Este 9 de junio tendrá lugar en Madrid una manifestación por la remunicipalización de los servicios públicos municipales, convocada por la Plataforma por la remunicipalización. Reproducimos la declaración del Comité de No Hay Tiempo Que Perder de Madrid en apoyo a la iniciativa.
Martes 7 de junio de 2016
9 DE JUNIO MANIFESTACIÓN POR LA REMUNICIPALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS MUNICIPALES
Recuperemos los servicios públicos de las garras de las grandes empresas concesionarias bajo control de los propios trabajadores y usuarios
La (re)municipalización de los servicios públicos del Ayuntamiento de Madrid fue uno de los aspectos centrales del programa electoral de la candidatura de Ahora Madrid en las pasadas elecciones municipales. Era el mejor modo, venían a decir, de finalizar con la precarización laboral en los servicios públicos y terminar con el saqueo de “lo público” y la corrupción política generalizada, asociada sobre todo a los “mega-contratos” de las grandes empresas concesionarias de la etapa neoliberal del PP.
En torno a esa consigna se aglutinaron y siguen haciéndolo amplias capas de trabajadores y clases populares que entienden que la defensa y recuperación de los recursos públicos son medidas esenciales que deberían defender las llamadas fuerzas políticas “del cambio”. No en vano, esta reivindicación, junto a otras medidas clave como la prohibición de los desahucios o el fin de las operaciones urbanísticas especulativas, fueron algunas de las razones de que la candidatura de Ahora Madrid despertara las “ilusiones” políticas y lograra hacerse con el Ayuntamiento con un gran apoyo de la clase trabajadora.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Manuela Carmena durante todo este primer año de “ocupación” de las instituciones municipales no ha dado un solo paso en esa dirección. De hecho, las promesas esenciales del programa electoral han sido incumplidas sistemáticamente durante este primer año de mandato.
Las razones esgrimidas para no llevar adelante la remunicipalización han sido muy diversas pero todas ellas tienen como elemento común la falta de “voluntad política” para abordar el proceso. La legislación burguesa pone, sin duda, muchas trabas al proceso re(municipalizador), al contrario que a la venta y saqueo de los recursos públicos, pero como han señalado muchos expertos, no lo imposibilitan absolutamente. Por otra parte, la situación actual de pauperización de las clases populares exige medidas de emergencia que sin la decisión política firme de “soslayar” la restrictiva legislación burguesa sobre la base de la movilización y la lucha social de la clase trabajadora se muestran absolutamente inviables para solucionar los problemas reales de subsistencia.
Tanto la justificación de las elevadas indemnizaciones que habría que conceder a las empresas concesionarias, como la oposición de las cúpulas de las burocracias sindicales de CC.OO y UGT, o la imposibilidad de llevarlo a cabo por la restrictivas leyes de estabilidad financiera de las administraciones consecuencia de la reducción del déficit impuesto por la Troika, no son sino vanas excusas y en muchos casos demostradas falsedades para no abordar el proceso remunicipalizador que tan ufanamente se defendió durante la campaña electoral municipal.
Se ha demostrado en la práctica la inconsistencia política de estos argumentos en tanto en cuanto ha habido finalización de contratas como la del 010 o las de recogida de residuos sólidos urbanos, que no llevarían aparejada indemnización ninguna y eso no ha impedido la prórroga o ampliación de la concesión municipal por parte del Ayuntamiento de Manuela Carmena. O se habría podido neutralizar la vergonzosa oposición de las cúpulas sindicales de CCOO y UGT fomentando y apoyando la lucha de los trabajadores de las empresas concesionarias, que en el caso del 010 llegaron a convocar una huelga indefinida en defensa de la remunicipalización inmediata.
Pero ha habido conflictos laborales en prácticamente todos los sectores de gestión privada de los servicios municipales: limpiezas, jardinería, escuelas de música, servicios sociales, alumbrado y electricidad, sin que el Ayuntamiento de Carmena haya aprovechado para imponer la reivindicación de los trabajadores de mejorar sus condiciones laborales y arrebatar a las grandes empresas concesionarias, la mayoría de la construcción, el saqueo continúo de los recursos públicos.
También se podrían haber dado trámite a las numerosas denuncias de los trabajadores sobre incumplimientos contractuales, emisión de certificaciones de trabajo falsas, o reducción de plantillas a través de EREs, acompañados de precarización y subcontratación a otras empresas para realizar los servicios públicos que podrían haber justificado perfectamente la ruptura contractual unilateral y la correspondiente remunicipalización. Incluso expertos financieros y legales han planteado posibilidades de ruptura de contratos ante los incumplimientos manifiestos de los pliegos por parte de las empresas concesionarias o la viabilidad económica financiera de los procesos remunicipalizadores, gracias al ahorro de costes y mejora en la eficiencia de la gestión, lo cual podría contrarrestar las limitaciones legales establecidas por la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
No Hay Tiempo Que Perder apoya la lucha de los trabajadores por la remunicipalización bajo control de los propios trabajadores y subrogación
Ante todas estas denuncias y situaciones el Ayuntamiento de Manuela Carmena se ha posicionado en favor de los intereses de las grandes empresas concesionarias como lo hizo el PP en su día, por ello, desde “No Hay Tiempo Que Perder” (NHTQ) apoyamos la manifestación convocada para el próximo 9 de junio por la Plataforma por la Remunicipalización junto a los trabajadores y los vecinos que se sumen a ella.
Porque además consideramos que solo desde la movilización y la organización de los trabajadores y las clases populares, unificando y extendiendo las luchas por la remunicipalización en cada una de las empresas concesionarias junto a los vecinos, se puede lograr la recuperación de la totalidad de los servicios públicos, y esta manifestación es un paso más en esa dirección.
Unos procesos de (re)municipalización que, además, deberán cumplir dos requisitos básicos para garantizar que sean irreversibles y que se transformen en auténticos bastiones alternativos de poder en favor de los trabajadores y clases populares: la subrogación de todas las plantillas (re)municipalizadas con las condiciones laborales idénticas al resto de los trabajadores municipales y el control de la gestión por parte de los trabajadores y los vecinos organizados en comités de barrio.
¡Por la remunicipalización de todos los servicios públicos en manos de las grandes empresas concesionarias: servicio del 010, jardinería, limpiezas, servicios sociales, escuelas de música, sistemas de alumbrado y electricidad, etc.!
¡Por la subrogación de todos los trabajadores en igualdad de condiciones con respecto a los trabajadores municipales!
¡Por la gestión directa en manos de los propios trabajadores y vecinos a través de comités de empresa y barrio!