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Red Internacional
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Rectorado, Ayuso, el gobierno “progre” y la patronal temen que golpeemos juntas estudiantes, sanitarias y trabajadoras

Aquí reproducimos una versión de la intervención de Natalia Lago en el debate del pasado 8 de febrero “En defensa de la sanidad, los servicios públicos y nuestros salarios: ¿Cómo coordinamos todas las luchas?”, donde, además, contamos con la presencia de Ana Rosa Encinas, médica de atención primaria; Aníbal Maestro, delegado de Zara-Lefties por CGT; Lucía Nistal, investigadora, redactora de ID y portavoz de CRT; y Álex de Marcos, delegado de CGT en el hospital Gómez-Ulla.

Viernes 10 de febrero de 2023

Más allá de la oposición al galardón de Ayuso: solidaridad con la lucha de las sanitarias

Antes de todo, quería decir que para mí es una alegría y una suerte que trabajadores y trabajadoras que estáis dando luchas tan importantes como la lucha de Inditex o la lucha contra los ataques a la sanidad pública participéis en este foro, y poder escuchar y aprender de las batallas que estáis dando, que desde luego son entusiasmantes.

Hace ya dos semanas, la UCM condecoró a Ayuso como "Alumni ilustre". Un nombramiento a dedazo, a espaldas de la comunidad universitaria y amparado por un modelo de universidad-empresa profundamente antidemocrático. Un nombramiento que era la punta del iceberg de los vínculos de entre quienes dirigen la universidad pública y los políticos del régimen. Un galardón desde la universidad pública que premiaba y blanqueaba a quien desmantela lo público. Un galardón que además se daba en plena huelga sanitaria; una estrategia de blanqueamiento de las políticas criminales de liquidación de la sanidad pública y de ataque a las condiciones laborales de las sanitarias.

Un nombramiento que para que se llevara a cabo en aparente normalidad, la delegación del gobierno del PSOE-UP, de la manita del Rector, militarizaron el campus, montando todo un entramado de control policial. Pero no les salió como pretendían: fuimos cientos protestando: dentro y fuera de la facultad. Hoy, han vuelto a militarizar el campus y reprimir a les estudiantes que protestaban contra las masacres del Estado de Israel hacia el pueblo palestino, y mantienen acuerdos militares y políticos con ese Estado.

Frente a este nombramiento, desde Pan y Rosas y Contracorriente impulsamos una asamblea unitaria para convocar y organizar una gran jornada de lucha el día del nombramiento.

Una jornada de lucha en la que por un lado, para nosotras era importante no sólo dejar bien claro que en nuestro nombre no se iba a blanquear a quien ataca nuestra educación y sanidad, que es negacionista del cambio climático, que da mordidas de dinero público a familiares y amigos mientras dejaba morir a miles de ancianos en las residencias durante la pandemia, que dice que las jóvenes no tenemos cultura del esfuerzo cuando somos uno de los sectores más explotados por los capitalistas para los que gobierna, y una larga lista de políticas criminales, y que no sólo íbamos a plantar cara al antidemocratismo de nuestra universidad, al caciquismo de quienes la gobiernan y sus vínculos con empresas y políticos de los capitalistas, sino que también era muy importante ir más allá, y apoyar la lucha de las sanitarias.

Reivindicábamos la organización y lucha de las sanitarias frente a precarización terrible de su trabajo como consecuencia de las políticas de Ayuso, pero también consecuencia de la infra dotación a nivel estatal de la que es responsable el gobierno central del PSOE-UP. Y reivindicábamos también su defensa de la salud de la clase obrera.

Golpear juntas contra la patronal y su gobierno: sanitarias, trabajadoras y estudiantes

Por otro lado, para nosotras era importante que fuera una jornada de lucha de la que participáramos estudiantes, pero también trabajadoras de la UCM, sanitarias en lucha contra las políticas criminales de Ayuso y otros sectores también en lucha, como los pensionistas, que participaron de la movilización.

Y es que para quienes dirigen nuestra universidad, para el gobierno de la CAM, para el gobierno del PSOE-UP, y para las grandes patronales que hacen negocio de la liquidación de lo público, es peligroso que les estudiantes nos aliemos con los docentes. Aún más, temen que les estudiantes nos aliemos con los y las trabajadoras de la UCM -que son quienes ponen a funcionar la universidad y que tienen la capacidad de pararla y poner en jaque a Rectorado-. Y todavía más, temían que la oposición al galardón a Ayuso formara parte de las luchas que se están dando fuera de la universidad, que eran precisamente las que querían blanquear.

Lo temen porque en esa coordinación de luchas y unificación de demandas quedaría claro no sólo la amplitud de la lucha, sino también que hay fuerza para ganar; quedaría claro quién es más fuerte. Y por eso la coordinación de luchas y de sectores es una pelea importantísima.

Por eso nos la jugamos a que la oposición al galardón a Ayuso, al régimen antidemocrático de la universidad-empresa, la defensa de lo público, y la organización y lucha de las trabajadoras sanitarias fueran una misma lucha, y que una primera condición para ganarla es golpear todas juntas: trabajadoras, sanitarias y estudiantes. Por eso impulsamos esa asamblea unitaria. No nos conformarnos con levantar una lucha aislada de estudiantes, sino porque fuera una primera cita de alianza entre estudiantes y sanitarias.

Y es que las estudiantes tenemos un rol clave, y el gran reto de traer las luchas obreras a la universidad, de darles voz, de rodearlas de solidaridad, y de salir de la universidad y volcar todas nuestras fuerzas en las luchas obreras. De hecho, la historia nos muestra que cuando los estudiantes se vuelcan en la batalla de los trabajadores, puede ser un "cóctel explosivo".

