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Red Internacional
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Seguridad Social. Radiografía de la tercera edad ¿Los ancianos no son pobres?

La realidad de la tercera edad en Chile es vista desde diferentes mediciones. Por un lado algunos miden la pobreza, otros el hacinamiento y las AFP, pero ¿cómo están los adultos mayores realmente?

Jueves 5 de octubre de 2017

La Encuesta Casen 2015 señala que en el 40,1% de los hogares a nivel nacional registran la presencia de al menos un adulto mayor. En Chile el 17,6% son personas de la tercera edad.

Según Casen 2015 se evidenció un descenso de pobreza multidimensional (que considera salud, educación, vivienda y trabajo y Previsión Social) en las personas mayores en 2015, llegando a un tasa de 18,4%, frente al 19,7 que había en 2013 y al 27,6% del 2008.

Respecto a la pobreza por ingresos, ésta bajó a un 6,6% en la población mayor en Chile, en el periodo 2006-2015, el porcentaje de personas mayores en situación de pobreza por ingreso se redujo en 16,2 puntos porcentuales.

Los datos de Casen 2015 permiten estimar que un 14,4% del total de personas de 60 o más años presenta dependencia funcional en alguno de sus grados. De ellas, un 4,3% no cuenta con asistencia personal o cuidador, un 42,2% señala que otro integrante del hogar le presta ayuda para la realización de actividades básicas o instrumentales, un 14% manifiesta tener un asistente externo al hogar y el 30,4% señala contar con ambos tipos de asistencia.

Los indicadores más alto de pobreza multidimensional en hogares carentes se expresa a través de la escolaridad alcanzando un 30,2%, seguridad social en un 32,3%, 19% de servicios básicos.

No obstante, un estudio de la Fundación Sol traduce que la pobreza en Chile, superaría el 26%, sobre 2 veces más lo que indica las cifras oficiales, contraponiendo a la medición realizada por Chile Vamos y la Nueva Mayoría, que dicen haber sacado al país de la pobreza extrema.

El estudio de Fundación Sol integra además una crítica a la caracterización de las líneas de la pobreza y su “fragilidad”, en torno a estar bajo o sobre la línea de la pobreza. En el caso de los adultos mayores de 60 años y más, casi quintuplican su pobreza, pasando de 6,6% (pobreza por ingresos totales) a 30,7%.

Según el centro de estudio, si a estas cifras se le añaden índices de endeudamiento, de empleo real –y no por hora–, se ampliarían enormemente, aún más las cifras de pobreza en Chile.

Otro estudio del 2016 realizado por la ASEMUCH, evidencia que a nivel nacional, el 7,5% de las personas mayores vive en una vivienda precaria, el 9,5% en condición de allegado, el 5,9% posee un índice de hacinamiento medio en su hogar y un 1,4% en un hacinamiento de nivel crítico, en tanto, el 15% de las personas mayores vive en hogares con saneamiento deficitario.

En Chile, el promedio de ingresos en hogares donde existe al menos una persona adulto mayor es de $190.379. De estos, los ingresos por vía del trabajo son en promedio mensual $92.801 y los ingresos por jubilación son de $89.833 en promedio mensual.

Las comunas que presentan mayor cantidad de adultos mayores se dividen de la siguiente forma, Maipú con una densidad de 35.376 habitantes, La Florida con 35.020, Viña del Mar con 30.014, y Puente Alto con 30.979.

La realidad de la tercera edad también se ve retratada en el Plebiscito Nacional realizado por la coordinadora No+AFP, hace pocos días, evidenció el nivel de rechazo a las Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) Un 97,17% eligió en la papeleta la opción No más AFP, mientras un 2,36% se manifestó por la opción de mantener el actual sistema de jubilación.

La reproducción de la pobreza, también se relaciona a las pensiones miserables que ofrecen las AFP, que son menos que el sueldo minimo

Es el Estado quien debe asegurar los derechos para los adultos mayores un sistema de pensiones que no sea menor a la canasta familiar y de al menos el 80% del salario; salud gratuita, de calidad y oportuna, educación publica, un plan de conjuntos habitacionales de calidad y una red de centros de acogida para adultos mayores. Solo de esta forma se avanzaría en la superación de la pobreza en este país, considerando a las personas de la tercera edad que superan los 3 millones de habitantes.

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