La carta de Mariano Rajoy a la troika es un escándalo. El PP seguirá aplicando recortes si gobierna tras el 26J, para cumplir los objetivos de reducción de déficit. ¿Y el resto de los partidos?
Carlos Muro @muro_87
Miércoles 25 de mayo de 2016
El presidente en funciones del Gobierno del Estado español, Mariano Rajoy, envió una carta el pasado 5 de mayo al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Rajoy, y por ende el PP, asume que seguirá en el gobierno tras las elecciones del 26J con una arrogancia extrema. Prometiendo que “una vez haya un nuevo gobierno” se aplicarán más recortes a la población trabajadora. Pareciera que está todo calculado porque las promesas a la troika ya tienen fecha, “la segunda mitad del año”.
Hace unas semanas la troika venía “regañando” a la economía española por no cumplir el objetivo de déficit y no reducir la deuda pública según lo previsto. Exigiendo al próximo gobierno que se forme tras el 26J que realice unos recortes estimados en unos 8000 millones entre el 2016 y 2017.
Si no se llegase a cumplir habrá una multa de hasta 2000 millones de euros. Para la población trabajadora los recortes significan que tendremos que “apretarnos el cinturón” pagando una deuda que es ilegítima. Mientras la gran patronal aumenta sus beneficios a costa de la mayoría mientras se libra de pagar su deuda.
La discusión de fondo es si pagamos o no la deuda
Detrás de este nuevo paquete de medidas hay una discusión de fondo; es tenemos que pagar la deuda o no. Desde el inicio de la Gran Recesión, el régimen del 78´, ya sea a través de los gobiernos del PSOE o del PP, ha llevado adelante una consigna: “socializar gastos y privatizar beneficios”. Con el más estricto cumplimento del pago de la deuda pública. Y para llevar adelante este plan contra las clases populares han seguido las exigencias de la troika.
Tanto la troika, los distintos gobiernos del PP o del PSOE y los grandes medios de comunicación, han tratado de instalar la lógica de que “hay que pagar la deuda si o si” y que por eso son “necesarios” los recortes. Pero hay algunos datos que conviene tener en cuenta: la deuda pública representa un 103% del PIB, mientras que la deuda privada, finalizado el 2014, superó los 3,4 billones de euros, equivalente al 321% del PIB.
Desde el inicio de la crisis ha habido un trasvase de deuda privada a la deuda pública para que seamos los trabajadores lo que paguemos las deudas de la patronal. Además, el total de deuda privada es tres veces mayor que lo que produce la economía. El nivel de endeudamiento de las familias representa solo el 24% del total a finales del 2014. En el caso de las empresas no financieras, son deudores del 47%, 2.109.886 millones de euros. Y las instituciones financieras llegan hasta el 29%, con un total de 1.260.139 millones de euros.
¿Y los otros partidos que harán?
Hasta hoy ninguno de los partidos representados en el parlamento español, ya sean de la vieja o “nueva política”, han cuestionado el no pago de la deuda.
Partidos como el PP o el PSOE cumplirán las “reglas de juego” y seguirían aplicando recortes si llegasen al gobierno. Por su parte, Ciudadanos, la “versión 2.0 del PP”, está igualmente comprometido con el pago de la deuda. ¿Y qué pasa con los partidos de la “nueva política”? ¿Se negarán a cumplir el conjunto de recortes impuestos por la Troika y declararán la deuda ilegítima? Parece más bien que esto no sucederá, ya que la formación morada se muestra dispuesta a cumplir los “compromisos” con la UE, como ya hizo Alexis Tsipras en Grecia.
A la mayoría de asalariados, jóvenes y sectores populares se nos excluye continuamente del derecho a decidir sobre el conjunto de la política económica. La lucha contra los recortes sociales y salariales, para imponer el impago de una deuda ilegítima y un plan de emergencia social es hoy más necesaria que nunca.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.