Se acerca la fecha del megacorte, y Ramón Aguirre, director del Sistema de Agua de la Ciudad de México anunció que se reducirán las reparaciones anunciadas en el sistema Cutzmala. Así, el megacorte se extenderá del 31 de octubre al 3 de noviembre.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Martes 16 de octubre de 2018
A su vez, el funcionario explicó que sólo se podrá cubrir el 15% de la demanda de agua en la ciudad con las pipas. Exhortó a los habitantes de la capital a mantener sus precauciones y almacenar agua para los días sin agua.
Desmintió así los dichos de José Ramón Amieva, jefe de gobierno de la Ciudad de México, que afirmó estar preparado para la contingencia de agua.
En conferencia José Ramón Amieva había señalado que la Ciudad de México no colapsará debido a que se toman medidas para evitar el desabasto de agua. Sin embargo, las alcaldías que serán afectadas siempre han tenido falta de agua.
Los trabajos de mantenimiento del Cutzamala consistirán en la reparación de tuberías de las líneas 1 y 2, mantenimiento a la planta potabilizadora Los Berros, así como a las subestaciones de las plantas de Bombeo, a bombas y motores de la planta de Bombeo 5 y a una nueva línea a presión de la planta de Bombeo 5 a la Torre de Oscilación 5.
Se anunció también que el restablecimiento del suministro en toda la ciudad tardará unos días más, por lo que el servicio estará normalizado hasta el 8 o 9 de noviembre.
La reparación al Cutzamala afectará el suministro de agua de 4 millones de personas, de acuerdo con información del Gobierno capitalino. El corte se hará al 100 por ciento en cuatro alcaldías: Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón. Mientras que en el Estado de México, las afectaciones llegarían a Toluca, Metepec, Huixquilucan, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla, Tultitlán, Coacalco, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Cuautitlán México y La Paz.
El suministro de agua en el Valle de México es una bomba de tiempo que si explota puede generar una grave crisis social y de salud. Son las familias trabajadoras y de los sectores populares las más vulnerables ante el desabasto y la especulación con el vital líquido.
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