Con 80 votos en contra y 69 a favor, esta semana se rechazó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley Admisión Justa, el que ha sido fuertemente criticado.

Suely Arancibia Auxiliar Hospital Barros Luco.
Jueves 11 de julio de 2019
El proyecto de ley Admisión Justa, que pretendía reponer la selección en los liceos según el “mérito” y el rendimiento académico, no podrá presentarse hasta dentro de un año, ya que este pasado martes se rechazó en la Cámara de Diputados.
Ante la derrota legislativa que vivió el gobierno de Piñera, la cuestionada ministra, Marcela Cubillos, expresó su molestia a través de las redes sociales, señalando que ahora “los sueños se verían frustrados”.
Así mismo, Chadwick también salió a lamentar este hecho, diciendo que analizarían la opción de solicitar que la propuesta pase al senado, a pesar de la complejidad que esto tendría por el alto quórum que necesitan (dos tercios).
Toda esta situación se da en medio del debate educativo que se ha abierto estas últimas semanas por el paro de profesores, donde a pesar de los intentos por bajar la movilización y aceptar las migajas del gobierno por parte del presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, la movilización continúa como un dolor de cabeza para el gobierno de Piñera y la ministra Cubillos.
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Si bien ahora se rechazó este proyecto de ley que pretendía profundizar la competencia y la segregación a través de la meritocracia en un sistema que es completamente desigual y en el que no todos tienen las mismas posibilidades, el debate que han abierto las y los profesores da cuenta de cómo aún se sigue manteniendo un sistema educativo heredado de la dictadura, en el que la educación termina siendo un negocio, donde a diferencia de aquellos establecimientos que funcionan como empresas, hay otros que viven la precariedad de salas que se llueven, deficiente infraestructura, ratones, falta de profesores, sueldos miserables y agobio laboral.
A esto se suman otras demandas que las y los profesores han levantado y demuestran la intransigencia del gobierno y su línea hacía la precarización de la educación, el cual se niega al pago de la mención a educadoras diferenciales y de párvulo, a dar paso a tras con la decisión de sacar historia y educación física como ramos obligatorios y por la deuda histórica solo ofrecieron una mesa.
El gobierno no quiere ceder, sin embargo las encuestas demuestran que se encuentra sumamente debilitado y cuestionado, aumentando cada día el rechazo a su intransigencia y sus medidas.
Es por esto que hoy, cuando la educación ha vuelto a estar al centro y los profesores han demostrado la fuerza que tienen y existe un gran apoyo a su lucha, es más necesario que nunca avanzar en un plan alternativo, que el Colegio de Profesores, la CUT, la CONFECH y demás organismos sindicales y estudiantiles, convoquen a un paro nacional unificado de todos los sectores, con asambleas en las escuelas, comunas y a nivel nacional, junto a apoderados, estudiantes y trabajadores para discutir cómo continuar la movilización y conquistar sus demandas, a la vez de cómo retomar la pelea por una educación pública, gratuita, democrática y no sexista.