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Red Internacional
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Coronavirus. Rebaja Dieta Parlamentaria: Privilegios intactos frente a quienes lo están perdiendo todo

Antes de la llegada del invierno y el agravamiento de la crisis sanitaria, social y económica en Chile, el Congreso se adelanta y comienza a cerrar filas en torno al debate sobre la baja de la Dieta Parlamentaria.

Lunes 11 de mayo de 2020

Luego de la vieja sonata del tira y afloja a causa de enmiendas e indicaciones entre la derecha y la oposición, terminó imponiéndose en la Cámara Mixta, la decisión de que sea un Consejo de Alta Dirección Pública el ente que estudie y defina los montos y mecanismos de la rebaja de las millonarias Dietas.

La composición de este consejo está descrita en fuentes oficiales así: “presidido por el Director Nacional del Servicio Civil y está compuesto por cuatro Consejeros propuestos por el Presidente de la República y ratificados por cuatro séptimos de los Senadores en ejercicio, para un periodo de seis años, debiendo ser elegidos alternadamente por duplas cada tres años” Es decir que será Piñera más la Derecha y la ex Concertación quienes elegirán a los personeros que deberán fijar sus propios y millonarios sueldos.

Podría compararse con la naturaleza del cuestionado Tribunal Constitucional el cual, hasta antes de la reforma del 2005, era electo por el presidente, la Corte Suprema, el Consejo de Seguridad Nacional y el Senado; aún con la modificación del 2005 este organismo ha seguido ejerciendo su función de guardián de la Constitución de 1980, así como el Consejo de Alta Dirección Pública actuará de guardián de los privilegios parlamentarios de acuerdo a su propia composición antidemocrática disfrazada de transparencia y modernización.

Quien preside este organismo es Alejandro Weber el impulsor del plan de retorno de las y los trabajadores públicos para abrirle el camino al sector privado, siendo parte de las políticas criminales del gobierno para mantener el funcionamiento de sectores no esenciales y así exponer la vida de la clase trabajadora y sus familias.

El oportunismo de la derecha

Pero los dardos del oficialismo fueron más allá y para evitar cualquier margen de recuperación de imagen en las encuestas de una oposición que ha votado leyes como la antisaqueos o la reciente ley de destrucción del empleo, se agarraron de una denuncia (con el objetivo de anular al FA en su corta maniobra parlamentaria) que hizo el ex militante RD Renato Garín a través de un twitteo en el que señala: “El diputado Giorgio Jackson y la bancada de Revolución Democrática repiten que ellos ‘donan la mitad’ de su sueldo. Esto NO es cierto. El dinero va a un ahorro bancario que ya suma cientos de millones. Con ese ahorro se financiarán sus campañas a la constituyente, reelección y Senado”. Esta polémica frase hizo que el debate girará hacia la posición moral de cada conglomerado en torno a exigir o no la rebaja de la dieta y permitió que la derecha aplastara en la jugada a una parte de esta obediente oposición.

De fondo lo que hay no es solo una cuestión de defensa del gobierno y la ex Concertación de sus privilegios materiales como representantes políticos de los capitalistas, sino que se profundiza el carácter antidemocrático de las instituciones de éste régimen, además de mostrar el real rostro de los estados capitalistas que no sólo descargan la crisis sanitaria y económica sobre los explotados hombros de los y las trabajadoras, sino que además en países como Chile, se blindan los escandalosos privilegios materiales como la Dieta parlamentaria, tal cual fuese un premio por lograr que se aplicasen las mismas políticas internacionales de la burguesía para descargar la crisis sobre las masas en medio del precario equilibrio que dejó el valeroso estallido del pueblo chileno.

Esa es la famosa y aparente unidad nacional que ha logrado imponer Piñera, avanzando en fortalecer su poder como gobierno y asegurando el poder de los viejos estandartes de estos últimos 30 años. Ya sea una rebaja del 30% o 50% de los millones que ganan los parlamentarios que votan leyes que destruyen y precarizan la vida de las y los trabajadores y sus familias, hoy se necesitan parlamentarios y parlamentarias que pongan sus puestos a completa disposición de las necesidades y anhelos de las grandes masas, a disposición de sus grandes luchas, que cobren lo mismo que una profesora o un trabajador calificado, que defiendan hasta el final las demandas de la clase trabajadora, hoy por sobre todo a aquella primera línea contra la pandemia que sufre los peores embates en contra de sus vidas altamente expuestas: sobreexplotación, contagios, falta de insumos, daños psicológicos y emocionales, estrés, censura y temor.

Hoy necesitamos levantar una fuerza política que desde los escaños parlamentarios denuncie todos los agravios que sufren las grandes masas y fortalezca la organización y lucha extraparlamentaria, pues será por fuera del parlamento en dónde se jueguen las fichas decisivas contra el régimen, contra la crisis que nos quieren echar encima los capitalistas y contra la pandemia y el desmantelamiento de la salud pública que golpea brutalmente a la clase trabajadora y el pueblo.