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Red Internacional
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CASO BANKIA. Rato absuelto en el caso Bankia: impunidad para los banqueros corruptos

Los 34 acusados en el juicio por la estafa de Bankia han sido absueltos por la Audiencia Nacional. ¿Qué delito es robar un banco, en comparación con hundirlo y recibir un rescate millonario?

Martes 29 de septiembre de 2020

La sentencia que absuelve a Rodrigo Rato y otros 33 acusados apunta en dos direcciones. En primer lugar, señala que la salida a Bolsa fue aprobada por todos los entes supervisores, como el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la FROB y la Autoridad Bancaria Europea (EBA). El segundo argumento, es que el folleto que se presentó en su momento a los inversores tenía una “amplia y certera” información sobre los posibles riesgos, que no hubo estafa.

La sentencia destaca que la integración previa de las cajas de ahorro en Bankia "estuvo impulsada por las autoridades económicas y monetarias, en el marco de un proceso intensamente supervisado por el Banco de España, que avaló sin cortapisas su viabilidad, conociendo a la perfección la situación de las Cajas por las inspecciones e informes de los que fueron objeto".

Lo más escandaloso de la absolución de los 34 acusados, por lo tanto, es que la Audiencia Nacional los exculpa al considerar probado que el Banco de España, la FROB y otros organismos del Estado estaban al tanto de todas las operaciones financieras. Es decir, que Rato no actuó por cuenta propia. Pero esto no significa que la investigación vaya a continuar investigando el resto de las responsabilidades políticas en el hundimiento de Bankia, sino todo lo contrario, ahora la causa contra Rato se cierra, y se impone la impunidad para todos.

Rodrigo Rato, expresidente de Bankia cuando ésta salió a bolsa en 2011, seguirá en la cárcel por el caso de las tarjetas Black, pero termina impune en este caso, que culminó con el hundimiento de Bankia en 2012 y el rescate financiero más grande de parte del Estado hacia una entidad bancaria. Un rescate financiero que aun está pagando toda la población española, porque significó su contraparte en recortes para los presupuestos de sanidad, educación y servicios públicos.

En julio de 2011 se producía la salida de Bankia a Bolsa, después de informar resultados con un beneficio de 309 millones de Euros para marzo de ese año. Sin embargo, en mayo de 2012, después de la salida de Rato de la entidad, las cuentas fueron revisadas y se presentaron pérdidas por 2.979 millones. Bankia se hundió y el gobierno de Mariano Rajoy acordó un rescate financiero sin precedentes, que llegó a alcanzar los 24.000 millones de Euros (un tercio de todo el rescate a la banca española).

En su defensa, Rodrigo Rato ha acusado a la dirección del PP bajo Mariano Rajoy de utilizarlo como “chivo expiatorio”, cuando la responsabilidad era compartida. Una defensa cínica, claro está, pero que no deja de tener una importante cuota de verdad.

La sentencia absolutoria llega en el mismo momento en que Bankia está avanzando su adquisición por CaixaBank, lo que dará forma a la entidad financiera más grande del Estado español. Una operación que servirá para “socializar costos y privatizar ganancias”, dado que, hasta el momento, solo se han recuperado 3.000 millones de esos 24.000 que permitieron rescatar Bankia. También se conocía este martes que la nueva CaixaBank no heredará los litigios por preferentes de Bankia, que quedarán en manos del Estado, como otra deuda a saldar. Un verdadero escándalo, que culmina así con la historia de saqueo de Bankia a los fondos públicos.

La Audiencia Nacional vuelve a poner de manifiesto los intereses que defiende el partido judicial, que absuelve a banqueros corruptos que se han enriquecido con el dinero público, embargando a generaciones enteras para pagar su deuda, mientras encarcela a jóvenes por protestar o tuitear contra la corona.

La nacionalización de la banca, sin indemnización, es la única medida realista para recuperar todo el dinero público saqueado por los directivos de Bankia y otras entidades financieras, a costa de la sanidad y los servicios públicos. Una gran estafa de la que participaron todos los gobierno del PP y el PSOE y que hoy seguimos pagando.