Designada por la Junta de Gobierno de la UNAM, el pasado martes 12 de abril la maestra Leticia Cano Soriano tomó posesión del cargo como directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) para un segundo periodo (2016-2020). Los estudiantes de ENTS realizaron diversas acciones en señal de protesta por la reelección
Viernes 15 de abril de 2016
En una ceremonia en el auditorio Dr. Manuel Sánchez Rosado de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), Eduardo Bárzana, secretario general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó como directora de la ENTS por un segundo período a Leticia Cano Soriano. El secretario señaló que está convencido del compromiso de la maestra con la escuela, reiteró el apoyo a la administración central e invitó a trabajar en conjunto para cumplir el plan de trabajo de Cano.
Durante la ceremonia, la maestra señaló que se deben fortalecer algunos aspectos y atender pendientes.
Leticia Cano Soriano
Es licenciada en trabajo social egresada de la ENTS, diplomada en formación docente por la misma instancia. Cuenta con una maestría en trabajo social por la Universidad de Toronto, Canadá y en Ciencias de la Educación por el Instituto de Estudios Universitarios A.C. y actualmente cursa el doctorado en la Universidad de la Plata, Argentina.
Presidenta de la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social (RENIESTS), profesora de tiempo completo A en la ENTS y tiene una antigüedad académica de 23 años. Actualmente también es presidenta de la Comisión Especial de Equidad de Género del Consejo Universitario de la UNAM.
Durante su administración se redactó el primer Código de Ética de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Cano: cómplice de acosadores
El 23 de marzo en La Izquierda Diario se publicó una nota sobre la negativa de académicos y trabajadores de esta institución para la reelección de Leticia Cano, en ella se señala el cuestionamiento a la administración de la maestra por su relación estrecha con el ex rector Narro Robles, recortes al presupuesto, conflictos con trabajadores y una dirección sin avances académicos para la carrera.
A primeras horas de este miércoles, la ENTS inició jornada académica llena de carteles, que estudiantes pegaron denunciando la violencia que se vive en la escuela y que es ignorada por la dirección. Hace un año, la escuela también se vio llena de carteles denunciando el acoso de diferentes profesores y el caso omiso que hace Leticia Cano ante estos casos.
Los carteles hacían referencia a comentarios ofensivos de los profesores hacia las alumnas (la ENTS tiene matriculadas en su mayoría a mujeres), tales como:
“Es una lástima que las trabajadoras sociales anden tan fachosas”- Dr. Guillermo Campos y Covarrubias, miembro del departamento de investigación de la ENTS
“Señorita, usted tan impúdica y yo tan candoroso”- Dr. Javier Carreón Guillén, profesor de carrera
“Con suerte las mujeres que abortan mueren en el proceso”- Dr. José Iñigo Aguilar Medina, profesor de asignatura
“Si no saben barrer, cómo van a saber estudiar”- Mtro. Arturo Soriano Hernández
Además, se denunció a un estudiante de la ENTS que ha sido acusado por varias chicas de acosarlas y seguirlas fuera de la escuela. La presidenta de la comisión de equidad de género señaló en días anteriores que durante su administración no se presentaron denuncias por acoso.
La designación de Cano una muestra más de antidemocracia en la UNAM
La reelección de la directora había causado un repudio amplio tanto de estudiantes como de profesores de la ENTS a que el actual rector, Enrique Graue, no quiso escuchar reclamos al proponer en la terna a Cano, y menos cuando la Junta de Gobierno la designó para su segundo periodo.
En la UNAM los estudiantes, académicos y trabajadores —la comunidad universitaria— no tenemos ninguna injerencia en la designación de directores y del Rector; que Leticia Cano sea directora –de nuevo- sólo es una muestra más de la antidemocracia que impera en la máxima casa de estudios que mantiene un sistema de gobierno con figuras medievales como la del Rector, la Junta de Gobierno y el Tribunal Universitario.
Ante esta nueva imposición es necesario que la comunidad universitaria genere un movimiento que luche por democratizar la universidad y sus mecanismos de elecciones de directores o Rector, exigiendo el voto universal y secreto. Todo esto, en perspectiva de luchar por un gobierno tripartito de trabajadores, académicos y con mayoría estudiantil que decida democráticamente el rumbo de la Universidad y que luche por terminar con la violencia que vivimos las mujeres dentro de la UNAM.