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Red Internacional
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Panorama económico. Recuperación económica para pocos: empleo precario y salarios atrasados

El Gobierno repite que la recuperación comienza a sentirse, pero el rebote económico no revirtió el deterioro de las condiciones de vida de la clase trabajadora. En un año casi la mitad del empleo registrado creado corresponde a monotributistas, y el poder adquisitivo de los salarios volvió a perder contra la inflación.

Mónica Arancibia

Mónica Arancibia @monidi12

Viernes 13 de agosto de 2021 19:36

Alberto Fernández en cada presentación oficial afirma que la recuperación empieza a sentirse. Sin embargo, no se registra una actividad económica pujante. Según un reciente informe de ITE (Instituto de Trabajo y Economía), el Indicador Mensual de Actividad en junio mantuvo un nivel de actividad prácticamente idéntico al del mes anterior (-0,2 % desestacionalizado), y afirman que “la actividad se encuentra amesetada en torno a los niveles prepandemia”. También agrega el documento que el consumo no logró “nunca recuperar los –magros- niveles prepandemia”.

En un año aumentó el empleo registrado, pero aún está por detrás de los niveles de febrero de 2020 antes de la irrupción de la pandemia. Además, casi la mitad del empleo registrado creado corresponde a monotributistas.

En tanto, los salarios pierden contra la inflación que ya superó en julio la meta que proyectó el Gobierno para todo el año.

¿Qué pasa con el empleo?

En mayo de este año los trabajadores registrados alcanzaron 12,03 millones, según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que publica el Ministerio de Trabajo, un aumento de 2,4 % con respecto al mismo mes del 2020. Pero si se analiza la serie desestacionalizada para comparar mayo con respecto a febrero del 2020 aún hay 16.400 empleos registrados menos. Los datos del SIPA solo muestran qué sucede con el empleo registrado, no exhibe lo que pasa con el empleo informal que fue el más golpeado con la pandemia, y la ocupación en dicho sector está por debajo del nivel del primer trimestre de 2020.

Detrás del aumento de los trabajadores registrados de mayo se observa que el 47 % de los nuevos empleos corresponde a monotributo (40 %) y monotributo social (7 %).

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En un año (mayo 2021 versus mayo 2020) se registró una suba de monotributo (7,4 %), monotributo social (5,6 %), asalariados públicos (2,4 %), asalariados privados (1,4 %), autónomos (0,7 %), y una reducción de asalariadas de casas particulares de 0,9 %. Es decir, que en un año lo que más subió es el monotributo y monotributo social, que en muchos casos se encuentran bajo una relación de dependencia encubierta, es decir es empleo precario.

Luis Campos, Coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA autónoma, señaló vía twitter que “si miramos solo el período de pandemia el mercado formal de fuerza de trabajo parecería haber resistido bastante bien. Sin embargo, su evolución en el mediano plazo es mucho más preocupante: en mayo de 2021 había 387.065 trabajadores menos que en abril de 2018”.

El especialista agregó que se si consideran más años hacia atrás “la cantidad de asalariados registrados en el sector privado está en niveles similares a los de principios de 2011. Otra década perdida para el mercado formal de fuerza de trabajo”. Entre mayo de 2012 y mayo de 2021 se registra una baja de 176.636 de trabajadores registrados privados, y un aumento de 543.704 de monotributo y monotributo social.

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Ante el debate de cómo generar empleo, las patronales y sus representantes, como ya se adelantó Florencio Randazzo, gritan por una reforma laboral y reducción de impuestos. Viejas recetas que ya se aplicaron en el país y que solo provocaron un aumento de la desocupación como en los 90. Es el sueño eterno de las patronales para aumentar la explotación de la fuerza de trabajo gracias a la flexibilización laboral. Por eso se enfurecen cuando se habla de reducir la jornada laboral, una medida como la que propone el Frente de Izquierda, para trabajar menos y trabajar todes.

Sin recomposición salarial

Otro tema de la semana fue la suba de precios, que se mantiene en niveles elevados, así lo confirmó este jueves el Indec. La inflación acumulada hasta julio alcanzó el 29,1 %, y así ya superó la proyección del Gobierno para todo el año. Para este año se proyecta que la inflación será del 48,5 %, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.

Mientras tanto los salarios corren detrás de los precios. También esta semana se conoció el Índice de Salarios de junio que publica el organismo oficial. En los últimos doce meses el Índice de salarios total aumentó 43,0 %, mientras la inflación en el mismo período fue de 50,2 %.

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En junio los salarios totales cayeron un 4,8 % con respecto al mismo mes de 2020, los salarios de los trabajadores privados registrados descendió un 3,1 %, para los trabajadores del sector público la caída fue de 6,5 %, y para los trabajadores no registrados los salarios se desplomaron un 6,9 % en el mismo período.

Los salarios no se recompusieron. El especialista Luis Campos explicó que “en el mediano plazo el éxito de la nueva gestión fue amesetar la caída: en el sector privado registrado, en niveles que están un 21 % por debajo de los de 2015; en el sector público, con caídas cercanas al 30 % en términos reales”. Esta foto muestra la estafa del Gobierno que ganó las elecciones con la promesa de terminar con el ajuste de Macri.

Los dirigentes sindicales, cómplices del ajuste, deberían estar a la cabeza de luchar por la recomposición salarial. La Junta Interna de Ate Indec calculó que la canasta de consumos mínimo al 31 de julio de este año es de $ 106.361. Ningún trabajador debería ganar menos que esa suma.

Empleo con plenos derechos para todes

El deterioro del empleo y las condiciones de trabajo son evidentes. Como señalamos antes las patronales proponen exprimir aún más a la clase trabajadora. Alberto Fernández afirmó que el objetivo de su gestión es que “la gente tenga trabajo digno” en vez de planes sociales. Nada indica que esta sea su meta, los empleados públicos trabajan de manera precaria o son monotributistas o son contratados sin estabilidad laboral, también hay tercerizados que trabajan en las dependencias públicas o en el transporte público como en el ferrocarril Roca. ¿Por qué el Gobierno no los pasa a planta permanente si su meta es un “trabajo digno”? También hay que recordar que durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015), a pesar del crecimiento económico, se preservó la precariedad de la fuerza de trabajo y se expandió sobre los nuevos sectores que recuperaron el empleo.

Sectores afines al oficialismo también propusieron otras medidas ante el problema del empleo como los proyectos de reducir la jornada laboral que mencionó Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria o la propuesta de un Salario Básico Universal que debatimos en La Izquierda Diario.

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¿Ya no es posible obtener un empleo formal y hay que aceptar que solo se crea empleo precario? En la actualidad cada vez hay más personas que no consiguen un empleo formal y tienen que sobrevivir con changas. Pero es posible pelear por otra realidad que no sea vivir con un empleo precario sin poder llegar a fin de mes mientras las patronales se la siguen llevando en pala como los bancos, las alimenticias o las patronales agrarias.

Por eso el Frente de Izquierda propone reducir la jornada laboral y repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles con un salario mínimo acorde a la canasta familiar. Para que puedan trabajar todas y todos, trabajar menos horas y disfrutar del tiempo libre. Es la única salida para terminar con la desocupación y que haya empleo con plenos derechos. La lucha por esta medida implicará la amplia movilización de la clase trabajadora y el pueblo pobre con la perspectiva de conquistar un gobierno de los trabajadores.

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Mónica Arancibia

Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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