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Red Internacional
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Educación. Reflexión nacional sobre el Marco para la Buena Enseñanza ¿Quién decide?

Este viernes se realizará una reflexión nacional docente sobre el Marco para la Buena Enseñanza, en medio de la crisis del modelo educacional de mercado y las movilizaciones contra el machismo. Sin embargo ¿La sola reflexión es suficiente?

Álvaro Pérez Jorquera

Álvaro Pérez Jorquera Profesor de Historia y Geografía, historiador y músico

Viernes 25 de mayo de 2018

Este viernes 25 se realizará desde el Mineduc una jornada nacional de reflexión en torno al Marco para la buena enseñanza, el cual es un documento que a modo de reglamento, describe una serie de responsabilidades de los docentes en el aula, con la escuela y la comunidad para garantizar el ejercicio de la pedagogía.

Si bien es una necesidad que los profesores puedan reflexionar sobre su quehacer pedagógico, hoy se encuentra enmarcado en un difícil contexto para la educación, pues la nueva reforma no sólo no ha frenado la crisis educacional, sino que esta ha tendido a agudizarse debido que los traspasos de las municipalidades a los servicios locales se ha hecho dejando al descubierto las numerosas deudas salariales y previsionales de las municipalidades con los docentes, de las cuales nadie se quiere responsabilizar y que hoy constituyen el primer obstáculo al ejercicio de la pedagogía para un profesor que ya ni siquiera puede tener completa seguridad sobre su salario y previsión, transformándose esto en un factor de inestabilidad laboral.

A esto se suman los resultados Simce entregados recientemente, los cuales arrojan más de 450 establecimientos en situación de cierre a raíz de estos resultados, amenazando con arrojar más docentes a la cesantía.

Esto hace que nuevamente se ponga en cuestionamiento esta evaluación, hecha por ingenieros con foco en intereses mercantiles más que en el correcto registro de los diversos y complejos procesos de enseñanza. Ante este escenario, se vuelve absolutamente necesaria una reflexión sobre el nuestro sistema educativo y las condiciones laborales y pedagógicas en las que se ejerce la docencia.

La buena enseñanza va de la mano con las condiciones laborales y la democratización

Todas las buenas intenciones que se mencionan en el Marco para la buena enseñanza quedan en el papel al dar cuenta que aún la gran mayoría de los docentes no tienen el espacio suficiente para pensar su quehacer, pues se mantienen las condiciones de agobio, desde las evaluaciones periódicas de las que dependen los salarios docentes hasta la abrumadora cantidad de horas que un docente enseña en aula en comparación con las que tiene para preparar y evaluar los avances de los estudiantes, obligándolo a trabajar en casa para responder a las exigencias de un sistema educacional asfixiante.

Sin ir mas allá, el conjunto de la sociedad chilena ha sido impactado por las movilizaciones actuales en las que se ponen en entredicho el machismo y la desigualdad de género, volviendo a escucharse voces por una educación no sexista. Ideas a las que los profesores, un gremio formado mayoritariamente por mujeres, no nos dejan indiferentes, pero que sin embargo no podrán ser erradicadas totalmente desde la mera discusión curricular, sino que hace necesario discutir las condiciones en las que se ejerce la docencia, base del sexismo en la educación, pues de lo contrario pierde sentido un currículum inclusivo y la demanda por una educación no sexista se transforma en una utopía si es que no nos proponemos acabar con la precarización laboral, la inestabilidad y la triple jornada laboral (en el aula, en las planificaciones y en el hogar) en el caso de las profesoras. Sabemos que la precarización laboral tiene rostro de mujer.

En este sentido, hoy el Colegio de Profesores, dirigido por un sector del Frente Amplio encabezado por Mario Aguilar, mantiene una importante deuda al no hacer mayores pronunciamientos respecto del actual contexto de movilizaciones, teniendo incluso la posibilidad de impulsar la participación activa de las miles de profesoras que componen de forma mayoritaria nuestro gremio por medio del Departamento de Género a cargo de Magdalena Reyes, parte también del mismo sector que Aguilar, pero que sin embargo hoy se viene restando y dejando pasar con ello la oportunidad de organizar desde la base, confluyendo con el movimiento estudiantil de manera unitaria.

En vez de eso, prefieren impulsar un encuentro junto con Directores, como lo es Eliana Rojas a cargo del Departamento de Educación del CdP, y que son a su vez los principales responsables de mantener las condiciones precarias de los docentes y los funcionarios, otro sector altamente feminizado y subcontratado, para intercambiar experiencias pedagógicas e incentivar estrategias para una educación no sexista, que sin embargo quedan como un cambio en el aire, una mera utopía, cuando estas propuestas no tocan los problemas derivados de la explotación y el autoritarismo de los directores, las principales fuente de agobio laboral, precarización y abuso de poder en las escuelas

Por ello no sólo necesitamos jornadas de reflexión, sino que se hace necesaria la organización para poder llevar adelante la democratización efectiva de la escuela, con consejos resolutivos que le permitan a profesores, funcionarios y estudiantes relacionar los cambios curriculares con los cambios estructurales, y pasar del papel verdaderamente a la práctica en un clima libre de agobio y discriminación, para transformar la utopía en una realidad.