Opinión. Reforma a la propiedad en CDMX ¿Se acabó la propiedad privada?

La 4T en su nueva etapa, ha tenido una ofensiva de reformas constitucionales a nivel federal y local, en la CDMX particularmente sobre el aparato de propiedad hubo una reforma que según la derecha destruye la propiedad privada, pero ¿Será cierto?

De la mano de Tiktokers y anuncios rimbombantes en X (antes twitter), la derecha dice que en este momento la propiedad privada “ha pasado a manos del Estado”, es decir, de la noche a la mañana se transformó uno de los pilares del Estado capitalista, sin que los grandes fondos de inversión y empresarios, el cartel inmobiliario y todo aquel que se beneficia de apropiarse del piso hayan dicho nada. Un poco sospechoso, ¿no?

Medios y voceros de la derecha en redes acusaron que la reforma de la propiedad privada en la constitución de Ciudad de México es comunista. Pero como señalan Marx y Engels en el Manifiesto comunista de 1848 “Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de propiedad de la burguesía, de esta moderna institución de la propiedad privada burguesa, expresión última y la más acabada de ese régimen de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre el antagonismo de dos clases, sobre la explotación de unos hombres por otros.”

Un anquilosado argumento de quienes son enemigos de que en el horizonte aparezca la posibilidad de un sistema económico distinto del capitalismo, a partir de acusar a los comunistas de que querer “destruir” la propiedad personal para dividir al pequeño propietario, al campesino pobre, a quien posee una vivienda para uso propio o familiar, de la clase trabajadora que tiene la potencialidad de cambiar de manos la propiedad de los medios de producción (fábricas, materias primas, insumos y mano de obra) y poner todos los recursos disponibles al servicio de satisfacer las necesidades de la mayoría de la realidad.

¿De qué trató la reforma?

La realidad es muy diferente, el gobierno de la 4T, amigo de los empresarios como Slim y otros, que durante el sexenio pasado aumentaron su fortuna a más del doble y en casos hasta más de 200%, defiende la propiedad privada y a está le agrega la propiedad pública y propiedad comunical.

De hecho, la reforma lo único que hizo fue poner en la misma consonancia la Constitución Política de la CDMX con la constitución de toda la República, la cuál en su artículo 27 defiende la propiedad privada como la conocemos hasta ahora y que no es la de los pequeños propietarios que poseen una vivienda, sino la de los empresarios que a base de despojo y hurto se han hecho con enormes extensiones de territorioy medios de producción.

De hecho, la derecha quiere construir un escenario, donde el gobierno “comunista” y “autoritario” de la 4T, quiere arrebatarle sus hogares a millones de personas, la primera falsedad queda demostrada en que la 4T jamás atentaría contra la propiedad privada, porque es amiga de quien la posee, pero después el comunismo tampoco plantea quitarle la casa nadie, sino reorganizar la propiedad en función de las necesidades sociales de manera democrática, dando hogar a los millones que no lo tienen utilizando las millones de vivienda que no se habitan.

El uso de suelo y la propiedad en la CDMX

La CDMX es una de las más grandes del continente, en su territorio sin considerar la zona metropolitana hay cerca de 10 millones de personas, y al día de hoy tiene un grave problema de vivienda.

La gentrificación, el uso de miles de viviendas para AirB&b, el cartel inmobiliario entre otro, son parte de las causas por las cuales millones han sido expulsados a la periferia de la ciudad, donde las rentascuando sson muy baratas representan casi el 60% del salario mínimo, porque en la colonias céntricas, aún así sean populares, las rentas superan un salario mínimo mensual.

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La promesa de la vivienda barata que ha hecho Claudia Sheinbaum aún está por verse, pues van a construir más viviendas, en una ciudad con un grave problema hídrico, con una red de aguas sobre estresada y con una serie de recursos limitados. Soluciones más rápidas son posibles.

Si cambiáramos verdaderamente el régimen de propiedad, podríamos congelar las rentas, el Estado podría expropiar los enormes edificios deshabitados y con rentas exorbitantes para que millones que viven en emergencia habitacional o en situación de calle tengan un espacio donde vivir dignamente.

Mientras tanto, la Constitución de la CDMX ahora reconoce los 3 tipos de propiedad que la Constitución Política también contempla hace más de 100 años y la derecha busca demonizar a todo aquello que piensan atenta contra sus intereses, por más mínimo que sea.