El jefe de Gabinete, Marcos Peña, junto con el equipo económico, anunció una meta de inflación del 15 % para el año próximo. También se reducirá el financiamiento del Banco Central al Tesoro.
Pablo Anino @PabloAnino
Jueves 28 de diciembre de 2017
En una conferencia de prensa conjunta desde Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, acompañado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, anunciaron una suba en la meta de inflación para el año 2018, que se espera que alcance al 15 %.
El recálculo expresa las dificultades que tiene el Gobierno para domar la inflación que se acelerará estos meses por los anuncios de tarifazos. La estampida del dólar, si bien convalidada por el Banco Central, va a echar más leña al fuego a la suba de precios.
Pero incluso ese 15 % está debajo de lo que releva el propio Banco Central como expectativas de suba de precios para el año próximo que de mínima está en 17 %, según las opiniones de analistas, consultoras y bancos.
El anuncio se da en un contexto de estampida del dólar de los últimos días que se acercó a los $ 19 el miércoles. El relajamiento de la meta de inflación supone una política monetaria menos estricta, por ejemplo bajando la tasa de las Lebac, lo cual podría acentuar la escalada del dólar.
Podría tratarse de una señal para los exportadores, a la industria mercado internista y las voces que alertaban por el atraso cambiario, sin abandonar el camino gradual y la pleitesía al capital financiero internacional.
No obstante, el equipo económico ratificó metas de ajuste del gasto público, reducción del déficit primario y financiero, como así también una disminución del financiamiento del Banco Central al Tesoro. Todas señales a los “mercados” para intentar dar credibilidad.
Aquí no ha pasado nada
Durante la conferencia, Marcos Peña, destacó que la “economía argentina volvió a crecer” y el “año próximo vamos a volver a tener crecimiento”. El jefe de Gabinete contrastó con la situación que heredó el Gobierno donde estaba “la posibilidad de otros quiebres económicos”. Por eso, había que “salir del populismo”.
Peña señaló que “teníamos un gran desafío en materia fiscal” y que “el presidente destacó que necesitaba un consenso básico sobre la cuestión fiscal”. En tal sentido, “se inició un marco de diálogo con los gobernadores y el Congreso” donde se votaron “ocho leyes” para ir logrando equilibrar las “cuentas públicas”.
Por su parte, Nicolás Dujovne, señaló que “el principal anuncio es que hemos decidido recalibrar las metas de inflación para los años subsiguientes”. Por lo cual, se decidió “demorar un año nuestra meta de inflación del 5 % de 2019 al año 2020”. Para 2019 el objetivo es del 10 % y para 2020 del 5 %.
Según el ministro de Hacienda, “el motivo del cambio es que habiendo transcurrido dos años del lanzamiento de las metas de inflación en enero en 2016, hoy tenemos una visibilidad más clara de donde están los precios, cual es nuestra política fiscal y nuestra política monetaria”.
Dujovne ratificó las metas fiscales de 3,2 % de déficit primario para 2018, 2,2 % para 2019 y de 1,2 % para 2020.
Luis Caputo afirmó que “vamos a continuar y profundizar la reducción" del financiamiento del Banco Central al Tesoro, el cual alcanzará a $ 140 mil millones en 2018 con el objetivo de llegar a 2020 a nivel de señoreaje.
Según el encargado de Finanzas, el año próximo se tomará deuda externa por U$S 30 mil millones para cubrir el rojo financiero del Tesoro y por otros U$S 26 mil millones en 2019.
En tal sentido, admitió que en los próximos años el ratio deuda/PIB subirá de 28 % al 37 %, para luego ir descendiendo hacia 2021 en función del equilibrio fiscal que se busca alcanzar. “Queremos ir reduciendo la dependencia externa del financiamiento”, sentenció Caputo.
¿Ni vencedores, ni vencidos?
La voz más esperada fue la de Federico Sturzenegger debido a los trascendidos de las internas del Gabinete de las últimas semanas que indicaban fuertes críticas al presidente del Banco Central.
La conferencia fue la escenificación del triunfo de un ala del gabinete económico en tanto se logró torcer, al menos parcialmente, las metas rígidas de inflación de la entidad monetaria, aunque resta ver que ritmo tomará por ejemplo la baja de la tasa de interés de referencia.
Sturzenegger destacó la reducción de la inflación núcleo que estaba en el orden del 2 % mensual en tanto “hoy estamos significativamente debajo de esos valores”. “Nuestros objetivos de inflación no están basados en términos de inflación núcleo, sino de inflación general”, afirmó.
El presidente del Central indicó que 2017 fue un año exitoso en términos de desinflación aunque no se “llegó a los objetivos”, por lo cual “el cambio de la meta permite recalibrar la política monetaria”.
La controversia sobre las metas de inflación quedaron plasmadas en el Presupuesto 2018 aprobado ayer en el Senado que contenía el 15 % estimado por Dujovne en simultáneo que planteaba el objetivo del 10 % del Banco Central. La conferencia de prensa intentó cerrar la grieta.
Para intentar llevar tranquilidad a los mercados, Sturzenegger señaló que “en términos de tiempo y de forma el Banco Central irá decidiendo”. Es decir, que buscará evitar una política de shock.
Como modo de preservarse, el presidente de la entidad monetaria advirtió que el “Banco Central necesita ayuda del Ejecutivo” porque en 2015 financiaba el 5,3 % del PIB. Las transferencias se fueron reduciendo: serán de $ 140 mil millones para el año 2018, es decir 1,1 % del PIB.
Sobre el tipo de cambio, Sturzenegger, reafirmó el esquema de flotación del dólar para amortiguar los shocks externos.
La conferencia, si bien buscó dar una imagen de coherencia a la política económica y monetaria, dejó expuestas varias de las contradicciones que acumula el esquema de Cambiemos.
La escalada de endeudamiento atrasa el tipo de cambio y la contención de la inflación vía Lebac es poco exitosa y presiona recesivamente sobre la actividad productiva. Ambos factores, junto con la apertura económica, llevaron a un déficit externo de alcance histórico, que, en sentido contrario, actúa como presión sobre la cotización del dólar.
Luego del triunfo pírrico con la reforma tributaria, ahora el Gobierno ve crujir la economía es sus aspectos estructurales.
Los próximos días dirán si los anuncios realizados ayudan a relajar la situación.
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Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.