Ya terminado el paro de los camioneros, el gobierno de Piñera comenzó a aplicar la nueva ley migratoria que le permite expulsar de forma sumaria a los migrantes que intentan ingresar al país por la frontera norte. Estas expulsiones, denominadas eufemísticamente “reconducción” no es más que devolver hasta la frontera, en medio del desierto, a quienes sean sorprendidos cruzando de forma ilegal. Decenas de familias quedaron desamparadas en el cruce entre Bolivia y Chile.
Miércoles 16 de febrero de 2022
Con la entrada en vigencia de la nueva Ley N°21.325, de Migración y Extranjería, el gobierno de Sebastian Piñera comenzó con su política de “reconducción”, eufemismo para la expulsión sumaria de inmigrantes que hayan ingresado o estén intentando ingresar al país.
Apostados con refuerzo policial y militar en la frontera norte, se desplegaron fuerzas para detener y devolver a decenas de familias migrantes que se encontraban intentando ingresar al país. El objetivo es detener su paso hacia localidades como Colchane pero sin ofrecer ningún tipo de ayuda ni aporte para quienes han cruzado medio continente con el objetivo de mejorar sus precarias condiciones de vida.
Ahora, al llegar a un posible final de travesía, Chile se limita a expulsarlos a la frontera, abandonandolos en pleno desierto, sin importarle que ocurrirá con ellos después. Esta política de abandono es una muestra más de la xenofobia que ha ido creciendo con la prolongación de la crisis migratoria en el norte.
Estas familias ahora deberán enfrentarse a las inclemencias climáticas y la falta de recursos incluso si desean volver a su país de origen. Mientras esto ocurre el gobierno se felicita por imponer el “orden” sin importarle las condiciones en las que vivirán estas familias.
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Recordemos que el artículo 2 de la ley 21.325 obliga al Estado instar por una migración segura, principalmente para evitar el tráfico de personas, pero también le deja como responsabilidad al gobierno “promover, respetar y garantizar los derechos que les asisten a los extranjeros en Chile” responsabilidad a que el gobierno estaría abandonando al enviar a los migrantes a la frontera sin importarse como estos pueden volver a algún punto seguro.
De hecho, las imágenes que la TV mostró anoche en su cobertura en la frontera norte dejaron clara cual es la actitud de la autoridad: frente a los diálogos con las familias que intentaban cruzar, la policía solo se limitó a escuchar y luego correr hasta detrás de la frontera a las familias, lo mismo con quienes estaban siendo cruzados por “coyotes”, los migrantes devueltos y los coyotes también.
Así la hipocresía de la “reconducción” solo servirá para reforzar la política antiinmigrante de las autoridades, reforzará a los sectores xenófobos que seguro harán campañas para expulsar sin importar la situación migratoria.
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