hacen presentes las voces de las asambleas que se posicionaron en contra de los proyectos de exploración off-shore, desde el principio, cuando el Atlántico todavía parecía un coloso difícil de irrespetar. Se escuchan las entrevistas a la Asamblea Luna Roja, a la ONG Tercer Tiempo, o a una trabajadora del Movimiento de Trabajadores Excluidos, víctima del odio clasista de los vecinos potentados de “Chapa”, que prefieren el emprendimiento inmobiliario al Proyecto de Colonia Agroecológica en El Marquesado y se informa con testimonios de los laburantes sobre las plantas clandestinas de Ostramar, donde promueven el trabajo infantil y los portuarios son explotados y precarizados a expensas de los sindicatos funcionales a las patronales.
Javier, que es uno de los más antiguos de la radio y cubrió como movilero la toma del Movimiento Sin Techo en el Barrio Pueyrredón, los neonazis condenados por el incendio del monumento a las víctimas de terrorismo de estado y ahora es conductor, nos comenta con preocupación: “La gente perdería un medio de comunicación popular si se quedara sin la radio, porque a la derecha que mira por encima del hombro a las voces disidentes en Mar del Plata, le sobran canales de expresión”.

En Mar del Plata, actualmente son tres las radios con contenidos comunitarios: las otras dos son La Revuelta, que transmite desde el barrio Jorge Newbery con amplia cobertura de las marchas contra las petroleras, y FM La Azotea donde no estaban ni enterados de la mudanza de Residencias. En su caso, no tuvieron intimaciones ni llamados de atención con respecto a la postura de la radio con respecto a la explotación offshore en el Atlántico: hay consensos y también desacuerdos a la hora de repensar los modelos productivos: hay voces a favor y en contra, que conviven juntas a la hora de sintonizar el dial.

Nos refieren que consultaron al IMFC y que también les hablaron del uso de las instalaciones. Sorprendidos, nos comentan que Residencias es una de las radios de gestión cooperativista con mayor trayectoria en la Ciudad, integrada por compañeros y compañeras con los que muchas veces han compartido aire y micrófono. Son conscientes de que son radios con independencia económica de la Ciudad de Mar del Plata y que Residencias es muy activa con respecto a la participación en los temas de la agenda local y que es, justamente por eso, muy necesaria.

Extractivismo periodístico

Este mes Climate Tracker Latam lanzó una solicitada convocando desde las redes a periodistas de Argentina, Chile y Bolivia –conocido como el triángulo del litio– para recibir “capacitación, acompañamiento editorial y apoyo financiero para reportear historias sobre la extracción de litio y de otros minerales críticos y las propuestas para lograr una transición energética justa”.

Con manuales para el tratamiento de las noticias en PDF, apuntalados sobre el Acuerdo de Escazú y otros parches protéticos que instituciones tan interesadas en el medio ambiente como la ONU y la OMS configuran financiados por capitales de corporaciones extranjeros, la invitación es un desafío para las voces que se posicionan en contra de los proyectos extractivistas: las voces que no puedan comprar, las van a querer acallar.

Es por eso que habrá que estar atentos y sostener esa línea de alerta, atendiendo a lo que pueda pasar para defender los espacios donde todas las voces encuentren su lugar

. Y mientras Radio Residencias se prepara para mudarse, a una semana del último Atlanticazo celebrado el 04 de cada mes, una certeza gravita al aire y es embalada para llevársela con ellos: son “objetivos, no imparciales. Son la 96.5, la 750 en Mar del Plata. Atendida por sus dueños”.