En el 188 aniversario de la muerte de Tolstoi rescatamos el artículo titulado León Tolstoi, publicado por Trotsky en 1908 con ocasión del 80 aniversario de su nacimiento.
Viernes 9 de septiembre de 2016
En 1924 Trotsky publica Literatura y Revolución, un libro en el que recoge gran parte de sus artículos sobre cultura, arte y literatura. En este libro incluye su artículo de 1908 dedicado a León Tolstoi, autor de obras tan significativas como Ana Karenina, Guerra y Paz o Resurrección.
Este artícuo fue escrito 16 años antes de que Trotsky publicara Literatura y revolución y antes de escribiera sus más conocidos textos sobre los debates que se abrieron en torno al arte y a los artistas tras la toma del poder por parte del proletariado ruso en 1917. Sin embargo, este artículo sirve para conocer algunas de las encrucijadas en las que se debatía la cultura rusa en los tiempos previos a la revolución.
En mucho menos de un siglo, el arte y la cultura rusos, en su sentido más amplio y del mismo modo que la sociedad en su conjunto, experimentó profundos cambios. Para que el proletariado ruso llegara al poder en 1917 fue necesario que en las décadas anteriores la historia rusa sufriera grandes cambios en su estructura económica y social. A principios del siglo XIX la antigua cultura rusa era expresión de la nobleza y se basaba en el universo rural y campesino. En esta Rusia feudal, el noble "arrepentido" como el joven Tolstoi escribió uno de los capítulos más importantes de la literatura rusa. Más tarde, como define Trotsky "apareció el intelectual plebeyo, apoyado sobre el campesino y el burgués, y también él escribió su capítulo en la historia de la literatura". Este nuevo literato espectador de las trasformaciones de la sociedad rusa se aburguesó. Así, a finales del siglo XIX se produjo la transformación burguesa de la literatura rusa, pero el florecimiento de la literatura del capital ocupó muy pocas páginas en la historia rusa. Más tarde, con la revolución, el eje de la cultura rusa dejó de centrarse en la burguesía para entrar un periodo de gran contradicción. Un oscilar constante en el que la intelectualidad rusa se debatía entre el campesino y el obrero.
En 1908, año del artículo dedicado a Tolstoi, la literatura no revolucionaria rusa se encontraba cerca de su muerte al igual que las clases a las que había servido. Formal y cronológicamente suponía el fin de la literatura clásica que había comenzado siendo la literatura de la nobleza y terminado siendo burguesa. Es precisamente en ese período donde Trotsky sitúa la crisis de Tolstoi. Una crisis moral que llevó al escritor a aislarse y recluirse en su realidad agónica.
Tolstoi como pintor de la vieja Rusia expresó en su arte y en su vida la hostilidad a la nueva sociedad que comezaba a definirse a finales del siglo XIX. Durante las últimas décadas de este siglo, Rusia vivió grande transformaciones económicas que modificaron profundamente las relaciones sociales.
El paradigma en que se construye todo el universo de Tolstoi esta basado en una sociedad con elementos conservadores, por lo que la idea de la transición a una cultura moderna en el sentido burgués le aterraba. Como resaltó Trotsky en su artículo de 1908, "No es necesario decir aquí que Tolstoi no fue nunca un defensor de la servidumbre, (...). Lo que es seguro es que Tolstoi sentía un profundo odio por las nuevas condiciones que estaban a punto de reemplazar a las antiguas."
En 1861 en Rusia se decretó la abolición de la servidumbre y se llevó a cabo la reforma campesina. De este modo se pretendía liberar mano de obra execente en el campo con destino a la incipiente industria.
A medida que la burguesía seguía ganando posiciones económicas con el desarrollo de la industria y el proletariado ruso iba creciendo exponencialmente el mundo de Tolstoi se desvanecía. Este profundo rechazo hizo que Tolstoi se apartase artística, espiritual y vitalmente de todo ese apasionante proceso. Es en este momento, ya siendo un escritor maduro, cuando cuando escribe Anna Karenina (1873-1878).
Comos señala Trotsky en su artículo, la grandeza de Tolstoi se encuentra en que supo sacar una enorme belleza de la descolorida, gris y triste nobleza rusa ’maltratada’ por la historia. Prestando atención a todos los tipos y a todo pequeño acontecimiento con calma, Tolstoi construye un atrayente y bello universo. La pasión que Tolstoi dedica a cada una de las pequeñas partes que componen sus historia es la grandeza que da todo el poder al conjunto. Como en Guerra y paz, son los múltiples personajes, algunos casi imperceptibles, los que construyen tan magna historia. Tolstoi en su retiro terminó por desarrollar la estética realista rusa centrada en un mundo rural y aristocrático como el desarrollado en Anna Karenina. Pero según desaparecían los oasis feudales que Tolstoi retrataba, su estética se convertía en más conservadora.
El universo de Tolstoi y todas las partes que lo constituían pasó a ser un fragmento aislado en la sociedad rusa. Así en cierto momento eso se tradujo en una profunda crisis moral para autor. Una crisis que le lleva a volver a su punto de partida. En la década de los 70 Tolstoi expresa esta profunda crisis interior en su literatura.
Durante los últimos años de su vida presa de su moralismo conservador se convierte en un predicador en el desierto, un defensor incansable de su mundo rural contra los grandes peligros de la nueva sociedad rusa. Su literatura no puede estar más alejada de los cambios sociales desarrollados en Rusia.
Su rechazo a cualquier modo de liberalismo burgués se expresaba en la vuelta a la comunidad aldeana y en la lucha por combatir toda influencia exterior que la perturbe. Toda expresión que simpatizaba con la nueva clase proletaria era del mismo modo rechazada por Tolstoi. La lucha universal que comenzaba a librarse incluso en el campo de la cultra entre el mundo burgués y el mundo obrero no existe para Tolstoi.
Como define Trotsky en su artículo refiriéndose a Tolstoi, "su impotencia infantil en el campo de la cuestiones sociales" viene de su incomprensión de la historia. El orden de vida primitivo con la belleza de la nobleza, como la retrató Tolstoi no existió jamás en la historia Rusa.
Resulta curioso que Tolstoi, quien se negó a aceptar todo cambio hacia la modernidad y rechazó toda cultura capitalista, fue acogido con entusiamo por los que vieron en su obra una defensa contra todo espíritu revolucionario. Del mismo modo a pesar de su conservadurismo, ha retratado algunas contradicciones de la sociedad rusa que despertaron la revolución.