Este 3 de enero se regresó a clases en 25 de las 32 entidades federativas del país. En muchas escuelas, la comunidad escolar se mostró preocupada por el aumento de los contagios de covid en todo el país. Urge la organización del magisterio con las madres y padres de familia por la salud y la vida.
Martes 4 de enero de 2022
Después de las vacaciones invernales, que cada vez duran menos días como parte del ataque contra nuestros derechos laborales, regresamos a las escuelas con mayor preocupación por el desmedido aumento de contagios de covid en todo el país.
No por ser alarmistas, pero sí muy realistas porque conocemos las deplorables condiciones de nuestras escuelas, muchas de las cuales incluso no cuentan con servicios básicos como el agua y en donde nuevamente las maestras y maestros, en conjunto con las madres y padres de familia, debemos de garantizar estos servicios y todos los insumos sanitarios necesarios para tratar de minimizar el impacto de la pandemia, mientras que la SEP y los gobiernos federal y estatales se deslindan de su responsabilidad.
Ómicron y el aumento de contagios de covid en México
El presidente y sus funcionarios, como el subsecretario de salud, Hugo López-Gattel, minimizan el problema, mencionando que la nueva variante (Ómicron) que se está expandiendo aceleradamente por el mundo y por nuestro país sólo genera síntomas leves, sin mencionar las peligrosas secuelas que deja la enfermedad.
Maquillan las cifras, mantienen los semáforos epidemiológicos en verde a su conveniencia y dicen que no habrá nuevos confinamientos para no afectar la economía del país, es decir, para mantener las ganancias de los empresarios. Ya que, en el caso de los trabajadores y sectores populares, con cuarentena o sin ella, padecieron duramente los efectos de la pandemia con millones de despidos, mayor precariedad laboral, suspensiones y rebajas salariales, alza de precios, etc., sin que el gobierno hiciera nada para evitarlo.
Vacunas y refuerzos insuficientes
La nueva ola de contagios en México empieza a propagarse y aún no toda la población mexicana cuenta con el esquema completo de vacunación. Aunque ya empezaron a aplicar los refuerzos a los adultos mayores, el ritmo de vacunación ha sido muy lento y desigual. Por ejemplo, en algunos estados con mayor marginación como Chiapas, Guerrero y Oaxaca el número de vacunados con respecto a otras entidades es menor. Además no se ha informado el número de refuerzos aplicados.
En ese marco, los menores de 15 años siguen sin poder ser vacunados por la negativa del gobierno federal, a pesar de que en países como Estados Unidos especialistas en pediatría informan del aumento de casos por la variable Ómicron en menores de edad y con fuertes complicaciones ante la enfermedad, además de ser transmisores de la misma.
Por otra parte, las autoridades educativas han mencionado que se aplicará el refuerzo de la vacunación al personal educativo, pero no se han especificado las fechas.
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¿Qué hacer?
En algunos estados se ha pospuesto el regreso a clases para el 10 de enero, como en Nuevo León y Coahuila. En Baja California, Baja California Sur y Quintana Roo el regreso será hasta el 17 de enero. En San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Chihuahua, Jalisco y Yucatán de último momento decidieron también aplazar las clases debido al aumento de contagios. En Puebla y Tlaxcala se retomará el modelo hibrido. En el caso de la CDMX, Claudia Sheinbaum anunció que el regreso a clases no dará marcha atrás, a pesar de ser la entidad con mayor número de contagios y casos de ómicron.
Como siempre, sobre las decisiones en materia educativa jamás se les consulta a los docentes. El gobierno y la SEP imponen su política educativa que no favorecen sin garantizar las condiciones óptimas para el aprendizaje.
La presencialidad en las escuelas con condiciones extremadamente precarias, al igual que las condiciones de vida de las familias de nuestros alumnos, no favorecen su aprendizaje, como tampoco que estén mejor de salud, ni física ni mentalmente, como lo prometió la secretaria de educación, Delfina Gómez.
Los y las maestras vemos que nuestros alumnos viven en condiciones deplorables y que han atravesado por situaciones difíciles, como el fallecimiento de algún ser querido, la perdida de empleo de alguno de sus padres, la escasez en el salario generando problemas de alimentación. E incluso muchos de los alumnos desde nivel primaria y secundaria se ven obligados a trabajar para apoyar a sus familias económicamente, lo que propicia la deserción escolar.
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Hoy más que nunca se hace necesaria la organización de las maestras y maestros por el bienestar, salud y vida tanto de nuestros alumnos, sus familias y de nosotros. No podemos seguir permitiendo laborar en condiciones que exponen nuestra salud a posibles contagios y sus secuelas, de lo que poco se habla.
Desde nuestras escuelas, en conjunto con las madres y padres de familia, debemos de unirnos y exigir al gobierno y a la SEP condiciones sanitarias seguras como: vacunas para las alumnas y alumnos, refuerzos inmediatos a todos los trabajadores de la educación, así como a las familias. Servicios básicos en todas las escuelas (luz, agua, internet), especialistas en salud en cada escuela, como médicos, psicólogos, nutriólogos y dentistas. Pruebas de covid frecuentes y gratuitas a toda la comunidad escolar para detectar a tiempo los contagios.
Exijamos a nuestros sindicatos que convoque a movilizarse por estas demandas, para obligar a los gobiernos federal y estatales a que combatan realmente la pandemia en interés de la mayoría y mejoren nuestras condiciones laborales.
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