Algunos se callan como si no pasara nada. Otros dicen “atípico”, “hay cambio climático pero no por razones humanas” y “la ganadería no contamina”. Los discursos de la derecha y del progresismo, de medios opositores y oficialistas, y de empresarios. En las calles hierve la bronca.
Miércoles 15 de marzo de 2023 13:40
Foto: Enfoque Rojo
La ola de calor más prolongada de la historia para la región central del país empieza a vislumbrar un alivio en estos días. En medio de cortes de luz y agua en numerosos barrios, trabajadores, estudiantes, jubilados y jubiladas, ya no damos abasto. Un respiro en este mes de marzo recaliente es más que necesario.
Con el calor arrasando, se habló mucho más del calentamiento global en diferentes medios, pero no necesariamente para mejor. Algunos funcionarios, políticos y sectores empresariales expresaron un variopinto panorama de opiniones contrariando la evidencia científica sobre la crisis climática. Y no es un problema de “falta de conciencia" o de “educación ambiental”, hay una clara intención de naturalizar la situación crítica que vivimos. Veamos el ranking de las agudas reinterpretaciones que se hicieron sobre el tema.
Acuña: “la ola de calor que atravesamos es totalmente extraordinaria y atípica”
La ola de calor que atravesamos en gran parte del país es totalmente extraordinaria y atípica. Aun así, ningún ámbito laboral ni sector suspendió sus actividades en este contexto. El Estado debe garantizar la educación de los chicos todos los días.
— María Soledad Acuña (@Soledad_Acunia) March 14, 2023
Hay que reconocerle que al menos dijo algo. Algunos eligen no hablar como si no pasara nada, pero la Ministra de Educación de la Ciudad fue contundente con un hilo en twitter en el que compara las escuelas con… actividades económicas, porque obviamente todos sabemos que las infancias de 6 a 12 años van a trabajar al colegio, ¿o alguien se imaginó otra cosa?
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No debería sorprender que semejante afirmación no se sustente en nada. La anomalía de la temperatura media máxima para el AMBA fue tan grande que tuvieron que agregar colores a la escala, con tonos grises. Sí, es totalmente extraordinario pero la tendencia indica que estos eventos serán cada vez menos “atípicos”, ya que aumentará la frecuencia de los mismos producto del calentamiento global.
Acuña no se hace eco de esto porque busca eludir que el calor infernal al inicio de las clases puso de manifiesto el precario estado de las escuelas en la ciudad, y también en las provincias. Años de desinversión, ajuste, plata que se va para la deuda con el FMI. Todo esto expresaron las docentes que se organizaron junto a madres, padres y alumnos para exigir condiciones mínimas para asistir, como ventiladores y agua. Lo hicieron en el barrio porteño de Bajo Flores, en Lugano, en San Telmo, en Barracas y fueron al paro convocado por Ademys para el martes 14.
También protestaron y se organizaron en la Provincia de Buenos Aires, reclamando al gobernador Kicillof –que no se expresó al respecto– en la ciudad de La Plata, en Ensenada, en Tres de Febrero, en Merlo, en San Nicolás, en Gral San Martín, en Morón e Ituzaingó, en Tigre, entre otras. Y en la educación superior, se suspendieron las clases en la Universidad de General Sarmiento y en Universidad Nacional de José C. Paz.
En la legislatura porteña, Larreta impidió tratar el proyecto de emergencia ante la ola de calor presentado por Alejandrina Barry, legisladora del PTS-FIT. Las prioridades están claras: para promover el negocio inmobiliario que avanza sobre los humedales sí que se mueven y bastante rápido, cuando lo fundamental lo contrario, protegerlos, ya que resultan imprescindibles para mitigar la crisis climática porque son sumideros de gases de efecto invernadero.
Maslatón: “El cambio climático existe pero no por razones humanas, son los ciclos del clima”
En el programa Duro de domar, el político de derecha despotricó contra las “quejas permanentes por el clima”. Mintiendo descaradamente planteó que en "marzo de 1980 y febrero de 1983 fueron más días que ahora y mucho más calor, y todavía el calentamiento global no estaba en la plataforma del partido comunista". Todos los registros muestran lo contrario, podría leer los informes del Servicio Meteorológico Nacional. A diferencia de los “datos” de Maslatón, el “presunto” calentamiento global sí tiene evidencias que lo respalda.
También el periodista de C5N Mariano Hamilton, que dijo haberse “informado”, afirmó que este fenómeno no tiene que ver con el calentamiento global, porque se trataría de La Niña y El Niño. Por el contrario, este fenómeno oceánico muestra con mayor claridad la ocurrencia de “eventos compuestos”, en este caso olas de calor sumadas a la prolongada sequía, que van a aparecer con mayor frecuencia. El fenómeno oceánico de la Niña, que se dio durante tres años consecutivos de forma extraordinaria, cuando repercute en la atmósfera, está asociado a bajas temperaturas. Es decir, es realmente preocupante que se hayan dado estas olas de calor con ese fenómeno en particular que baja la temperatura. Cuando empiece a actuar El Niño se esperan lluvias, sí, pero además está asociado a aumentos de temperatura en la atmósfera y aún es incierto qué tan fuerte impactará. Increíblemente, un medio progresista como Página 12 también replicó este error. De Hamilton no debería sorprender nada, ya que pidió “privatizar Edesur” (sic).