Los campus no están tomados por la ultraizquierda, sino por una casta de rectores y decanas al servicio de las grandes empresas y sus políticos

A raiz de toda la movilización que se dio contra el nombramiento de Ayuso salieron el rector, políticos del régimen, tertulianos y periodistas a sueldo de estos en los grandes medios, armando toda una campaña de criminalización de la protesta, diciendo que les estudiantes "politizamos la universidad", y que "los campus están tomados por la ultraizquierda".

Clamaban por la libertad tras blindar la universidad para conceder un galardón a dedazo. Trataban de vender el relato la universidad pública como una institución neutra, pero el nombramiento a Ayuso desenmascara todo un modelo universitario que de neutro y de libre no tiene nada. Todo lo contrario.

Los campus no están tomados por la ultraizquierda, sino por una casta de rectores y decanos unidos por todo tipo de lazos políticos, económicos y hasta personales a políticos del régimen, a órdenes religiosas católicas y a grandes empresarios. Los campus están gobernados desde los Consejos Sociales por empresas como BBVA, El Corte Inglés, Repsol, Telefónica. Y deciden sobre qué se investiga, sobre los programas de estudio, sobre cuánto nos cuestan las tasas y becas. Es más, una universidad que tiene vínculos con el Ministerio de defensa y alimenta la industria de la guerra.

Y todo ello amparado por un sistema profundamente antidemocrático en el que los estudiantes y trabajadores de la universidad no tenemos voz ni voto. Un modelo universidad-empresa impuesto a contragolpe de reformas del PP, del PSOE y también de UP, con la LOSU (que abre aún más la puerta a las grandes empresas para que intervengan en nuestra educación) y LCU (que es una ley mordaza universitaria).

Es un gobierno que se dice progresista, pero que aplica las mismas políticas de la derecha. Además de las leyes universitarias, mantiene la infradotación de la sanidad pública a nivel estatal. Mantiene la ley que abre camino a la subcontratación y precarización de los servicios públicos para hacerle el negocio a esos capitalistas. Blinda las reformas laborales del PP con una Ministra de Trabajo del PCE junto a la burocracia sindical y la patronal (que aplaudió su reforma), y mientras, mantiene por debajo de la inflación los salarios y regalan miles de millones a las eléctricas, que tienen beneficios récord.

Es bastante cómico que la derecha mediática que levantó toda una campaña contra la organización estudiantil dijera que somos "los cachorros de Podemos". Nada más lejos de la realidad.

Por revolucionar las universidades y tomar las calles junto a la clase trabajadora

Luchamos y seguiremos luchando por una universidad completamente pública y gratuita, para que vuelvan entrar a las clases las decenas de miles de estudiantes, los hijos e hijas de la clase trabajadora que han sido expulsados por no poder pagar las matrículas. Por tirar abajo todas y cada una de las reformas universitarias.

Frente a esta universidad que sirve a los intereses de los grandes empresarios del EE, que busca formar cuadros para empresas, nosotras luchamos por una universidad radicalmente democrática, gestionada por las estudiantes y trabajadoras, que vuelque todo el conocimiento e investigación al servicio de los intereses de las y los explotados, de los y las oprimidas, para resolver los grandes problemas de la humanidad.

Queremos que haya más médicas, mejores sanitarias, que todas las profesiones sirvan para las grandes mayorías, y no para llenar los bolsillos de los capitalistas.

Yo estudio sociología, y en la carrera nos forman para que trabajemos para gabinetes de recursos humanos o haciendo encuestas de manera precaria. Yo quiero que la sociología sirva para resolver los grandes problemas sociales: para acabar con la precariedad laboral, para trabajar todas y trabajar menos sin bajar los salarios.

Queremos volcar la universidad en resolver el problema de la crisis climática, de la violencia machista, del racismo. Y queremos pasar de la crítica de la universidad de clases a la crítica de la sociedad de clases, como decía el lema del mayo francés.

Cuando desde Pan y Rosas y Contracorriente apostamos por traer las luchas obreras a la universidad, y porque les estudiantes salgamos de la universidad y nos volquemos con las luchas obreras (como están haciendo las estudiantes en Francia, que se han volcado en la batalla contra la reforma de las pensiones junto con los trabajadores; o como los estudiantes de San Marcos en Lima, Perú, que tomaron la universidad y la pusieron bajo autogestión para acoger a todas las delegaciones de campesinos que venían de las provincias a la capital para tumbar el gobierno golpista de Baluarte), esa unión obrera-estudiantil, no la peleamos porque fetichicemos a la clase trabajadora, sino porque la clase trabajadora no es solo una mayoría que depende del salario de un puñado de capitalistas para sobrevivir, sino que es la clase que todo lo produce y la que todo lo mueve, es quien genera toda la riqueza de la que los capitalistas luego se apropian.

Y como la clase trabajadora todo lo produce y todo lo mueve, todo lo puede parar. Parar para poner en jaque al gobierno y a las patronales y arrancarles grandes conquistas de las manos. Pero para eso hace falta la coordinación de las luchas: golpear todas juntas y tomar conciencia de la fuerza de nuestra clase. Y hace falta una política independiente del gobierno “progresista” del PSOE-UP que aplica, al igual que la derecha, políticas de ataque a la clase obrera.

La juventud y las estudiantes tenemos dos citas muy importantes. Este 11 de febrero apoyar a la lucha de las trabajadoras de Inditex, y el 12 de febrero volcarnos con la lucha de las sanitarias y en defensa de la salud de nuestra clase.