La Unión Europea aumenta el presupuesto a partidas de seguridad y defensa para la etapa 2021 y 2027, destinando 43.900 millones, lo que supone un 123% más con a la etapa anterior.
Jaime Castán @JaimeCastanCRT
Martes 17 de mayo de 2022
Hangar de tanques de guerra en Alemania.
La guerra en Ucrania está sirviendo de coartada a la Unión Europea para aumentar de forma obscena y sin precedentes el gasto militar, tanto en los presupuestos individuales de cada Estado miembro, como en el presupuesto conjunto destinado al Fondo Europeo de Defensa.
El Marco Financiero Plurianual (MFP) de la UE va a destinar para la siguiente etapa comprendida entre 2021 y 2027, 43.900 millones de euros en partidas de defensa y control fronterizo. Esto supone un incremento total de un 123% comparado con los 19.700 millones de la etapa previa. Así lo atestigua el informe “¿A qué coste? La financiación de las políticas de seguridad, defensa y fronteras de la UE”, elaborado por Statewatch y The Transnational Institute.
El objetivo de estos fondos es llevar adelante una política europea de rearme imperialista que sea más conjunta y coordinada, al estilo de la realizada durante la pandemia y la política con respecto a las vacunas.
Lo que se traduce en un incremento a partidas como la inversión en empresas de desarrollo de material bélico de alta tecnología, que ascienden nada más y nada menos que en un 1256%. De igual forma los fondos destinados al control y externalización de fronteras: agencias europeas como Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) y Europol (Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial) reciben un aumento presupuestario del 129%. Del mismo modo, países terceros van a recibir mayores fondos para realizar el control fronterizo y migratorio.
Frontex pasa de esta forma a 800 millones de euros en la actualidad, frente a los 6 millones que recibía en el año 2008. Se convierte en la agencia europea con más presupuesto y personal de la Unión Europea, mientras su director ejecutivo dimitía recientemente por acusaciones de vulneración de los derechos humanos.
La escalada militarista de la OTAN y la UE con su injerencia imperialista en Ucrania, viene acompaña de estas políticas de rearme con aumentos de miles de millones en los presupuestos militares. El Fondo Europeo para la Paz, contrariamente a su nombre, está destinando ya 2.000 millones de euros en material bélico enviado a Ucrania.
Un rearme que es parte a su vez de la política europea de “Europa fortaleza”, consistente en enfrentar las crisis migratorias y de personas refugiadas militarizando y externalizando fronteras, con duras y represivas leyes de extranjería, con campos de refugiados y devoluciones masivas.