Mientras apuestan por un candidato en el balotaje, las cúpulas sindicales están atentas a ver cómo se reacomodan sea quien sea el próximo gobierno.
Jueves 12 de noviembre de 2015 17:00
En vez de discutir de qué manera el movimiento obrero se prepara para defenderse, ellos intentan acomodarse para donde calienta el sol y defender sus privilegios. Cuentan con la ventaja de que Scioli y Macri ya adelantaron que no van a atacar el modelo sindical peronista. Un modelo verticalista, burocrático, donde no hay asambleas ni debates, y aquellos que tienen una voz divergente somos atacados. Algunos están con Scioli, como Caló o Pignanelli. A Macri lo apoya el Momo Venegas, pero también Moyano, que intenta recuperar el protagonismo que tuvo en los primeros años del gobierno kirchnerista.
En un panorama que va quedando claro que será de ajuste, de ataques al salario, de suspensiones y devaluación. Todos están ofreciéndose al mejor postor para garantizar la “paz social”. Contra esta actitud de las cúpulas sindicales, desde el Frente de Izquierda estamos llamando a votar en blanco. Los trabajadores no podemos votar a nuestros verdugos, a los patrones, los que enfrentamos todos los días. Es una primera resistencia a los ajustes que van a venir. Por eso estamos haciendo una campaña activa en los lugares de trabajo, de estudio, en los barrios. Mientras tanto tenemos que empezar a prepararnos para las peleas que se vienen. Y si peleamos separados va a ser más difícil. Por eso queremos empezar a discutir con todos estos sectores que nos hemos encontrado en los últimos años en las luchas, un Encuentro nacional de todos los activistas, delegados de base, comisiones internas y cuerpos de delegados combativos, para discutir cómo defender nuestras conquistas y que la crisis la paguen los capitalistas.
El Frente de Izquierda, con la autoridad que ganó en estas elecciones, puede dar impulso al reagrupamiento del movimiento obrero combativo y antiburocrático. Para enfrentar los despidos y suspensiones, por paritarias libres y que el salario pueda cubrir la canasta familiar, para terminar con la precarización laboral, por el pase a planta de los contratados y tercerizados, para recuperar los sindicatos y pelear por nuestro programa contra el ajuste y la complicidad de los dirigentes sindicales vendidos.