Ramón Aguirre Díaz, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), asegura que habrá crisis si se ejecuta el recorte. Ya hay alrededor de dos millones de habitantes de la capital que no tienen suministro de agua potable.
Miércoles 26 de octubre de 2016
El recorte contemplado en el proyecto de presupuesto 2017 asciende a 69%. Así, el presupuesto de inversión para el Sacmex se reducirá de 989 millones de pesos que se le destinaron para este año, a 309 millones de pesos para 2017.
De acuerdo con Aguirre Díaz, esta disminución del gasto llevará a problemas graves en menos de dos años.
Según reconoció el funcionario, en el suministro de agua para la capital del país hay “problemas de calidad, sobrexplotación del acuífero, fugas, consumo, renovación de la red de drenaje y un gran riesgo de sequía severa, como la que ocurrió en 2009, y que se resolvió en 2010 por una lluvia extraordinaria".
Abundó que mientras las necesidades de presupuesto para inversión, según el plan que hizo el Sacmex a 25 años, asciende a 8 mil millones de pesos anuales, el presupuesto otorgado en los últimos años llega apenas a 2,600 en inversión; mientras tanto, el Programa de Apoyo a los Organismos de Agua, que entregó este año 989 millones de pesos, se reduce a 309 millones de pesos.
Aproximadamente, de acuerdo con datos del organismo, 12,000 litros de agua se pierden por las fugas en los más de 13,000 kilómetros de tuberías que existen en la Ciudad de México; 41% del agua se pierde en pequeñas fugas que se van al drenaje, al subsuelo o se evaporan, por eso no se da un servicio completo; faltan unos 3,500 litros por segundo.
También la Comisión Nacional del Agua (Conagua) será afectada por un recorte de 36% de su presupuesto para 2017, aun cuando obras como el Túnel Emisor para el valle de México no se pueden frenar, y a los organismos operadores de agua en el país se les recortó 72% de su presupuesto.
La crisis del agua llegó para quedarse
Entre el 28 de enero y el 6 de febrero de este año se llevó a cabo un megacorte de agua en la Ciudad de México. La mayoría de la población de la capital del país sufrió el desabasto de agua. Así sintió en carne propia la situación cotidiana que enfrentan quienes residen en colonias de las delegaciones de Iztacalco e Iztapalapa.
El recorte presupuestal para 2017 no trae crisis. La crisis ya existe, en el futuro inmediato se profundizará.
La Ciudad se abastece a través del Sistema del Cutzamala, que tiene graves fallas en las tuberías y funciona a partir de la superexplotación de los acuíferos subterráneos. Las instalaciones, localizadas en tierras del pueblo mazahua, están custodiadas por militares y son operadas por la Conagua.
¿Cómo se puede resolver la crisis del agua?
Sergio Méndez Moissen, profesor y excandidato de la Plataforma Anticapitalista a la Constituyente, impulsada por el Movimiento de Trabajadores Socialistas, denunció que “No puede haber sustentabilidad posible en el manejo del agua si la ciudad se administra según los intereses de las grandes empresas constructoras, inmobiliarias y de telecomunicaciones, como lo hace el actual jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera”.
Señala además “Es inaceptable el recorte presupuestal que quiere imponer el gobierno. De impuestos progresivos a las millonarias fortunas de magnates como Carlos Slim y Emilio Azcárraga, del cese del pago de los intereses de la deuda externa, de la reducción de los millonarios salarios y privilegios de los funcionarios que gobiernan para el capital privado –nacional y extranjero– y para el imperialismo estadounidense, podrían salir los recursos para abastecer de agua potable al conjunto del pueblo trabajador que día con día hace funcionar la economía de la ciudad”.
El joven profesor afirma que hay una solución que parta de los intereses del pueblo trabajador. Que las y los trabajadores del Sacmex y del Conagua, en consulta con especialistas que defiendan los intereses de los sectores populares, y bajo control de los usuarios, desarrollen un plan de obras públicas para reemplazar las tuberías de asbesto, un material contaminante y frágil, por nueva tubería de polietireno. Que incluya también el desarrollo de un sistema de captación de agua de lluvia para consumo doméstico, industrial y de escuelas y dependencias de gobierno, y planes para restablecer el equilibrio de la cuenca que abastece la ciudad.