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Red Internacional
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Crisis Energética. Razones por las que Fitch baja de nota crediticia de Pemex y qué implica

Fitch Ratings estableció la calificación crediticia de Pemex dos escalones más abajo, a ’BBB-’ desde ’BBB+’. Y se mantiene la previsión negativa, por lo cual es posible que se baje aún más. Un elemento de incertidumbre para el gobierno de López Obrador.

Miércoles 30 de enero de 2019

Esta rebaja en las calificaciones, del nivel 8 al 10 en la escala de Fitch, deja a la paraestatal petrolera al borde de caer en el nivel ’BB’, que es un grado especulativo. de riesgo abierto. Este cambio de las calificaciones expresa la degradación del perfil crediticio individual de Pemex, según analistas.

Mientras esta calificadora bajó el pulgar, apenas este lunes 28 de enero el gobierno de López Obrador anunció la implementación de acciones tendientes a disminuir la carga tributaria de Petróleos Mexicanos.

De acuerdo con la escala de Fitch Ratings, las calificaciones ’BBB’ indican un moderado riesgo de incumplimiento de los compromisos de pagos de deudas. Como un eco de su decisión en cuanto a Pemex, la calificadora redujo también la nota de México de largo plazo, que pasó de ‘AAA’ a ‘AA’.

¿Qué razones esgrimió Fitch Ratings? En primer lugar, las transferencias de Pemex al gobierno que, según sus analistas, continúan siendo altas en comparación con su generación de flujo de efectivo. En segundo lugar, porque considera que son modestas las aportaciones de capital del gobierno a la paraestatal.

Desde las oficinas de la agencia, se prevé que la producción y las reservas de hidrocarburos seguirán disminuyendo en el mediano plazo y que podría estabilizarse dentro de 3 a 5 años porque el nivel actual de inversiones es insuficiente para reponer las reservas.

A su vez, Fitch señaló que Pemex necesitará una inversión anual de 15 mil millones de dólares a 18 mil millones para reponer reservas y subraya como una debilidad el alto grado de injerencia del gobierno federal en la petrolera.

Es decir, hablando de injerencias, la calificadora Fitch, como vocera ejecutiva del capital financiero transnacional, ha decidido cuestionar la política energética del gobierno actual pidiendo un mayor flujo de capitales del gobierno a esta paraestatal para que garantice sus deudas conforme a los deseos del gran capital extranjero, no los del gobierno mexicano.

Ante la baja de la calificación, Arturo Herrera Gutiérrez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, admitió que la decisión de Fitch Ratings no sorprende, pero sí preocupa.

El huahicoleo “legal” -vaciamiento de Pemex por décadas, desvíos de fondos, recorte del presupuesto operativo y de mantenimiento- tiene consecuencias también en el terreno financiero, y en gran parte a eso obedece la baja de la calificación crediticia.

Lo que está en cuestión es la soberanía de la industria petrolera, un sector clave de la economía: si va a mantenerse la entrega a las trasnacionales vía conservar la reforma energética o si se renacionaliza la industria petrolera bajo control de sus trabajadores, una medida que sólo pueden llevar a cabo los de abajo con la movilización y la lucha.