De todas maneras, el mayor problema es la intención política que hay detrás de negar lo evidente. En medio de cortes de luz y agua, se pretende deslegitimar las sentidas exigencias de los sectores populares que son los principales afectados por la crisis climática. Caminar por las calles de la ciudad y del conurbano bonaerense alcanza para ver las protestas que se están llevando adelante para exigir medidas inmediatas como camiones con agua y grupos electrógenos. Según informó el ENRE, el martes 14, cerca de 60 000 usuarios no tenían energía en el AMBA. Lo mínimo que deberían hacer es suspender los pagos de las facturas de luz y agua.
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El problema es estructural. Los datos oficiales indican que más de diez millones de personas sufren “pobreza energética” en el país, ya sea porque no tienen acceso a todos los servicios vitales, o porque pagarlos afecta sensiblemente la economía familiar. Y acorde a la investigación de la socióloga Florencia Partenio, publicada por la Cepal, el 80 % de los hogares de barrios populares se encuentran en situación de pobreza energética.
Esto es resultado de los tarifazos que se aplicaron con el gobierno de Macri y los más recientes ajustes que también llevó adelante Massa y el Frente de Todos. Pero como denunció Nicolás del Caño, las empresas de energía son las principales fugadoras de capitales. La enorme cantidad de subsidios que recibieron en los últimos años, que tendría que haber ido a mejorar la infraestructura y la calidad de los servicios, se fue a paraísos fiscales en el exterior.
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Resulta urgente la estatización de las empresas energéticas bajo control de trabajadores y usuarios, para terminar con la estafa y el negocio de las privatizadas, y empezar a resolver la desigualdad energética. Además, son justamente las y los trabajadores quienes pueden llevar adelante una verdadera transición energética en función de las necesidades populares y en armonía con el ambiente, como demuestra en un caso concreto la fábrica recuperada Madygraf.
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La Nación: “no se puede seguir culpando a la ganadería ‘como una de las causantes del calentamiento global y cambio climático’”
En la carrera por querer tapar el sol con la mano, medios como La Nación no se quedan atrás. Con el título: “Una medición de la NASA derrumba un mito sobre las vacas argentinas”, la publinota que le hacen al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), reproduce cosas como que “¡La carne no es la culpable sino la solución para cuidar el planeta en que habitamos!” Es escandaloso por lo burdo que resulta, ya que todo surge de una interpretación tirada de los pelos de un artículo de la NASA, que no dice nada ni remotamente parecido.
La nota que publica la NASA señala que uno de sus satélites fue utilizado por investigadores para rastrear flujos netos de CO2 (uno de los gases de efecto invernadero) de más de 100 países en todo el mundo. La investigación realizada resulta novedosa, ya que mide desde el espacio hacia la Tierra, es decir procesos de “arriba hacia abajo” o “descendentes” y ayuda a complementar las mediciones que se realizan desde “abajo hacia arriba” o “ascendentes”, que son los habituales en inventarios nacionales. Como afirman los investigadores en el artículo científico publicado, el modelo por sí mismo no fue diseñado para estimar las emisiones de nacionales individuales: “los métodos de abajo hacia arriba pueden proporcionar estimaciones de emisiones exactas y precisas a nivel país cuando los datos de actividad y los factores de emisión están bien cuantificados y entendidos”, y continúan señalando que: “Sin embargo, estas estimaciones pueden tener una incertidumbre considerable cuando los procesos de emisión son difíciles de cuantificar (como para la agricultura, cambios de uso del suelo y desechos) o si los datos de actividad son inexactos o faltan”. Es por esto que en el artículo dicen explícitamente “instamos a la cautela” a la hora de interpretar ciertos resultados.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina no fue cauteloso, sino que tomaron los resultados parciales del modelo para afirmar que la Argentina tiene balance de carbono negativo (lo que no puede inferirse del artículo), y dando aún un salto mayor al vacío dicen que es gracias a la ganadería (!). Por el contrario, la ganadería, y en particular el sistema feedlot, es contribuyente neto de gases de efecto invernadero, con el gas metano, que ni siquiera era medido en el estudio.
Muchos medios se hicieron eco de esta malintencionada interpretación, pero es harto conocido que actividades como el agronegocio, los cambios en el uso del suelo, la deforestación y también la ganadería intensiva contribuyen al calentamiento global, destruyendo "sumideros de carbono" por ejemplo. De hecho, la ganadería es el principal subsector contribuyente, y esto aparece en el propio Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.
La crisis climática, ecológica y ambiental que estamos atravesando no se va con la variación del tiempo o el cambio de estación. Los informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC), (que está lejos de ser comunista), son alarmantes. El ritmo del calentamiento global se está acelerando y modifica el ciclo del agua, produciendo eventos extremos como abundantes lluvias y sequías, en combinación con olas de calor, con mayor frecuencia e intensidad. Las causas son antropogénicas, es decir, producto de la actividad humana, pero no de la humanidad en general, sino de la forma de producción capitalista. Resulta fundamental cuestionar y transformar profundamente este sistema.
Lihuen Eugenia Antonelli
Redacción Ciencia y Ambiente | @lihuiliyo